Capítulo 18 ~ Romeo y Julieta modernos

169 18 3
                                    

Se acercaba el día, tal vez el más esperado por todos los alumnos del instituto Star Revolution, llegaba el día de la función de Romeo y Julieta.

Después de lo ocurrido el día de carnaval y durante el cumpleaños de Ootani, estaba muy nerviosa. Había besado a dos chicos en una misma noche: primero a Riku y luego a Ootani. Aunque uno de los besos fue por un descuido, y el otro, para demostrarle a mi vecino que se equivocaba. El pelirrojo seguía un poco molesto conmigo por aquello. Bueno en realidad, no sé qué le pasaba exactamente. Cada vez que me veía, ya fuese por la calle o por el instituto, apartaba su mirada de mí y no me dirigía la palabra.

Los ensayos habían terminado, así que no era necesario volver a la sala de teatro hasta el día de la función.

Hacía más de una semana que no practicaba ninguno de los actos de la obra. Como a mí las cosas se me olvidan si no pongo empeño por recordarlas, decidí ir a casa del pelirrojo para ensayar.

- Ootani, ¿estás en casa? –llamé a la puerta.    

- No –contestó una voz al otro lado.

-

        

Por supuesto que no –dije sarcásticamente- Pues me voy

Me di la vuelta en dirección a mi casa. En aquel momento, la puerta se abrió de golpe. Al segundo, una mano me había agarrado de la muñeca y tirado hacia dentro de la casa. A continuación, la puerta se cerró.

-

        

¿Qué narices estás haciendo, Ootani? –le pregunté a mi vecino, quien me tenía apoyada contra la pared del pasillo y sus brazos me rodeaban.

-

        

Eres preciosa. Nunca había visto a nadie como tú.

-

        

¿Qué hablas, loco? –me puse muy colorada

A medida que sus labios se acercaban a los míos estaba más nerviosa y notaba como el corazón se me iba a salir del pecho de un momento a otro. Entonces, cuando estaban tan cerca que casi podía rozarlos, se paró en seco y gritó:

-

        

¡Oh, no! La guardia de palacio viene a buscarme. He de irme, mi amada, pero te prometo que volveremos a vernos –y salió corriendo en dirección al salón.

Me quedé un poco traumatizada. ¿Qué mierda se había fumado aquella tarde?

Al instante caí: acababa de representar una de las escenas de la obra. Se suponía que ahora Julieta salía corriendo detrás de él, así que eso hice.

-

        

¡Romeo vuelve! –dije entrando en el salón

-

        

Julieta no me sigas, o también irán a por ti.

-

        

No pienso dejarte solo.

Corrimos por toda su casa como un par de niños pequeños hasta llegar a su cuarto.

Como ya dije en otra ocasión, mi instituto había reescrito la obra un poco a su manera. Ahora venía una escena un tanto pervertida, pero sin salirse de lo adecuado para nuestra edad; bueno, más o menos.

P.S.Premium! Los 10 elementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora