Irreal pero fantástico | Ivandri

Capítulo 5 | Invisible

Invisible.
Eso es lo que quisiera ser en estos momentos.
¿Me vio? ¿Que tengo que hacer? Tome mi celular, pensé en llamar a Joel para que me ayudara, pero cuando estuve a punto de marcarle decidí que yo mismo tendría que tomar una decisión.

"¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago?" Pensaba mientras daba muchas vueltas en círculos.

-De acuerdo. Me voy a acercar a la ventana sigilosamente para observar si él sigue allí- susurre y seguí mi plan.

Y sí. Seguía en la ventana. Supongo que esperaba a que me acercara para darle una explicación. Tenía miedo de lo que podría suceder en este momento.

-okey. Simplemente me esconderé y lo esquivaré el resto de mi vida.- Volví a susurrar, aunque esta vez el recuerdo de una fiesta a la que debo asistir esta noche me arruinó lo que pensaba hacer de ahora en adelante. Obviamente que en esa fiesta nos íbamos a encontrar y él iba a querer hablar de esto.

Me asome a la ventana y automáticamente Ivan comenzó a reír.

-¡Ey! ¿De que te reís?- pregunte con mi ceño fruncido.
-Así que eres tú quién me vigila.- cruzó sus brazos sobre su pecho.

Mi cara se volvió de un color rojo intenso. Estaba avergonzado.

-¿Q-Quién te dijo esta to-tontería?

-No fue necesario que nadie me lo dijera. Te acabo de ver con mis propios ojos y cada noche siento que alguien me mira. Al principio pensaba que esta casa estaba embrujada. Los chicos van a morirse cuando se los cuente.

No podía creer que en serio me había visto y que se lo contaría a ellos. Mis tiempos como acosador terminaron.

-Acabo de ver qué te maquillas.- comenté. Si íbamos a decir las cosas que sabíamos el uno del otro que sea justo.

Su cara se transformó de una gran sonrisa a un gesto de desagrado. No me aguante y comencé a reír.

-Que no se te ocurra decir ni una palabra de esto, rata.- Me dijo con un tono que hizo que logre darme cuenta de que estaba enfadado. Definitivamente si decía algo de esto su carrera como el más popular quedaría acabada y sus amigos ya no lo serían. Es que, estoy seguro que le dirían que son cosas de chicas y se alejarían de él. Me da un poco de lástima, pero es lo que le va a pasar si él dice algo de esto. No quería quedar mucho más "raro" de lo que ya soy.

-Yo no digo si tú no dices.- propuse y no recibí respuesta. -Okey, entonces todos se divertirán mucho cuando lo cuente en tu fiesta.

-¡NO NO NO!- suspiró. -De acuerdo. Nadie se entera de nada. Ni siquiera Vera o Pimentel.

-Trato hecho.- termine la conversación y cerré la ventana.

Esta noche, sería divertida

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Llegó la hora de la fiesta. Finalmente me vestí con algo muy tranquilo. Una playera blanca, un jean negro y vans. Clásico.

Joel y Johann pasaron por mi como siempre. No es lindo llegar solo a un lugar lleno de gente. De todas formas, la música ya se escuchaba en mi casa.

Cuando entramos a lo de Iván, no podía creer lo grande que era su casa. Nunca había entrado ni observado hacia adentro, no imaginé que fuera así.

No pasaron ni 10 minutos de haber entrado y nosotros ya estábamos bailando. Realmente, desde que me vieron bailar en la casa de Joel ya no me avergüenzo al hacerlo.

-Rata.- Me hablaron los del ZECI. Voltee mis ojos y me di vuelta para mirarlos. Automáticamente Joel y Johann se pararon detrás de mi.

-Tranquilos, no le voy a hacer nada.- Hablo Ivan dirigiéndose a mis amigos.

-¿Qué necesitas?- le pregunte cortésmente

-Solo venía a decirte que estás lindo.- Me susurro en el oído y un calor comenzó a subir por mis mejillas. Todo lo que podía lograr Ivan solamente diciéndome cosas al oído era increíble. -Y que no te olvides de lo que hablamos hoy.- Terminó y se alejó.

-Yo no me voy a olvidar si tú no te olvidas.- le guiñé el ojo y me di la vuelta para seguir bailando. Él sonrió y se marchó.

-¿Qué es eso que no puede contar?- Preguntó Joel en mi oído.

-Nada, no importa.- le dije sin darle importancia.

Nadie se podía enterar.