Capítulo 6

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Un atisbo de preocupación y temor surcó la mirada de Ayen, quien estupefacta, analizaba cada mínima expresión en Derek, o por lo menos intentaba hacerlo. Mantenía su rostro atractivo tan duro como una roca y gélido cual glacial. Parecía casi imposible adivinar cualquier atisbo sentimental; sólo presente se encontraba la irritación de haberlas encontrado.

Repentinamente, rodeada por aquellas paredes agrietadas y húmedas, Ayen sintió un extraño peso sobre los hombros: impotencia. La culpabilidad por haber aparecido en el terreno seguramente propiedad de los hombres lobo era inminente, aunque por otro lado, ellas sólo acudieron allí en busca de fotografías ¿Acaso todo iba a estar relacionado con aquellas criaturas sobrenaturales? ¿Resultaría imposible caminar libremente? Buscando algo de serenidad inspiró lentamente mientras, a su lado, Assy parecía hacer un gran esfuerzo en no retroceder y mostrar así parte de su temor e inseguridad. Vigilándolas, tan atractivos como peligrosos, los hombres lobo hacían caso a las palabras del alfa cual muñecos renegados, manteniendo expresiones reacias y curiosas. Menos Leo, Leo Hale continuaba varios pasos tras Derek con una sonrisa burlona jugueteando en los varoniles labios.

- Mira, sólo hemos venido a sacar un par de fotografías - Comenzó a decir Ros. En su tonalidad de voz, varios tonos más roncos, Assy comprendió el esfuerzo por respirar en la mayor del grupo. - No sé si esto es vuestro, o era una casa de tu tatarabuelo, pero hay modos y modos de tratar a la gente ¿Sabes, machote?

El rostro pétreo del alfa pareció variar unos segundos ante la palabra. Ayen comprendió rápidamente que seguramente no estaría demasiado acostumbrado a aquel tipo de trato. Mediando paz, avanzó un par de pasos para señalar con desasosiego al moreno.

- Es Derek, un modelo gay que tenemos en ocasiones en la facultad ¿No lo habías visto antes? - Rápidamente Ayen quiso abofetearse por improvisar algo tan patético. Asustada, se esforzó por sonreír sin querer enfrentar al aludido. - Así que parecemos interrumpir algo, lo mejor será que...

- Espera - De repente, Leo adelantó con dos grandes zancadas al estupefacto de su primo. La larga melena oscura se movió tras él en hebras sedosas y ligeramente rizadas. Assy contuvo el aliento casi sin percatarse cuando posó los ojos en ella. - ¿Vosotras sois las de la discoteca?

Por un momento del cual desconoció si era demasiado o apenas segundos, la penetrante mirada del lobo se cruzó con ella. A pesar de su gran altura y corpulencia, Assy sintió que extrañamente había un vínculo entre ambos, pero ¿Cómo? Era la primera vez que se encontraba con dicho ejemplar, al cual tenía ganas de desnudar y dibujar a la vez. Tan bello, salvaje, un 'Hombre' con todas las letras.

Pensativa frunció el ceño cuando quiso referirse hacia ellas en ese término. Piezas de un extraño puzzle comenzaron a encajar, creando imágenes no demasiado agradables donde, ese hombre se abalanzaba sobre ella hambriento, emitiendo gruñidos salvajes. "Dios, no" horrorizada retrocedió bruscamente hasta chocarse con la puerta entreabierta del exterior. Estaba viviendo en una pesadilla y necesitaba despertar cuanto antes. Jadeando por lo bajo, expulsando el típico vaho debido a las bajas temperaturas, paseó la mirada por todo hombre allí presente ¿También eran hombres lobo? ¿Iban a transformarse y atacar por haber entrado allí?

Sin darle tiempo de reacción, Derek, quien leía a la perfección su impulsiva reacción, no dudó en colocar una bronceada mano en el hombro de Leo para instarle a retroceder.

- Alex - La ronca voz del alfa volvió a resonar, esta vez un tanto más tranquila y sosegada. - Acompaña a las chicas por el camino hacia sus vehículos. Ten cuidado.

Todas miraron hacia donde el atractivo rubio asentía con ambas manos ocultas en su chaqueta americana. Al contrario que los demás, parecía poseer cierto cuidado a la hora del estilismo, casi dándole un toque llamativo cual modelo de revista juvenil. Ayen agradeció en silencio su amistosa sonrisa, pues con los nervios a flor de piel, lo último necesario era alguien enfurecido como Marlon.

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