Irreal pero fantástico | Ivandri

capítulo 1/ mi vecino

-ASÍ QUE APAGA Y VAMONOSSSSS (OHOHOH) PAGA Y VAMONOS- Los gritos de Yoandri se escucharon por toda la manzana. Su vecino de la derecha ya estaba acostumbrado de verdad, vive en ese lugar desde los 18 y cada mañana escucha una canción de Ventino o Tini, la que sea, solo ponía su playlist en aleatorio y la que saliera era suficiente para que pueda ponerse a hacer los quehaceres de la casa.

Sin embargo… su nuevo vecino de la izquierda no estaba muy contento con eso. Cada vez que Yoandri ponía su música recibía una queja de su parte, siempre se aparecía en la puerta de su casa, con una cara que mostraba que recién había despertado y el mal humor que le causaba despertarse por el sonido de la música.

-¿Qué te pasa? ¿No te das cuenta que son las 9am? ¡Tus vecinos quieren dormir! Y tú también deberías hacerlo.- Ahí estaba él, Ivan Lam, la persona mas bella de su vecindario, de su instituto y hasta podría decir que del mundo entero.

La verdad es que a Yoandri le encantaba su música, amaba cantar a los gritos a esas horas de la mañana, pero lo que más le gustaba era ver a Ivan cada mañana parado en su puerta.
Simplemente con saber que el chico más guapo y atlético que conocía sabía que él existía lo hacía feliz, aunque claramente, Ivan no estaba tan feliz con su existencia.

-¿Estas escuchándome?

-¿Sí? Bueno, tal vez no.- respondió sincero. Él ya sabía todo lo que estaba diciendo. Daba el mismo discurso cada mañana. Que no debes poner esa música a esa hora, que le iba a hacer una denuncia por el ruido, que si quería escuchar algo a esa hora que escuche música de "hombre", y bla bla bla.

-¿Entonces qué harás?- Preguntó Ivan ya enfadado por la falta de atención que le estaba poniendo Yoandri.

-Si quieres que te sea sincero… No dejaré de poner mi música, tampoco cambiaré las canciones que escucho, podrías dormirte un poco más temprano y así no tendrías sueño a estas horas de la mañana.
Si me dejas darte un concejo, quiero decirte que eso de dormirte a eso de las 3 o 4 de la madrugada no te esta ayudando en nada, se nota que siempre estas cansado, hasta en tus partidos.

-¿Y tú como sabes todo eso? ¿Acaso estas acosándome?- En ese momento Yoandri se dio cuenta que la había cagado.

-Creo que fue mucha charla por hoy.- Y le cerró la puerta en la cara.

Apoyado en la puerta pensó en lo necesario que era dejar de espiar a Ivan, pero es una adicción que había intentado dejar. Era i m p o s i b l e.
Tenía una sería obsesión con él. Le gustaba por las noches ponerse sus binoculares y observarlo por la ventana. Verlo haciendo absolutamente nada eran sus planes cada noche, sea fin de semana o un día de clases.

Tenía unas clases en conjunto con Ivan, y cada tarde iba a verlo entrenar con la excusa de ver a Joel, uno de sus amigos (y el único) de su infancia.

Continuó ordenando su casa, aunque sabía que en su cabeza había un gran desorden.

Sintió el teléfono sonar. Paró la música y sin fijarse quién era atendió.

-Hola.

-Yoandri, ¿cómo estás?- Sintió la voz de Joel del otro lado de la línea.

-Hola Joe, yo estoy de maravilla. ¿Tú?- Una sonrisa se formó en su rostro al recordar la visita de Ivan.

-¿A qué se debe? No, espera, no me digas, yo puedo adivinar.- Hizo una pausa fingiendo pensar. -Ivan fue a decirte que debías bajarle a la música, ¿no?

Una leve risa se escapó de la boca de Yoandri, tenía tan cansado a Joel que sabía que sus buenos humores eran porque el amor de su vida le había dirigido la palabra.