*Franco*
Vamos Sara... Llevas más de una hora en la bañera... -dije golpeando por tercera vez la puerta del baño.
¡Enseguida salgo, impaciente! -gritó desde dentro.
Habíamos quedado con sus padres en dos horas y el camino era de hora y media...
Me senté en el sofá a esperar a que la gringuita se le diera la gana salir...
Diez minutos después la escuché salir.
Al verla se me secó la bocaTenia un vestido tan ceñido y corto que me dieron ganas de encerrarme con ella en la habitación y no dejarla salir de allí en varios días....
Guau... Sara, estas... increíble... -dije mirándola mientras se acercaba por el pasillo, no se como se de donde sacó ese vestido...
¿De donde a salido ese vestido? -dije admirando su cuerpo.
Lo e estado usando de camiseta... Y mira por donde hoy me viene bien... -dijo dando una vuelta y haciendo posturasSe quedó mirándome, mientras daba vueltas a mi alrededor.
Usted tampoco está mal pero... -dijo llevando las manos a mi cuello -nunca me gustaron las pajaritas.
Deshizo mi pajarita riendo.
Al final me tocó ir sin pajarita...
Llegamos al lujoso restaurante, donde nos esperaban sus padres, donde comimos y brindamos felices de que Sara hubiese vuelto a nuestro lado.
Hasta que....
¡Quieto todo el mundo! -gritó alguién.
No... -dijo Sara a mi lado.
¡Que nadie se mueva y nadie saldrá herido! -dijo y entonces miró hacia nuestra mesa.
Vosotros cuatro... ¡Arriba! -dijeron los dos, apuntandonos con ametralladoras.
*Sara*
De pronto Franco saltó hacia uno de ellos y mi padre hacia otro, mientras mi madre se me llevaba a la parte de atrás del restaurante.
Vamos hija no tenemos mucho tiempo-dijo mi madre arrastrándome, cuando de pronto se escuchó un disparo.
¡Franco!¡Papa!-grité intentando volver, mientras mi madre aterrorizada me miraba.
En ese momento escuchamos como cargaban un arma a nuestra espalda.
No hagáis ningún movimiento brusco... -dijo una voz de mujer.
Maldita sea la hora en que me puse este vestido... Apenas podía moverme... Y no digamos defenderme...
Mi madre saltó hacia ella y ambas forcegearon, intentando quedarse con la pistola.
Se escapó un tiro... Y mi madre cayó de rodillas, arrastrando el pasamontañas de la otra... ¡era Leticia!
¡Mama! -corrí a su lado mientras ella andaba hacia atrás lentamente con los ojos muy abiertos.
Me levanté y corrí hacia ella, empezando así una pelea a puñetazos y patadas, sin importarme que el vestido estuviera a la altura de mis costillas...
De repente alguien me cogió del pelo, por la espalda y me tiró al suelo.
Todo se quedó oscuro.
Desperté en una habitación atada, estas cuerdas no eran nada para mí... Así que me desaté, pero cuando llegué a la puerta Max entró, sin camiseta y con un machete de caza en la cintura. Tenía una venda ensangrentada en el brazo.¿Donde te crees que vas? -dijo lanzándome al suelo y abofeteandome Desde la puerta Hugo miraba la escena sonriendo...Leticia estaba detrás de él con los brazos cruzados y una sonrisa cínica en la cara.
Max me agarró por el cuello y me lanzó a la cama, colocándose sobre mí.
Luché con uñas y dientes, mientras él me sujetaba y golpeaba una y otra vez.
Bueno, hijo mío, creo que yo también tengo derecho a divertirme-dijo Hugo.
Creí que iba a acercarse para intentar abusar de mí también, pero para mi sorpresa se volteó hacia Leticia, agarrandola por el cuello y cerrando la puerta de una patada.
Sus gritos de auxilio me daban escalofríos, mientras seguía forcejeando mordiendo y arañando.
Entonces puso el machete en mi cuello y volvió a atar mis manos.
Ven aquí-dijo poniéndome de rodillas delante de él.
Abre la boca -dijo sacando su pene y poniéndolo delete de mi cara, mientras dejaba el machete caer y sacaba una pistola poniéndola en mi cabeza.
¡Vamos! -gritó.
Todo pasó en una milésima de segundo.
Agarré el machete y atravesé su pene de abajo a arriba y tiré hacia mí,abriendoselo por la mitad, mientras el gritaba de dolor y se desangraba en segundos.
Cogí la pistola y el machete y salí de la habitación.
Lo primero que ví al salir fué el cadáver de Leticia, estaba desnuda, con las piernas abiertas y le habían cortado el cuello.
Aquella imagen me dió ganas de vomitar, haciendo que me pegase a la pared tapándome la boca con una mano.
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Mi Bandolera (segunda parte de Mi Malvado Vaquero)
RomanceFranco emprenderá una odisea para encontrar a su esposa Sara, pero...¿que pasará cuando la encuentre?