Despertó con un punzante dolor en la cabeza, abrió sus ojos y la iluminación de la habitación le molesto aún más, se dio cuenta de que estaba sobre una cama, ¿como había llegado allí?, se levantó un poco hasta quedar sentada, miro a ambos lados de la habitación pero estaba completamente sola, escucho murmullos, provenían de la plata baja, se levantó despacio, su teléfono estaba sobre el buro, lo tomó eran las 2pm, camino hasta la puerta y la abrió, camino en silencio por el pasillo, mientras bajaba las escaleras los murmullos se convertían en una clara conversación, se sorprendió escuchar la risa de sus tías, siguió las voces hasta la cocina, cuando entró por la puerta llamó inmediatamente la atención.
– querida que bueno que ya estas despierta, ¿te sientes mejor?– preguntó su tía Susana. Samantha la miro raro pero termino respondiendo.
– si gracias, me encuentro mejor– miro al señor Miller en busca de ayuda.
– pequeña Sam ven a sentarte, preparamos galletas,¿si gustas puedo hacerte una chocolatada? – preguntó ahora su tía Teresa, la chica solo asintió– siéntate al lado de tu novio cariño.
Samantha abrió sus ojos más de lo normal, miro a Logan en busca de respuestas.
– no lo mires así cariño– dijo Susana– ya nos contó que están saliendo hace apenas unos días, hacen muy bonita pareja.
– también nos dijo que es el heredero de una cadena de empresas bastante importante en Estados Unidos, y que también tiene algunas aquí en Inglaterra–agrego Teresa, Samantha ya sabía por donde iban las cosas.
– ah– fue lo único que dijo, se sentó junto a Logan, este la miro y le sonrió mientras tomaba su café– gracias– le dijo bajito, para que solo él la escuchara. Su tía Susana deposito la taza con chocolate caliente junto a ella y le acercó el plato de galletas.
– debes comerlo todo, estas muy delgada– le dijo, Samantha enrojecio y acerco la taza a su boca, degusto un poco y la verdad es que no sabia nada mal, siguieron unos momentos así, comiendo y teniendo una charla tranquila, de hecho Logan hablaba con sus tías, ella se limitaba a comer, cuando terminó, levantó la cabeza.
– ¿donde esta?– preguntó tranquila. Todos guardaron silenció, hasta que Teresa habló.
– está arriba, haciendo dormir al bebé, segunda puerta a la derecha.
– gracias– se levanto de la silla y camino hasta la puerta– puedes esperarme aquí por favor– dijo volteandose y mirando a Logan.
– por supuesto.
Samantha subió las escalera y una vez arriba se dirigió a la segunda puerta a la derecha y tocó despacio, espero algunos segundos hasta que la puerta lentamente se abrió.
– hola– murmuró mirando hacia abajo.
– hola– le respondió la mujer.
– ¿podemos hablar?
– claro– la mujer le dio paso para que pudiera entrar, en la habitación había una cuna, en la cual el bebé dormía plácidamente, enfrente de esta había una silla, la mujer pasó por delante de ella y acerco una pequeña silla del rincón– ¿quieres sentarte?, esto será complicado– dijo lo último para si misma. Samantha se sentó, miro al bebé, estaba tranquilo, durmiendo, sin preocupaciones, la chica lo envidio– su nombre es Samuel– murmuró, Samantha la miro– Federik eligió el nombre, creo que lo hizo a propósito– sonrió– siempre hablaba de tí, queríamos decírtelo pronto, lo juro, pero todo esto... – lágrimas comenzaron a caer por su mejilla, Samantha puso su mano en la rodilla de la mujer, insintandola a que siguiera hablando– disculpa cariño– la chica se sintió incomoda pero no dijo nada– ah, por cierto mi nombre es Felicia.