Dispara

15_ Quizás

Adrien cerró sus ojos con fuerzas mientras levantaba la cabeza y ponía su cuerpo rígido, teniendo sus mejillas sonrojadas.

-¡Ya! ¡Hazlo!

Gritó, haciendo que la azabache que estaba con él, se ruborice y retroceda un poco antes de negar con la cabeza.

-N-no te preocupes, ya no estoy enojada y el moreton se irá pronto... supongo.

Dijo ella con pena.

Apenas llegó al colegio, Adrien la llevó con él al salón de arte que por el momento estaba vacío, rogando ser perdonado y que le haga un chupón para quedar a mano.

El chico abrió sus ojos y abrazo a su amiga, sintiendo ella algo diferente en el abrazo.

-No sé que me pasó, te prometo que no lo volveré a hacer.

Exclamó él mientras Marinette le daba palmaditas en la espalda para que se calme.

Adrien quien cerró los ojos cuando abrazo a su amiga, ahora fruncio el ceño mientras abrazaba a la chica con un poco más de fuerza, dandose cuenta del aroma de su perfume, su cuerpo frágil y pequeño, ésa sensación rara que sentía por tenerla rodeada en sus brazos...

¿Qué significaba éso?

El rubio, sin romper el abrazo, se alejó un poco para poder ver como ella le regalaba una de sus sonrisas inocentes y dulces, con ésos labios tan... apetecibles.

La peliazul notó algo raro en el ambiente y borró su sonrisa, frunciendo el ceño y distinguiendo que Adrien se estaba inclinando muy lentamente hacía ella.

¿La estaba por abrazar otra vez?

Vaya que era mimado.

Los pensamientos demasiado inocentes de ella, se fueron al tener el rostro de Adrien, a centímetros del suyo.

Quiso huir pero como él la seguía abrazando, le fue inútil.

El ojiverde bajó más su rostro, chocando su respiración con la de su amiga, la cual pronto se contuvo la respiración.

¡¿Qué le estaba por hacer Adrien ahora?!

-Marinette... ¿a ti te gusta alguien?

La ojiazul que se estaba resignando a preparar sus labios, parpadeo, confundida.

-¿Qué?

Primero le preguntaba sí tenía novio y ahora éso.

¿Qué sigue?

El chico sonrió y se movió a un costado de ella, abrazandola de la cintura con un brazo, haciendo que ella parpade una y otra vez.

Tanta era su confusión que su cuerpo se olvidaba de sonrojarse.

-¿Te gusta un chico?
A mi sí me gusta una chica y es la mejor.

Al fín, las mejillas de Marinette se sonrojaron al pensar que ésa chica era ella.

¿Quién más podría ser? Después de todo, en ésos últimos días, Adrien actuaba muy acaramelado con ella.

-Ésa chica es inclusive más bonita que tú.

El mundo de Marinette se detuvo por unos segundos al oír ésas palabras y miró como él sonreía de manera extraña.

-La chica que me gusta, es...

Marinette abrió sus ojos y despertó de ése extraño sueño mientras la alarma de su celular sonaba por tercera vez.

Tikki se acercó a su portadora, preocupada.

-¿Pasa algo, Marinette?

La azabache que estaba algo pálida, negó con la cabeza.

-Nada, sólo fue una pesadilla.

Todo fue una extraña pesadilla que empezó como un sueño.

¿Qué sentía Adrien en verdad por ella?
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En la mansión Agreste.

Plagg que comía queso, rodó los ojos al ver como su portador caminaba en círculos, balbuceando cosas.

-Ya, Marinette no te va a odiar por que le chupaste todo el cuello y dejaste tu baba en ella.

-¡Plagg!

-¿Qué? Yo sólo soy honesto.

Adrien negó con enojó y miró la hora en su celular, viendo que pronto tendría que ir al colegio.

¡¿Cómo debía disculparse con Marinette luego de lo que hizo?!

Por dejarse llevar por celos sobreprotectores de amigo, le hizo algo a Marinette que podían arruinar su amistad y hacerlo a él un infiel en la relación futura que tendría con Ladybug.

Plagg dio un suspiro y por primera vez, decidió ser serio en algo.

-Bueno... quizás... lo que hiciste significa que ahora te gus...

-¡La hora! Debo ir a desayunar o Nathalie me va a matar.

Adrien se fue corriendo a desayunar, dejando a Plagg con la palabra en la boca.

Tikki y él, sí que tenían que soportar un gran dolor de cabeza con el enredó amoroso de sus portadores.
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Adrien se disculpó conmigo por lo que me hizo y yo lo perdone, intentando cambiar el tema pero mis queridas amigas estuvieron todo el día preguntando por el moreton de mi cuello.

Al final dije que estaba jugando con la aspiradora en manera de broma pero se la creyeron y me dejaron de molestar.

¿Qué imagen tienen mis amigas de mí?

No estoy loca... bueno, poquito.