Si, Te Deseo | Ristopher Oreo CNCO

Capítulo 13

Erick reía mientras jugaba con su teléfono, Richard intentaba dormir pero con ese ruido molestando no podía y mucho menos con Erick riendo y gritando cada vez que perdía una partida. Fue una mala idea dormir con el.

— Perdí, bueno uno más y ya.— dijo Erick empezando un juego nuevo.

—¿Es en serio Erick?— dijo Richard con un tono molesto. No dormiría en toda la noche si Erick no dejaba de jugar. Lo peor era que llevaba así desde un muy buen rato.

— ¿Sabias que es por esto que nadie duerme en una habitación conmigo? Siempre puedes volver a tu cuarto con Chris.

Richard se levantó de la cama y tomó su celular, miró al fondo y vio su maleta de ropa abierta. No necesitaba llevarse su ropa hoy, podía hacerlo mañana.

— Sigue jugando, iré a dormir.— Richard salió de la habitación y Erick no pudo evitar sonreír.

¿Ahora a donde iría?

No quería regresar con Christopher por su pelea de la mañana, debía dormir en otra habitación. Caminó por el pasillo y golpeó a la única habitación en donde podía dormir.  No tardaron mucho en abrir la puerta.

— Hola Zabdiel. — saludó Richard.

— ¿Pasó algo? ¿Porque estás aquí tan tarde?

— Pretendía dormir con Erick pero no hay forma de hacerlo.

— Esta jugando ¿verdad? — Dijo Joel desde su cama.

— Si. ¿Puedo dormir aquí?

— Renato dice que no pueden dormir tres en una habitación.— replicó Joel.

— No puedo dormir con Erick y Christopher y yo no estamos bien.

Zabdiel miró a Joel, soltó un suspiro y se levantó para que Richard entrará.

— Bien. Hoy tú duermes aquí y yo iré con Erick. — dijo Zabdiel.

— Gracias.

Zabdiel tomó su teléfono porque necesitaba el despertador, caminó en dirección a la habitación de Erick pero cuando estuvo en la puerta no quiso golpear.

Frenó y miró al lado, la puerta de Christopher. No quería dormir con Erick, iba a ser difícil con el cubano gritando y riendo todo el tiempo.

Caminó unos pasos más, toco la puerta de madera de la habitación y espero a que alguien respondiera.

Christopher estaba acostado en su cama mirando a la ventana, una y otra vez se repetía en su cabeza que no debió dejar que Richard se fuera de la habitación. Su corazón dolía al pensar en el moreno. Entonces la puerta sonó, pensó por un momento que era imaginación suya, pero volvió a escuchar que llamaban. ¿Será Richard? Se preguntaba Chris.

Se levantó se la cama torpemente y corrió a la puerta para abrirla, pero no era Richard. Frente a el estaba Zabdiel y la poca ilusión que tenía se esfumó sin más.

— Zabdiel...— dijo en voz baja.

— Hola. ¿Puedo entrar?— preguntó.