Capítulo 29

2.1K 163 65
                                    

Erick abrió la puerta de la habitación al escuchar la puerta de Chris cerrarse, se asomó y pudo ver a Richard junto a Joel, frunció el ceño al verlos hablar y caminar al ascensor.
Erick sabía que pasaba.

Salió de la habitación y camino de prisa hacia Richard y Joel, vió como Joel llamó al ascensor, las puertas se abrieron y entonces llegó junto a ellos.

—¿Donde van? —ambos giraron su rostro a Erick.

—Hola Erick— saludó Joel con una sonrisa.

—Lo acompañó a buscar algo.

Erick miró hacia la puerta de Chris y luego a Richard.

—¿En serio? ¿Justo ahora? ¿Estás sonso o que?

Joel frunció el ceño y Richard abrió los ojos enojado por como lo llamó.

—Yo te acompaño Joel, me gusta ir a buscar cosas, Richard tiene algo importante que hacer. —Entró al ascensor y Joel entró detrás de él algo dudoso mirando a Richard.

—¿Qué debo hacer? —preguntó Richard serio.

—Renato me dijo que debes hablar con Christopher sobre algo importante. ¡Así que ve ahora!— las puertas se cerraron y lo último que vio Richard fue la mirada enojada de Erick.

Richard se giró hacia la puerta de Christopher a unos metros, respiró hondo y caminó hacia la puerta.

•••

Erick miró a Joel y se dio cuenta que él estaba en silencio perdido en sus pensamientos.

—¿Estas bien?—le preguntó Erick.

Joel parpadeo y movió su cabeza de un lado a otro como si despertara del trance.

—Eh... si.

Erick frunció el ceño.

—Joel no me engañas.

Entonces Joel giró su rostro hacia el.

—¿Perdón?

—Te perdono. Vamos.

Las puertas se abrieron y Erick salió del ascensor. Joel lo siguió sin decir ni una palabra más.

Sería una larga noche para los dos amigos, después de todo Erick quería sacarle algunas palabras a Joel, porque Erick pensaba qué tal vez Christopher no estaba loco.
Tal vez Joel si sentía algo por Richard.

•••

La cabeza de Christopher no lo dejaba descansar, pero era lógico, ¿como puedes descansar cuando los pensamientos malos inundan tu cabeza y eso te causa dolor?.

Eso sentía Christopher, dolor.

Estaba boca abajo con el rostro de lado en la almohada mirando hacia la ventana de la habitación, la ciudad brillaba del otro lado y el solo pensaba que debió dejar entrar a Richard en vez de dejarlo ahí golpeando. Si, de alguna forma se echaba la culpa.

Sus ojos estaban llorosos y aún las lágrimas bajaban por sus mejillas terminando en las almohadas.

Pero del otro lado de la puerta estaba Richard, dudo en golpear, pero algo dentro de el lo obligo a tocar.
Llamó a la puerta con dos toques fuertes.

Si, Te Deseo | Ristopher Oreo CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora