CAPÍTULO 8

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-Despierta pequeña bomba -escuchaba una molesta voz, a la vez que sentía unos dedos picar mis mejillas. Mis ojos pesaban como el infierno.

No sabía cuanto tiempo llevaba dormida, ni siquiera sabía donde estaba, la verdad era que no me importaba, sentía que mi cabeza iba a estallar, literalmente, no recordaba parte de las cosas que habían pasado, solamente pedazos que llegaban a mi cabeza y la ponían a límite. Necesitaba un pase. Recordaba estar sentada en el suelo, con mi espalda reposada en el borde de la cama, también varias botellas, estaba pensando en mierda probablemente, y quizá hasta estaba llorando como la patética estúpida que era. 

Mark 

Mierda, también me di un pase, recuerdo los ojos de Mark cuando me vieron pidiéndole la jodida bolsa de éxtasis, la última vez que lo vi, no fue una experiencia muy buena que digamos, más sin embargo hay iba otra vez, a buscarlo para que me diera esa maldita sustancia que me transportaba a un lugar lejos de toda mi maldita vida.

"Bonitas tetas, pero a la próxima eso no pagará tus deudas conmigo"

Creo que debo encontrar otra manera de pagarle, mostrarle mi cuerpo ya no funcionará, y por su puesto que jamás dejaré que se cobre con lo que me propuso, mi cuerpo ya estaba muy marcado y quebrado, como para encima dejar que alguien se cobrara con mi cuerpo la maldita y jodida droga que consumía, aún no llegaba a ese punto. Debía reestablecer contacto con Tomlinson, él me conseguía buenos pases.

-Hey, vamos ya despierta - de nuevo esa maldita y molesta voz, ahora me daba cuenta de quien era, Luna.

-Si sigues hablando con ese tono de niñera urgida, tendré que despedirte -mascullé, bueno creo que susurré, mi cabeza seguía punzando.

-Me da gusto que estés de vuelta.

Mientras ella corría las ventanas para dejar que la luz entrara, yo abrí mis ojos lentamente, me tomaría parte del día para lograr controlar esta maldita jaqueca producida por el exceso de alcohol. Y aún y así, quería emborracharme nuevamente.

-Tienes que responder a todas mis preguntas -dijo mientras se sentaba a un lado mío en la cama, con sus piernas cruzadas. Estaba procesando sus últimas palabras, pero en eso mis ojos se centraron en la habitación en donde estaba, amplia y luminosa, la cama estaba pegada a la pared en tono blanco, y atrás de la cabecera estaba una ventana enorme, no ubicaba para nada este lugar.

-Dos cosas, ¿dónde mierda estoy?, y ¿Porqué supones que debo responder a tus preguntas?. -dije con el tono más áspero que pude.

Ella puso su cara de ofendida, incluso por unos segundos se la creí, pero después rió, más bien se carcajeó, ese molesto sonido retumbó en mi cabeza, solo pude empujarla para que se callara, después de ver su cuerpo caer al suelo, una ligera sonrisa apareció en mi rostro, bueno al menos ya se había callado.

-Maldita bruja -bufó- la que hace las preguntas soy yo, pero para que veas que coopero, responderé tus preguntas primero.

-Escupe lo que tengas que decir y déjame dormir de nuevo. -dije seca. No tenía ganas de soportar su mierda cuando mi cerebro estaba por estallar.

-Estamos en tu departamento -contestó con una amplia sonrisa- y tendrás que responder a mis preguntas, por que te salvé. -dijo victoriosa.

¿Mi departamento? Oh, sí mi abuelo me dió la noticia ayer, o eso creía, no recordaba cuanto tiempo llevaba aquí, maldita sea que estrés no recordar, ni siquiera me había puesto a pensar en que condiciones había quedado la casa después del incendio, ¿él estará bien?, ¿porqué me mandó inmediatamente al departamento?.

"Soy Niall, soy Irlandés"

No entiendo, ¿porqué llegó ese pensamiento a mi cabeza?, ¿qué tan jodido me quedó el cerebro para permitirme pensar en ese tipo?, era una mierda, jamás nadie había calado tan profundo en mí.

"Te salvé"

¿De qué me salvó esta maldita?, ¿Porqué todos dicen que me han salvado?, ¡Nadie puede salvarme!, forcé mi vista para centrarme en ella, y vi que sus gruesos labios no paraban de moverse, por supuesto no había puesto atención a toda la basura que estaba diciendo.

-¡Para, ya para! -le dije mientras elevaba mis manos en el aire dramáticamente en espera de que se detuviera.- ¿De qué mierda me salvaste?

Eres lo único que quiero (Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora