Enamorándome De Ti

Frialdad y una propuesta

Después de esa conversación, las cosas en la torre de volvieron frías.

Steve seguía disfrutando de su tiempo con Peter, estaba de regreso y las cosas seguían su curso, pero, después de esa plática, Steve y Tony jamás estaban el mismo espacio, a menos que fuese por una misión.

Los asuntos de los vengadores los trataban a través de mensajería, a pesar de que estaban en el mismo espacio y cuando uno llegaba a un sitio y estaba el otro, el otro se iba.

Peter no estaba conforme con la situación porque podía ver la tristeza de ambos, podía sentir su desconsuelo y su dolor, y sabía que estaban sufriendo de forma injusta, ya que ambos tenían sentimientos por el contrario. Pero no sabía qué hacer, Steve estaba molesto con Tony, y con razón, y Tony solo se la pasaba encerrado en su taller, autodestruyendose y sin hacer más que autocompadecerse.

No le gustaba ver sufrir a las dos personas más importantes para él y saber que no podía hacer nada para impedirlo.

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Una misión especialmente importante que requería la presencia de todos los vengadores se dió lugar.

Todos podían sentir la incomodidad y tensión que emanaba de sus líderes, pero nadie decía nada por temor a que esto provocará la molestia de alguno de los dos y arruinará la misión.

Steve, como líder en cabeza, repartió las instrucciones necesarias y la asignación para cada uno, y Tony advirtió de los posibles riesgos y del análisis hecho al enemigo, antes de ponerse de acuerdo y partir al sitio, buscando proteger las vidas de los inocentes que se encontraban en riesgo.

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La misión fue un completo desastre. A pesar de que lograron reducir los daños a la población civil al máximo y de lograron derrotar al enemigo, varios de los miembros del equipo resultaron afectados.

Peter tuvo heridas menores, nada grave, si no fuese porque Steve estaba cuidando siempre su espalda y protegiéndolo de los peligros más severos. Clint se partió un brazo y sufrió cortés menores, Natasha solo tuvo una torcedura de tobillo y cortes menores, pero Tony fue el más grave de todos. Cuando se hizo la evaluación de riesgos, él los previno a todos sobre los peligros a los que podían exponerse pero no tomó en cuenta los suyos, y a causa de su error, recibió varias heridas graves, que gracias a su descuido se hicieron mucho más graves y que le tenían en delicado estado de salud en el hospital.

La preocupación y el miedo de Peter y Steve eran palpables, sabían que Tony era muy fuerte, pero sabían también que las cosas podían salir mal en cualquier momento, por eso estaban en vilo, a la espera de noticias del estado de salud de Tony.

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—el paciente se encuentra bien, se encuentra estable y necesitará de mucho cuidado y descanso, pues presenta a, parte de sus heridas que son de cuidado, un cuadro de deshidratación y una baja considerablemente en su peso— informó la enfermera a los presentes, dándoles un parte de alivio.

Pero Steve no podía dejar de sentirse culpable por el estado de salud de Tony, ya que desde su plática, el castaño había descuidado severamente su salud.

Peter, adivinando sus pensamientos, se acercó y lo abrazó brevemente, para después murmurarle.

—tu no tienes la culpa de su estado, es él quien se ha descuidado y quien no ha querido hacer algo porque las cosas cambien, así que no te sientas culpable por su irresponsabilidad. Él tomó sus decisiones— aseguró con firmeza, ganándose una sonrisa triste del rubio.

—a veces siento que no te merezco, eres un gran chico Peter. Y lamento que tengas que ver esto, tu no deberías pasar por esto— murmuró de vuelta, acariciando sus rebeldes cabellos.

—todavía lo amas, aún sigues haciendo estás mismas cosas por él. Me duele que haya tenido la oportunidad de ser feliz y no la haya tomado— se lamentó con tristeza, separándose por completo del rubio y guiandolos hacia una de las sillas de espera.

—si, todavía lo amó, pero todavía me duele el daño que me hizo. Desgraciadamente, lo hecho, hecho esta— respondió con tristeza, dolor y resignación, mientras su mirada se perdía en el vacío.

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—Barnes, te propongo un trato— empezó la pelirroja una vez se encontraron a solas.

—¿Vas a aceptar por fin tener una cita conmigo?— preguntó el castaño con interés, a la espera de que su tiempo siguiendo (acosando) a la pelirroja por una cita diera sus frutos.

—nada de eso ¿Tienes agua en el cerebro o qué?— preguntó con ironía la mujer antes de continuar —mira, tu sobrino cumple años en diez días y para él, el mejor obsequio de cumpleaños sería ver a sus padres juntos— explicó la mujer, siendo interrumpida por el castaño.

—¿Quién es mi sobrino? ¿Steve tuvo hijos y no me enteré?— preguntó con seriedad, pero divirtiéndose internamente con lo hilarante de la situación y con la expresión de la pelirroja.

—¿Eres tan denso, Barnes? Hablo de Peter Parker— respondió con molestia e impaciencia la pelirroja, aguantando las gamas de golpear al hombre frente a ella. —como decía, su cumpleaños está cerca, y le gustaría ver a Tony y a Steve juntos, por lo que tengo un plan para contentarlos, pero necesito tu ayuda para eso— terminó la mujer, mirándolo con seriedad.

—lo haré— respondió con determinación y seriedad.

—¿En verdad lo vas a hacer?— preguntó la mujer con inexpresividad, sin delatar la enorme sorpresa que le había generado que el contrario aceptará son pedir...

—si, pero si yo lo hago, tú vas a tener una cita conmigo— respondió con una sonrisa de medio lado.

—viniendo de ti, era demasiado hermoso para ser creíble— comentó con un tinte de molestia —se supone que Steve es tu hermano, deberías de colaborar sin pedir cosas a cambio— agregó en el mismo tono.

—Steve es mi mejor amigo y hermano, haría cualquier cosa por verlo feliz, pero eso no significa que sea idiota y que deje escapar una oportunidad de poder salirme con la mía, Natasha— le respondió con una sonrisita irritante que la pelirroja quería desaparecer de un puñetazo.

—soy Romanoff para ti, Barnes, y voy a aceptar ir a tu estúpida cita, si y sólo sí, las cosas entre Steve y Tony se arreglan, y no quiero esas estupideces de salidas a comer, salidas al parque, salidas al cine y mucho menos salidas al circo, ahí verás tú cómo lo solucionas— avisó de mal humor la pelirroja, recibiendo un enérgico asentamiento de castaño, quien sonreía como idiota. —ahora, estuve platicando con Steve, y por lo que pude leer entre líneas, él no cree en que el amor de Tony sea real, así que creo que lo que necesita Steve, por lo menos para darle la oportunidad a Tony es una prueba de qué es real y sé dónde conseguirla. Tu trabajo es guiar a Steve hacia ella— le explicó la mujer a lo que el castaño asintió con seriedad.

—¿Y cuál es esa prueba?— preguntó el castaño con seriedad.

—las grabaciones de todo lo que pasó en tiempo que Steve estuvo "inconsciente"— respondió con seriedad la pelirroja.

—no necesitas explicarme nada más, ya se lo que tengo que hacer. Voy a hacer que las cosas entre ese par se arreglen y voy a obtener mi cita contigo, eso tenlo por seguro— expresó con seriedad y determinación, antes de irse. —nos vemos después, Natasha— se despidió de camino a la salida.

Si se hubiese quedado un poco más, hubiera notado el ligero nerviosismo de la pelirroja, quien respiro para calmarse y se dijo que ese idiota no sabía en qué se habla metido y que seguro desistiría después de la primera cita.

Lo que de verdad esperaba es que cumpliera su palabra y que su intervención ayudará a acabar con la tensión sexual de aquel par y con el aura incómoda que habían instalado en toda la torre, no solo por el bienestar del equipo, también por el del pequeño niño araña.