CAPÍTULO 6

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-¿Qué? -preguntó Luna cuando íbamos de camino a casa, por fin había terminado el bendito primer día de clases, las cosas estaban así, estuve en retención, me eché de enemigo al señor Lawrence, fui golpeada por un balón, me dormí en las siguientes tres horas y manché mi blusa con la comida del almuerzo, nada mal. Ella conducía de regreso a casa, mientras yo le iba contando mis planes, pero me arrepentí de habérselo soltado así, puesto que frenó en seco al escuchar la noticia.

-Luna, pudiste habernos matado.-grité con terror, debía estar loca esta idiota para conducir así. Los autos que nos sacaron la vuelta, no tardaron en hacer sonar su cláxon, haciéndonos una cordial alusión a nuestras progenitoras. A la mierda, bajé la ventana del auto y saqué únicamente mi dedo medio, jódanse.

-¿Viviremos juntas? -cambió su expresión al mencionar eso, ¿Qué tiene de emocionante?, digo, dos adolescentes viviendo juntas, privacidad, solo eso.

-Sólo si tú quieres, y aceptas dejar tu departamento como recinto de fiestas clandestinas y lujuria desenfrenada -dije elevando y bajando mis cejas, la idea era tentadora, y quisiera o no, yo ya lo había decidido. Así que el trato estaba sellado.

Ella estrechó su mano con la mía y la zarandeó efusivamente, lo que quería decir que había aceptado mi sucio trato, tan sucio como mi alma. Me encogí de hombros, esto parecía ser el inicio de una nueva e independiente vida. Porque aunque fuéramos a vivir juntas, le dejaría en claro que mis asuntos eran solo míos, ella no tenía porque opinar al respecto, más valía dejar todo eso en claro desde un principio, ya que no quería lloriqueos o reclamos debido a mis actitudes. Sin rodeos le expresé mis deseos y aunque frunció el seño y alegó, que como amigas teníamos el derecho de opinar si algo no nos parecía en la vida de la otra, terminó rindiéndose y dándome la razón, así estaba mejor.

-Con la condición de que le hables bien de mi a Zayn.- dijo amenazante mientras me apuntaba con su dedo índice una vez que el semáforo se puso en rojo. Ni siquiera sé porque me desagradaba pensar en una relación entre ellos dos, digo, yo no siento nada por él, es libre, pero simplemente no quiero que ocupe su tiempo en "muchachitas".

Giré mis ojos en desaprobación, pero tarde o temprano éstos dos tendrían algo y debía aceptarlo-o no-, por parte de Zayn seguro quería meterla bajo sus sábanas, y conociendo a Luna creo que necesitará un empujoncito para acceder a eso, quizá después de conseguir su cometido, mi vecino se cansará y la desechará, eso terminará rompiendo las estúpidas ilusiones de mi amiga y  por consecuente dejaría de joderme, perfecto, al mal paso darle prisa.

-Concedido querida amiga, le hablaré maravillas de ti a él- sonreí con malicia ante mis pensamientos, hay Luna, más vale que seas lo suficientemente mujer para no negarte una vez que Zayn te lleve a la cama.

Seguimos el camino en paz, hasta que llegamos a casa de mi abuelo, su auto se averió por lo que tuvo que llamar a una grúa para que lo recogiera en la Universidad, eso me favoreció pues no se me hinchaba conducir. Al llegar saludé a mi abuelo y después ambas subimos a mi habitación, lo único que quería era dormir, pero supongo que Luna no me lo permitirá, ¡Joder, tiene que ser una broma!, está sacando los libros y sus útiles, ¿será verdad?, ¿Quiere hacer tarea?.

-o-

-Rubio, ¿dónde estás? - preguntaba Zayn dentro de la casa.

Niall estaba sentado en los escalones del pórtico de la casa de Zayn, con la credencial de Lena entre sus manos, girándola, con la vista perdida en el suelo.

-Aquí estás-exclamó el moreno cuando por fin encontró a su amigo.
-Elena Smith Keaton- se limitó a decir Niall, aún con su vista perdida.

Zayn no entendía nada, salió y se sentó al lado del irlandés sin mucho interés por hablar, vió con atención sus manos y observó un plástico girando lo cual llamó su atención.

-"Lena"-dijo Niall, sin voltear a verlo aún. Su semblante era triste.

-¿Qué con ella?, ¿Cómo sabes su nombre?.-cuestionó Zayn más confuso todavía ante la actitud de su amigo.

-Hoy en la mañana la golpeé con el balón.- dijo el rubio con total naturalidad. Zayn se levantó de golpe y jaló a Niall de la camisa, lo veía con coraje.

Eres lo único que quiero (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora