cap2 - Fiesta en la casa de Joel

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- Pensé que no ibas a bajar, ya te estabas tardando. - Joel me gritó cerca de mi oído ya que sino sería imposible que lo escuchase.

- Ajá. - Fue lo único que pude decir. Mi mirada y toda mi atención seguía plantada en sus ojos.

Joel siguió mi vista hasta el punto en el que estaba apoyada.

- Ve a hablar con él. - Me volvió a gritar Joel mientras tomaba un trago de su cerveza. Ahí fue cuando toda mi atención se plantó en Joel.

- ¿Estas loco no? Todavía lo invitas y ni me dices. - Estaba enfadado, o quizás no, pero me hubiese gustado que Joel le haya avisado.

- Como tu quieras. ¿Quieres tomar algo?

- ¿Hay algún refresco?

- En verdad pensé que podrías tomarte una cerveza. - Acotó Joel acercándole el vaso rojo que tenía en su mano.

Tomé un trago. El sabor agrio de la cerveza quedó en mi boca durante un momento. Volvió a mirar a Ivan.

Ivan

El chico raro del instituto, mi vecino insoportable, o el chico que se viste mal (como quieran llamarlo), estaba observándome desde las escaleras de la casa de Joel.

Es MUY raro. Siento su mirada encima de mi todo el tiempo. ¡Hasta en mi casa! Esto ya me daba miedo. Además el tipo de música que escuchaba no era de mi agrado, y tener que ir todos los días a la puerta de su casa me estaba cansando. Cada día notaba más su falta de atención en mis palabras. Me miraba de una forma muy rara.

- Mira Ivan, lograste llamar la atención del rata otra vez. - Habló Christopher, mi mejor amigo.

Así era apodado en nuestro grupo. ¿La razón? Fácil, el lucía igual que una de ellas.

Christopher, Zabdiel, Erick y yo tenemos la mayor popularidad en ese lugar. Somos... ¿como decirlo?, los mejores. Muchas personas han querido estar con nosotros, pero eso es imposible, ninguno llega ni siquiera a nuestros talones.

Excepto Joel Pimentel. Hemos intentado de mil formas que se una a nosotros. Ese chico lo tiene todo; popularidad, dinero, y buenas notas. El día que ya no se junte con la rata de seguro va a venir de rodillas a pedirnos que lo integremos.

- Creo que esta muy obsesionado contigo. Ve a hablarle, por ahí terminan enamorándose. - Erick comentó y todos comenzaron a reír. Hasta yo.

- Al menos hoy esta vestido bien, creo que es el momento justo para pedir un deseo. - Volvimos a reír.

Así era yo. Un hombre bien hecho y sin ningún tipo de sentimientos hacia nadie. Así me habían enseñado a ser, y así sería hasta el resto de mi vida.

Mi lema es: Acercarte a mi si: 1. Tienes la popularidad que yo tengo. 2. Vistes bien. 3. Tienes mucho dinero.

Y adivinen ¿quien NO cumplía ninguna de esas normas? Así es. El rata.

- Oigan, ¿quién creen que le habrá prestado la ropa? - Zabdiel habló sacándome de mi burbuja.

- Pimentel. Obviamente. - Todos giramos la mirada hacia él. - Estoy segura que alguna vez lo vi con esa ropa. - Comentó Erick.

- Tú sí que lo ves bien Erick. - Christopher se burló y Erick golpeó su hombro.

- Ya basta mariquitas. - Les grite y tomé un trago de mi cerveza. - Vamos a hablar con él. Se ve solito. - Terminé haciendo un puchero con los labios.

Todos nos fuimos en la dirección en la que estaba el rata parado al lado de Joel.

- Pero mira que lindo te pusiste hoy. - Habló Zabdiel y le acercó un vaso de cerveza, al que rápidamente Yoandri se negó.

Irreal pero fantástico | IvandriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora