Epílogo

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En el parque.

Marinette estaba sentada en una banca, con una paloma sobre su hombro.

-¿Y sí me dice que no le gustó en verdad?- le preguntó a la paloma.

El ave, la miró por un rato y pronto se puso a acicalar una de las coletas de la azabache quien fruncio el ceño y asintió.

-Tienes razón, no es momento de dudar.- exclamó, no queriendo negativas.

Mientras que a cierta distancia, Adrien veía éso con una sonrisa nerviosa.

Diría que es lo más raro que vio a Marinette hacer, pero éso hasta era normal siendo ella.

Una vez la paloma se fue, el chico suspiro profundo y se acercó a su amiga.

Era hora.

Marinette, al darse cuenta de la presencia de Adrien, se puso de pié de un saltó, muy nerviosa.

¡¿Por qué dejó que la paloma se vaya?! ¡Ahora nadie le daba buenos ánimos!

Él ya huyó una vez así que para estar a manos, era justo que ella también lo haga, ¿no?

La azabache se estaba por preparar para huir pero Adrien fue más rápido y corrió levemente para acercarse y extenderle una rosa, dejando a la chica en shock.

¿Por qué Adrien le extendía una rosa sí le iba a decir que sólo son amigos?

Sólo un idiota le daría una rosa a una chica que va a rechazar.

-Yo... ¿bam?- exclamó el ojiverde, apenado.

Realmente aun no entendía muy bien éso de dispara así que no lo juzguen.

Marinette, lo miró con asombro y cirto miedo.

-¿Q-qué me quieres decir, Adrien?- preguntó.

El chico, suspiro profundo y se relajó un poco.

El paso que iba a dar significaba que su relación con Marinette cambiaría, pero también significaba que decidía serle infiel a sus sentimientos originales.

Ladybug no podía reclamar nada, ahora era Marinette quien tenía su corazón.

-Marinette, tu eres primavera, mi primavera; eres calidez, eres mi calor; eres dulce como la miel; eres mi arcoiris, lleno de distintos y locos colores que no puedo resistir ni ignorar...

El chico se acercó más a ella y le extendió mas la rosa, viéndolo Marinette con sorpresa.

-Eres la persona por quien cada mañana tengo fuerzas, eres la persona más genial y especial para mis ojos, por éso te admiro y... por éso me gustas... me gustas más de lo que podría expresarlo con palabras... esto es... lo que tenía para... "disparar".

La declaración de amor de Adrien fue dada y Marinette sólo lo veía con asombro, no sabiendo como procesar éso.

¿Le gustaba a Adrien?

Pero ellos estaban llevando muy bien su amistad ¿en verdad él quería dar otro paso?

Ella no se oponía pero no se imaginaba que la paloma tenía razón con los consejos que le dio.

Soñó tantas veces con oír algo así y ahora que lo hacía, pareciendo estar en otros de sus locos sueños.

Con lentitud, como sí tuviese miedo, acercó su mano a la de Adrien para tomar la rosa.

Sus dedos rozaron la mano de su amigo y sintió como sí fuese ligeramente eloctrocutada.

Los sentimientos que nacieron en aquel día de lluvia, tras recibir aquel paraguas, no eran nada comparados con como se sentía en ése momento.

Su corazón estaba muy acelerado y sus pies sentían que dejarían la tierra y flotaria.

Tomando valor, agarró la rosa y la acercó con rapidez a su pecho.

Adrien, sólo le mostró una sonrisa a ésa chica que lo veía con sus ojos brillosos, sus labios contraídos y sus mejillas sonrojadas.

-Vamos, te acompaño a tu casa.

De manera caballerosa, señaló el camino a la casa de Marinette, quien olio la rosa, formando una sonrisa en sus labios.

Al fín, sus sentimientos eran mutuos y no unilaterales.

Extendiendo su mano derecha a Adrien y sosteniendo la rosa con la izquierda, le mostró una gran sonrisa a su amigo, quien parpadeo un par de veces pero pronto sonrió y tomó la mano de ella, para acompañarla a casa.

Quizás aun les quedaba cosas para decir, pero no sabían como hacerlo en ése momento, sólo querían caminar, tomados de la mano, en un agradable silencio.
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¡No lo puedo terminar de creer!

¡Adrien y yo oficialmente nos gustamos mutuamente!

Aun no somos novios, pero tendremos citas y ésas cosas antes de sí serlo.

Algo me dice que no vamos a aguantar mucho antes de besarnos, pero no me importa ni molesta.

Estoy felíz por que nuestros sentimientos son mutuos.

¡Soy la chica mas felíz del mundo!

Pd: Es hora de que vaya pensando en un nombre para el hámster.

¡¡¡Fín!!!

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¡Hola!

Y aquí, damos por concluida, está historia luego de no se cuánto tiempo 👏👏👏

El nombre del hámster sigue siendo un misterio como el por qué Adrien en la serie, sí no siente nada por Marinette, le da ésas miraditas que ni Ladybug recibe.

Gracias por acompañarme en está historia hasta el final.

Gracias por su tiempo.

Hasta la próxima...

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