No sabía que mierda me había metido ayer, pero suponía que debió ser super fuerte, ni siquiera podía sentir la cabeza, me desperté porque la maldita secadora de Luna no dejaba de sonar, le he gritado como mil veces que se calle, pero no me hacía caso, el maldito sonido me estaba taladrándo la cabeza, tenía pensado no ir a clases, pero en vista de que me despertó, creo que debía hacer algo, no quería quedarme todo el día aquí encerrada.
-Apaga ese maldito aparato de mierda -le grité antes de tomar mi celular. Me abrí paso hacia la cocina.
"Lena, tus labios saben igual, me encantas. No olvides lo que hablamos. Louis."
Ugh, lo besé, bueno no tenía nada de malo, la verdad que el chico estaba muy guapo, era muy atractivo, pero no como para tener algo con él, lo conocía mejor que nadie, y el tipo no era de relaciones serias, ni yo tampoco, tenía una cantidad impresionante de zorras que quisieran estar con él, por suerte yo no era una de ellas. ¿Dónde demonios estaban los analgésicos?
-Hasta que despiertas, en 15 minutos nos vamos -me dijo Luna mientras pasa envuelta en la toalla. Solo rodé mis ojos.-Tus curvas se ven bien, ¿Zayn ya las estrenó? -dije tragando la pastilla, mientras la nalgueaba con fuerza, ella se detuvo inmediatamente.
-No- dijo con una cara de terror, lo cual quería decir que era verdad, Zayn no la había tocado. ¡Perdedores!
-Tranquila solo pregunté.
Me paré de la silla alta frente a la barra en la cocina y moví mi trasero hasta el baño, necesitaba cepillar mis dientes, el aliento matutino no era lo mío, lavé mi cara, estaba echa un asco. El reflejo en aquel vidrio, era exactamente la representación de mi alma, podrida, desorientada, maquillaje corrido, labios agrietados, cabello desaliñado. Todo un asco.
-¿Lena?-preguntó mi molesta amiga.-¿Qué? -dije aún con el cepillo en la boca.
-¿Qué pasó con ese chico?. -ya va empezar a joder.
-¿Cuál?.
De nuevo aquí vamos, ella va a echarme todo un sermón por salir con Louis, no entendía, si no le caía pues solo que se mantuviera alejada, no tenía porque estar criticando a mis amistades, ni tenía porque estar jugando un papel que no le correspondía en mi vida, ni que yo criticara a las suyas, bueno de echo era su única amistad, y eso ya era mucho decir, tenía buenos gustos.
-Niall -dijo temerosa, escupí la pasta en el lavabo y sequé mi boca con la toalla colgada en la pared.-¿Él qué?, o sea no entiendo porque lo nombras.
-Ayer lo corriste de tu habitación, él estaba muy alterado.
-Claro que lo corrí, no tiene nada que hacer aquí adentro. Invadió mi espacio, sabes cuanto odio que lo hagan. -me encogí de hombros, ella no debía saber lo que habí pasado entre nosotros.
-¿Segura?.
-Obvio, ¿desde cuándo te doy explicaciones?.
-Tranquilízate, mejor termina de arreglarte. -palmeó mi hombro y me dejó sola.
Me ponía los nervios de punta que mencionaran su nombre, su maldito nombre que lo único que hacía era traer sus ojos a mi mente, ¿porqué demonios tenía que conocerlo?, era una sensación nueva en mí, jamás había tenido la necesidad de querer ver a alguien, ni siquiera de querer volver a besar a alguien. Quería simplemente tenerlo cerca, y devorar sus labios hasta que sangraran. Sí eso quería.Cuando por fin Luna estuvo lista, ambas salimos del departamento y la dejé conducir mi auto, me coloqué unas inmensas gafas para ocultar las asquerosas ojeras que mi desvelada había dejado, me senté en asiento trasero y me extendí por completo, mientras ella conducía yo intentaría dormir un poco. Fue inútil aquello, no había tráfico en las calles, y llegamos en menos de veinte minutos, aparcó el auto y me entregó las llaves.
-Bueno, te veo a las 10, tengo almuerzo a esa hora -me dijo Luna cuando una vez que se alisó el jodido vestido por décima vez.
No le contesté, ni siquiera quería hablar porque sabía que mis palabras retumbarían en mi cabeza, provocando que la jaqueca regresara. Aún tenía diez minutos antes de que mi clase empezara, así que saqué un cigarrillo, necesitaba relajarme un poco. Me recargué sobre mi auto y llevé el cigarrillo a mis labios, ah, la nicotina invadiendo mi sistema, era perfecta esa sensación, nada mejor que fumar a las 8 de la mañana.
-Hola Lena, ¿cómo va la primer semana aquí?. -esa voz la conocía. Giré mi cuerpo y en efecto, esa voz pertenecía a la persona que pensé, Zayn, no sabía si alegrarme de verlo, o solamente ignorarlo, no tenía ganas de hablar con él, ahorita.
-Que tal, bien, jodidas tareas y maestros de mierda. -aventé el humo retenido en mi boca mientras decía aquello.