Pharmacy (bts jjk)

1. Pills

-De nada- esbozo una sonrisa y tomo entre mis dedos mi mechero azul.

Veo como el hombre sigue caminando y guardo nuevamente el objeto en el bolsillo de mis pantalones.
Vuelvo a mi libro y releo por tercera vez la misma frase que la gente que vagaba por la plaza -o como yo le llamo 'mi plaza'- se habia empeñado en interrumpir. La primera vez una mujer me pedia una ayuda para alimentar a sus hijos y contribui con el poco efectivo que tenia. La segunda un chico de mi edad me pedia un cigarrillo y si no hubiera sido por lo atractivo que me parecio se lo hubiera negado con la tipica mentira de que ya no me quedaban. Y por ultima vez el hombre que me pidio 'fuego'.
"-No veo como podria ayudarme doctor. La ultima vez que nos vimos estoy seguro de que ni usted sabia. Ademas..."
Por fin empezaba a leer algo nuevo cuando mi telefono comienza a sonar.
-Mierda- murmuro.
Veo el nombre de mi madre y atiendo, saludandola.

-Sin. Dime, ¿donde estas?

-Cerca de casa, solo miraba algunos locales- miento. No es que fuera malo que estuviera donde en realidad estaba. Es solo que es 'mi' lugar y no quiero ningun intruso mientras descanso de la gente que me conoce.

-Escucha, necesito que pases por el cajero y retires algo de efectivo. Hoy tengo una cena y no llegare a pasar yo.

Resoplo y ruedo los ojos.

-Bien, volvere a casa en un rato.

-Te amo.

-Yo mas- y cuelgo.

No es que fuera muy cariñosa con mi madre- aunque fuera una de las personas que mas amo en la tierra- pero esas palabras nunca faltaban y jamas carecian de significado.

Cuelgo y antes de intentar leer de nuevo veo la notificacion de un mensaje.

Idea nro. 1:
Me quieres?

Claro que la queria. Pero sabia a que se referia con ese mensaje.

Que necesitas?

Idea nro. 1:
Pues ya que estas fuera pense que podrias pasar por la farmacia y comprarme mis pildoras...

Eres una peresoza.

Un emoji sonriente y nada mas, dandome a entender que mi hermana mayor habia asumido que lo haria.

Ya sin ganas de ser interrumpida, me levanto del banco de madera y me encamino al cajero que quedaba a unas cuatro cuadras de donde estaba.
Luego de hacer lo que mi madre me habia pedido camino otras seis y entro en la farmacia mas cercana a mi casa. Exactamente a una cuadra y media.

Camino hasta el fondo del lugar, en donde se encontraba un hombre alto y canoso. Al ver que no habia nadie mas me acerco dispuesta a hablar, pero él se me adelanta.

-Si, ¿en que puedo ayudarla?- me observa con ojos cansados.

-Buscaba anticonceptivos Kala, por favor- apenas termino de decirlo suena el telefono. El hombre resopla y atiende.

-Farmacia, buenas tardes- un silencio corto. -Ah, señor- otro mas.- Si, si- de nuevo.- Un segundo.

Baja el telefono hasta su hombro para que la persona que llamaba no lo escuche.

-Jeon- llama el hombre.

Respondiendo al nombre, un chico alto aparece por un costado a paso lento y con cara de aburrimiento. A diferencia de todos los que trabajan aqui el no trae uniforme. Tan solo una remera negra y unos jeans oscuros. Cuando comienza a acercarse noto que estaba terminando de masticar algo.

-Dale unas Kala, por favor- continuó al ver que el chico se posicionaba a su lado detras del mostrador. Acto seguido se adentró al pasillo del que habia salido el muchacho, que ahora me daba la espalda mientras buscaba mi pedido en un estante.
Se da la vuelta y me mira por unos segundos. Luego baja la mirada con una leve sonrisa ladina mientras tipea un codigo en una computadora. Ya no se veia tan aburrido.

-¿Tienes novio?- suelta de repente mientras vuelve su mirada hacia mi. Su voz se escucho algo baja pero muy segura.

-¿Perdon?- digo sin entender. O mejor dicho entendiendo perfectamente pero aun asi confundida.

-Por las pildoras- dice señalando la caja con la cabeza.

Ni siquiera me lo habia dicho de mala manera pero las interrupciones a mi descanso de hoy me habian dejado de mal humor. Por lo que yo si le contesto de mala gana.

-Sabes que estas pildoras no son solo para mantener relaciones sexuales, ¿verdad?

El desconocido sonrie ahora con mas ganas a la vez que elevaba ambas cejas.

-Por supuesto que lo se. Trabajo en una farmacia- suelta una muy leve carcajada que casi ni se nota.

-Pues entonces me parece una pregunta de lo mas inutil- le contesto con una leve sonrisa. Aunque estuviera cabreada no dejaria que él lo notara. Por mas que mis palabras lo hicieran obvio.

Ahora si se rie con mas ganas.

-Lo siento- dice-, lo de las pildoras era solo una excusa para saber si tenia el camino libre.

Esto es mucho.

-Y, ¿por que asumes que me gustan los hombres?- digo ahora mas cabreada que antes pero soltando una risita sarcastica, que dejaba ver que no me gustaba la conversacion.

-Si no es asi dejare de molestarte y te pedire disculpas- hace una pausa mientras coloca la caja de pildoras en una bolsa y me mira de nuevo.- Pero de lo contrario solo somos dos estupidos poniendo excusas ridiculas- dice esto ultimo borrando la seriedad con la que me habia hablado cuando le mencione que tal vez me gustaban las mujeres y vuelve a sonreir.

-¿Cuanto es?- digo ignorando su comentario.

Suelta una carcajada mas sonora.

-Creo que te he descubierto.

-¿Cuanto es? -repito tan solo un poquito menos sonriente que antes.

Deja de reir sin quitar su sonrisa cinica del todo. Hecha un vistazo a la computadora y luego me observa y me informa del precio. Le extiendo mi tarjeta de credito y mi documento.

-De todas maneras- toma solo mi identificación entre sus dedos-, para pagar tanto y no follar...- lo observa mas detenidamente y me mira, ampliando su sonrisa nuevamente- te compadezco, Sin Ah.

Lo miro incredula.

-Te cobran en la caja- finaliza devolviendome mi identificacion.