*Franco*
Recibido-dijo uno de mis compañeros y colgó el teléfono.
Tenemos noticias Aron -dijo sin siquiera mirarme ni dirigirse a mí, cosa que agradecía pues no me gustaba como me miraban desde que había vuelto, odiaba sus caras de lastima... Como deseaba borrar de un tiro sus estúpidas caras...
Franco-me llamó Aron y levanté la cara dejando mis oscuros pensamientos.
Si, Comisario. -dije sin expresión en mi cara.
Aquí en Miami nos tratabamos como si nada pues aquí nadie sabía que era el padre de Sara, osea mi suegro.
Han visto a Hugo y Maximiliano en el centro de la ciudad... -dijo poniéndose la chaqueta del uniforme.
Me levanté cogiendo mi placa y mi pistola.Llegamos al lugar empezamos a perseguirlos a distancia para que no se diesen cuenta...
Apreté los puños con furia al ver a Maximiliano.
No quiero que hagas tonterías ¿de acuerdo Franco? -dijo mi compañera Leticia. -no soportaría que te pasase nada...Puso su mano sobre mi antebrazo mirándome con ojos de Cordero degollado.
Sabía de sobra que le interesaba... Nadie sabía nada sobre Sara aquí... Y tampoco que yo estaba casado,por motivos de Seguridad, así que a pesar de mi rechazo ella no cejaba en su empeño conmigo...
Aron frunció el ceño al ver como me miraba.
Señorita Castro, deje los coqueteos para sus dias libres. -dijo provocando que ella se ruborizase al extremo de tener que esconder la vergüenza asomándose por la ventana, lo que atrajo la atención de Hugo, que reconoció a Aron y hechó a correr.
¡Maldita sea! -dije y corrimos tras ellos. Hugo empezó a disparar y Maximiliano entró en la casa hacia la que habían corrido, saliendo con una mujer de la mano...
Sara... -susurré, saliendo de mi escondite y corriendo hacia ella.
Ella al verme abrió mucho los ojos y... ¡me apuntó con su arma!
¿¡Sara que haces!? -grité levantando las manos.
¡Alejese!-gritó con su cara llena de confusión.
¡Dispara Nicole!-gritó Maximiliano.
¿Nicole? -repetí confundido.
Ella me miraba sin bajar el arma. Alargué la mano hacia su pistola.
Sara... dame el arma... -dije y Hugo se interpuso entre nosotros, disparandome.
Aron llegó a mi lado justo para ver a Sara correr y subirse al coche por su propia voluntad.
Tranquilo hijo, pronto vendrá la ambulancia... -dijo presionando la herida en mi vientre.
¡Franco! -gritó Leticia llegando a mi lado y arrodillandose temblando.
No se separó de mi lado en ningún momento, hasta intentó entrar a la Sala de curas, pero como no pudo, empezó a gritar mientras esperaba en la Sala de espera... Incluso desde dentro se la oía.
ESTÁS LEYENDO
Mi Bandolera (segunda parte de Mi Malvado Vaquero)
RomanceFranco emprenderá una odisea para encontrar a su esposa Sara, pero...¿que pasará cuando la encuentre?