La cara de Samantha era todo un poema. La pequeña vibracion que estaba azotando su cuerpo pera una sensación nunca entes sentida.
— L-Logan ya— murmuró a duras penas, el chófer del taxi miro hacía atrás y solo sonrió.
— aguanta un par de segundos más— respondió este mirando fijamente su teléfono— mira, esta cosa tiene 10 niveles— dijo mostrándole la pantalla— quiero probarlos todos— y lo apagó—¿cómo se siente?.
— Logan silenció, aquí no— dijo la chica volviendo a sentarse de buena manera— es vergonzoso.
— tranquila, si no ha dicho nada es porque ya esta acostumbrado, ¿no es así?— preguntó al chófer.
— lo siento señor, no puedo hablar, estoy conduciendo— recalcó este, mostrando una calcomanía, que decía no le hable al conductor, y más a la derecha había otra, privacidad ante todo.
— ves Samantha, el chico es un profesional— y le brindó una sonrisa.
— Logan en serio, ya basta— dijo la chica aún más avergonzada.
Logan la miro durante unos segundos y volvió a encender el aparato. Samantha se sobresaltó, se mordió los labios y sujeto la cabeza entre sus manos.
— que divertido se me hace esto— dijo Logan sonriendo más aún.
Entre sonrisas de Logan y el chófer, los gemidos ahogados de Samantha, el movimiento del auto, las hermosas luces que adornaban la vasta ciudad de Londres, llegaron por fin a su parada. El chófer rápidamente se bajó a abrirle la puerta a Samantha, quién como pudo salió y rápidamente se obligó a recomponerse,logan llegó a su lado y agradeció al chófer y le entregó su dinero correspondiente, más una buena propina.
— eso es para ti— aclaró cuando el chico iba a devolverle su dinero—te haz comportado genial allí, creeme que te lo haz ganado con creces.
— muchas gracias— dijo este alegre—señor, señora que disfruten de su velada— y dicho eso se subió al auto y se marchó.
— tu también estuviste genial— le dijo a Samantha mientras caminaban a través del jardín.
— gracias señor— dijo ella mientras tocaba la puerta, del otro lado una voces y unos pasos apresurados dieron a entender que ya sabían que habían llegado.
— Samantha, Logan buenas noches— dijo Felicia dándole un beso en el cachete a cada uno— entren por favor, ya todo está listo.
Los dos jóvenes entraron alegremente al lugar, saludaron a las tías de la chica y a Samuel quien estaba jugando con unos juguetes sentado en la alfombra.
— ¿donde esta mi hermano hermoso? — dijo Samantha agudizando más la voz. El pequeño como si supiera que hablaban de él, volteo dándole una sonrisa resplandeciente a su hermana— eres tan dulce que dan ganas de comerte— dijo tomándolo y besandole sus mejillas, en ese momento Logan le tomó una foto, la chica no se dio cuenta, pero el sonrió y la guardo.
— chicos pasen a sentarse, Samantha trae por favor a Samuel y sientalo en su silla— pidió Felicia. La chica hizo lo que le pidieron y de paso dejo a su hermano sentado muy cerca de ella.
La cena fue bastante agradable, Logan observaba atentamente como Samantha elegía que comer, la ayudaba de vez en cuando, pero la chica lo hacía bien sola. Cuando pasaron al postre Samantha abrió demaciado los ojos cuando sintió algo vibrar en su interior. Trató de relajarse, pero las ganas de gemir y pedir por Logan estaban en la punta de su lengua. Agradeció que no durará mucho y se centro en comer su rico postre.
Luego de eso Logan se ofreció a lavar los trastes, mientras Samantha jugaba con su hermano, quien a los minutos cayó rendido en sus brazos, Felicia al darse cuenta fue con ella.
— es increíble lo apegado que se a vuelto a ti en tan poco tiempo— murmuró despacio para no despertarlo.
— yo también me he apegado mucho a él Felicia, lo hechare mucho de menos cuando nos vayamos.
— ¿su vuelo es definitivamente mañana?— preguntó Felicia.
— así es, Logan está acargo de una importante empresa, no puede dejarla sola por tanto tiempo, además tengo que volver a la universidad, tengo una vida que seguir viviendo— añadió.
— eso es cierto, eres jóven, te queda una larga vida que vivir y disfrutar.
— eso esperemos— dijo Samantha sin saber por qué, Felicia la miro por un momento.
— ven damelo, iré a acostarlo, y de paso lo haré yo también, buenas noches querida Samantha, mañana tomemos un último desayuno como familia antes de que te marches.
— claro que sí, buenas noches Felicia.
Samantha se acercó ligeramente al ventanal que daba al patio, sonrió al ver a través del reflejo a Logan acercarse, quien al llegar junto a ella, la abrazo por la espalda.
— tus tías ya se fueron a acostar— mencionó— es hora de que tu y yo arreglemos un asunto— dijo guiando su mano hacia el sexo de Samantha, quién suspiro totalmente de acuerdo.
@TARDESENSOLEDAD.