Capítulo 32

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RICHARD

Paré en seco,  no podía ir con Christopher aún, al menos no con las manos vacías. Claro que no. Me giré hacia el ascensor a mi derecha y lo llamé tocando el botón.

La persona que habló con Christopher seguro lo dejó con dudas en su cabeza, seguro Christopher estaba llorando y pensarlo me causaba incomodidad, no me gusta que llore, es feo cuando llora pero feo en serio, me refiero a que es... como explicarlo, se ve feo llorando. Bueno el punto es que no me gusta que llore.

Entre al ascensor y las puertas se cerraron, marque  el primer piso y empecé a bajar.

Tenía pensado llevarle algo de comer, así no me grita mucho, ni llora tampoco y se preocupa por comer. Sonó como una buena idea en mi cabeza.

Al llegar abajo salí del ascensor casi corriendo y caminé deprisa al restaurante del hotel.

—¡Richard!— escuché que me llamaron. Me giré para ver quien era y en la puerta principal del hotel estaba Renato entrando y acedándose a mi.

—Vine por comida. —Explique.

—Okey. Necesito que les digas a todos que iremos a una premiación mañana, me olvide decirles con todo lo del disco. Cuéntales a todos por favor, debo ir a ver el lugar. —ignoró lo que dije.

—Está bien, les dire.

—Gracias. Nos vemos más tarde.— palmeó mi hombro y volvió a salir.

Entré al restaurante en busca de un desayuno para Christopher.

¿Que le gustaría comer aparte de mi?

Caminé hacia el mostrador del restaurante, había una joven rubia atendiendo, muy linda.

—Buenos Días, necesito ordenar un desayuno por favor.

—Buenos días. Si claro, podía ordenarlo desde su habitación.—Empieza a teclear algo en la computadora y después me mira.

—Es que no es para mi, es para...—me quede en silencio un segundo.—Mi amigo.

—Él podía ordenarlo desde su habitación.

—Si lo se, es que es sorpresa.

Ella rió

Bien, podía haberme ahorrado el tiempo de bajar, pero bueno, tengo que llevarle algo a Chris, más aún que al parecer tenemos algo más. No es oficial pero algo hay.

Es curioso porque solo hice esto por alguien como dos veces, dos chicas, pero ellas me dejaron al final y bueno después de eso no quise ser más caballero con alguien, pero no iba a ser así toda la vida ¿no?

Si puedo ser caballero con alguien, ¿porque no con Chris?, lo merece.

Después de varios minutos esperando sentado en una silla mirando a las personas entrar y comer, pagar e irse, me dio hambre pero entonces salió un chico con la bandeja de desayuno en el típico carrito de hotel.

—Lo acompañó señor.—me dijo.

Me levante de la silla y caminé a la salida con el chico detrás mío.


•••


Christopher



Si, Te Deseo | Ristopher Oreo CNCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora