Mi Bandolera (segunda parte de Mi Malvado Vaquero)

¿quién soy?

¶Un año después¶
¡Manos arriba!-grité apuntando a los ocupantes del Banco,como tantas otras veces había hecho,mientras Max y Hugo entraban a la Cámara acorazada y llenaban los sacos de dinero.
Uno de los guardias se levantó e intentó desarmarme, pero no contaba con mi último año de entrenamiento... En menos de un minuto lo tenía contra el suelo, lo golpeé en la cabeza dejándolo inconsciente.
¿Alguien más quiere hacerse el héroe?-grité apuntando al resto, arrancando gritos a todos y haciendo que se tapasen la cabeza.
Vámonos -dijo Max, dándome un par de bolsas y corriendo fuera junto con Hugo. Subimos al coche y escapamos de la policía.
¡Dios Nicole, tienes que tener más cuidado!-gritó Hugo dando un golpe con el puño a la mesa.
Lo siento vale! ¿Que querías que hiciera? -grité encarandole.
¡En cierto modo soy nueva en esto! Desde que desperté en aquel avión, e tenido que empezar de cero, tú no sabes lo que es no saber nada ni como te llamas, ni tu edad, ni de donde vienes... ¡Es horrible no poder recordar!
Max puso una mano en su hombro.
Papá... No la presiones... -dijo mirándole como si le advirtiese -ven vamos a dar un paseo... ¿Vienes Sa... Nicole?
Fruncí el ceño...
Ya era la cuarta vez que casi me llamaba por otro nombre...
No... -contesté-estoy cansada...
Salieron juntos y yo me acosté en la enorme cama que me negaba a compartir con Max... Mi... ¿marido? No sentía nada por él, pero según las actas que me enseñaron estábamos casados... Pero sencillamente no podía ni siquiera besarle, me repugnaba cuando intentaba besarme y la única vez que lo hizo acabé empujandole y limpiandome la boca con asco.
La peor parte fue al principio...
Cuando intentaba que tuviéramos sexo... Fueron cinco meses horribles para mí, pues su simple contacto me repugnaba y me producia ganas de escapar, pero no sabía a donde...
Hacia un par de meses que soñaba con un lugar... Una casa rodeada de campo y un caballo negro que corría junto a otro caballo marrón en el que iba subido un hombre moreno al que nunca conseguía verle la cara... Ese hombre me hacia sentir paz... ¡Y ni siquiera le conocía! ¡No le veía la cara,pero me hacia sentir bien! Pero... ¿Quien sería ese hombre?¿ Le conocería o sería un producto de mi imaginación?
De pronto, escuché disparos y Max entró pálido.
¡Vamos, nos han encontrado! -gritó.