Pharmacy (bts jjk)

The Saint

Escucho un sonido. Lejos.

Una alarma.

Abro los ojos. Los cierro.

Los abro de nuevo. Despego la cabeza de la almohada y volteo en busca del paradero de mi móvil con los ojos muy, muy pequeñitos.

Me doy cuenta de que no se trata de mi alarma, sino del tono de llamada.

Giro sobre mi torso y sostengo mi peso sobre uno de mis codos, mientras alargo una mano y tomo el aparato.

Veo el nombre de Jungkook y levanto los ojos hasta encontrarme con la hora, marcando las once de la mañana.

Desconecto el móvil del cargador y deslizo el pulgar de izquierda a derecha, contestando.

Pego el celular a mi oreja y me dejo caer en el colchón sobre mi pecho, pasando uno de mis brazos por debajo de la almohada. Cierro los ojos.

Suelto un sonido desde la garganta que le indica que lo escucho.

Escucho su risa del otro lado de la línea e instantáneamente mis labios se curvan en una sonrisa.

-¿Estabas durmiendo?- dice con una voz ronca.

-¿Por qué no estás durmiendo tú?- digo trabándome con las palabras. Claramente mi cuerpo sigue más dormido que mi cerebro.

Anoche Jungkook había trabajado hasta las cuatro de la mañana y a mí me habían llamado del trabajo para hacer día completo, por lo que los dos estábamos prácticamente muertos. Me impresiona que él haya podido despertarse antes del mediodía.

-Acabo de despertarme- me informa. -Pero es que me di cuenta que el día esta precioso.

Abro solo uno de mis ojos y dirijo la vista hacia la ventana. Entran algunos rayos de luz pero no puedo apreciar por completo el día tan bello del que me cuenta.

-Ah, ¿sí?

Hace un sonido afirmativo.

-Sé que ibas a venir más tarde, pero... no quiero esperar hasta la noche.

El ojo que mantenía cerrado termina por abrirse y acompañar al otro. Giro una vez más sobre mi torso y me recuesto sobre mi espalda. Mi sonrisa se ensancha y observo el techo.

-Hagamos algo- agrega.

Mis labios se despegan y dejo salir una pequeña risita.

-¿Ahora?- pregunto.

-Ahora- contesta enseguida.

Relamo mis labios y separo el móvil de mi oído para volver a chequear el horario.

-Vas a tener que darme un rato.

Oigo algunos sonidos del otro lado, como si estuviera rodando sobre la cama.

-¿Me avisas?- dice.

Por algún motivo, el tono de su voz me enternece. Imagino la sonrisa que aparece en su rostro cada vez que me habla de esa misma manera.

-Si- susurro.

Abro la puerta de mi casa y por fin entiendo de lo que hablaba. Hace frio, pero el cielo está completamente despejado y el sol radiante.

Jungkook me sonríe cuando me ve salir. Se baja de la motocicleta y se me acerca. Mis manos suben hasta sus mejillas y las suyas me acercan desde la cadera. Lo beso en los labios y su piel me enloquece como la primera vez que la había probado. Sonrío sobre su boca recordando aquella vez en el extraño bar. La imagen de mi cabeza me hace pensar en todo el tiempo que hemos pasado juntos los últimos meses.