La Sumisa {2019} [bdsm]

XV Parte 2/2

–¿Logan?– murmuró Samantha.

– lo siento– dijo volviendose más serio– me tomaste por sorpresa– y tomo a Samantha por su cadera, y la a trajo hacia si, haciendo que ambas intimidades chocarán Samantha soltó un gemido– te voy a hacer una pregunta y quiero que me respondas con sinceridad.

– esta bien señor.

– ¿te sientes preparada para hacerlo por aquí?– dijo poniendo su dedo pulgar sobre el ano de Samantha, quien al sentir el tacto se estremeció de manera abrupta.

– l-la verdad es q-que no s-señor– dijo con la cabeza gacha– pero– y volvió a hergirse– si usted cree que estoy lista, yo confío en usted.

Logan se sintió desesperado, quería tomar a Samantha de todas las maneras posibles, en todos los lugares posibles, pero sabía que no debía precipitarse, no si quería que la chica siguiera confiando en él, entonces, con todo el autocontrol que fue capaz, se bajó la única prenda que separaba sus cuerpos y la penetro de manera lenta, por su vagina.

Samantha soltó un suspiro de alivio al sentirlo completamente dentro, Logan comenzó un ligero vaivén, que poco a poco se iba haciendo más fuerte, más rápido, más profundo. La chica dejó caer su cabeza y oprimía sus labio para no gritar, Logan al darse cuenta de esto gruño y dirigió su mano izquierda a la cabeza de Samantha, donde junto su pelo en su puño y jalo de ella hacia atrás, dejando salir sus quejidos y gemidos.

– así Samantha, nunca te calles cuando estés conmigo.

Los gemidos de la chica tomaron forma, lo estaba disfrutando y a pesar de que la posición no era la mejor, se sentía mucho más placentera que la vez anterior.

– más, más rápido– pidió en un susurro.

Logan sonrió, tiro más para si el cabello de Samantha, haciendo que la postura cambiará y haciendo que el pudiera entrar más profundamente, la chica gritó, Logan totalmente perdido en el extasis, mordió el hombro de Samantha, quien sólo gemia en descontrol, y al sentir la mordida no soporto más y se corrió, de manera sorpresiva, sus piernas temblaron y su vientre se contrajo tan rápido que le dolió un poco, Logan sintió como el cuerpo de Samantha se sacudía por su potente orgasmo, pero él la siguió penetrando sin importarle aquello, él también quería venirse.

– Samantha por favor aguanta un poco más.

La chica solo asintió rápido, las estocadas de Logan se volvieron erráticas, más fuerte, más despacio, más profundo, más superficiales, y para cuando Logan llegó a su primer orgasmo, Samantha ya había llegado al segundo, el cual la barrio con fuerza, dejándola débil, Logan tuvo que salir de ella despacio, mientras la sujetaba entre sus brazos para evitar que cayera.

– ¿estas bien?– preguntó Logan un tanto preocupado.

– lo estoy–y lo miro a los ojos– eso fue... – y sus mejillas enrojecieron– genial.

– lo fue– y le sonrió con ternura– ¿puedes mantenerte de pie?

– si me ayudas si.

– esta bien.

Logan terminó por ayudarla a bañarse, la sacó de la ducha con cuidado y la envolvió en una toalla gigante y en su cabeza una toalla más pequeña, y la dejo sentada en el baño, mientras él se daba una corta ducha.

Cuando salió, Samantha jugaba con el agua de debajo de sus pies, apenas le vio le tendió una toalla, la cual Logan envolvió en su cintura.

– ven aquí– dijo con una sonrisa acercándose a Samantha, quien intentó levantarse pero Logan la tomó como una princesa y la cargo fuera del baño, la chica se sonrojo pero soltó una pequeña carcajada.

– ¡¡Logaaan!!, nos vamos a caer– dijo mientras él comenzó a bajar las escaleras.

– si no dejas de moverte si lo haremos.

–noo!!, me quedo quieta.

– eso será lo mejor, ay me CAIGO!!

– Logaaan, no juegues conmigooo.

Él soltó una carcajada mientras bajaba el último escalón.

– sana y salva señorita.

Samantha le brindó una sonrisa reluciente y Logan no pudo evitar que su corazon saltará en su pecho.

– deja de sonreír así, si no quieres que te tome aquí mismo otra vez– Samantha no dejo de sonreír– chica no me tientes– y la llevo hacia la habitación, cuando la dejo sentada sobre la cama, sintió un extraño vacío en sus brazos– Samantha– la chica se estaba secando el pelo con la toalla.

– ¿si?– dijo volteandose a verlo y lo único que vio fue un cuerpo desnudo saltando sobre ella– Logaaaan.

– sentía un vacío Samantha, entre mis brazos– dijo mientras se acurrucada entre su hombro y su cuello, oliendola– ¿porque hueles tan dulce?

Samantha no aguanto más y volvió a soltar una carcajada.

– ¿quien eres, tarzan?

– ¿eh?

– se te cayo la toalla.

– carajo.

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Cuando Felicia llegó a la casa se sorprendió al encontrar ahí a Samantha y a Logan, ambos estaban en la cocina, sentado uno frete al otro, charlando amenamente.

– hola chicos– saludo amable.

– hola Felicia– respondió de igual manera Samantha.

– Felicia, te molestaría que me llevará a Samantha por unas horas– pregunto directo Logan.

– eh, supongo que no hay inconvenientes. Subiré a acostar a Samuel, creo que ha pillado un resfriado.

– ¿pero se encuentra bien?– preguntó inquieta Samantha.

– si cariño, no se preocupen. Ah por cierto. Se que mañana se marchan, intenten no comer mucho afuera, les preparare una cena de despedida.

– muchas gracias– dijeron Logan y Samantha al mismo tiempo. Esta última se levantó de su asiento para darle un cálido abrazo a Felicia, Samuel quedó atrapado entre ambas y sólo soltó un quejido perezoso. Felicia sonrió para ambos y se marchó escaleras arriba.

– si Felicia hará la cena no podremos comer afuera– dijo Logan en un bufido.

– que te parecen unos helados.

– ¿helado?, ¿en este clima?–la chica solo sonrió– eres sorprendente, en marcha– Samantha brinco a buscar su abrigo y volvió junto a Logan, y así ambos salieron de casa.

Pararon en un pequeño puesto de helados, el lugar no resaltaba pero por dentro era realmente bello, casi como una joya en bruto. Pidieron una copa de helado cada uno, Samantha de frutilla, Logan de café.

– este lugar es hermoso.

– si a mi también me gusta mucho.

– ya habías venido aquí antes.

– si, con mi sumisa anterior.

Samantha sintió una extraña molestia, se acomodo en la silla y dirigió su vista a la ventana.

– veo que sabe muy bien como arruinar el momento, señor miller.

®Tardesensoledad

Promesa cumplida, perdón por las faltas de ortografía, no tuve tiempo de corregir.