44.

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La lluvia de la ducha cae sobre nuestros cuerpos.

Me siento totalmente despierta después de unos cuantos minutos bajo las refrescantes gotas.

Enjuago el acondicionador de las puntas de mi cabello, ya casi lista para salir. Pero parece que él tienes otros planes.

Sonríe con picardía cuando se me acerca. Me toma de los costados de la cabeza y presiona sus labios contra los míos.

Me hace caminar unos cortos pasos hacia atrás y el agua cae sobre nuestras cabezas.

Sonrío pegada a su boca. Enredo los brazos en su cuello y profundizo el beso.

La crema que se desliza desde mi cabello le otorga una ostensible suavidad a nuestros cuerpos unidos.

Se agacha apenas para levantarme desde los muslos. Pega mi espalda a la fría pared.

Abrazo su cadera con mis piernas mientras lo deseo tanto como cualquier otro día.

Sin embargo, me separo de sus labios.

-Se nos hace tarde- digo observando sus ojos, cuyos parpados aún siguen pesados.

Jungkook se queja con un sonido desde la garganta y esconde la cabeza en mi cuello. Suspira sobre mi piel.

Me deja de nuevo sobre el suelo de la bañera.

Se aleja de mí después de apresar mis mejillas con una de sus manos y dejar un último beso sobre mi boca.

Corre la cortina para salir mientras yo termino de deshacerme del producto que se había resbalado por mi cuerpo.

-Voy a poner el café- me avisa.

Asiento justo antes de que salga.

 





















7:08.

Mi cabello mojado cae sobre mis hombros.

Echo un vistazo al balcón y veo el bonito día que se aproxima.

Unas pocas nubes, casi traslucidas, interrumpen el recorrido de los primeros rayos del sol. Me acerco y corro el cristal hacia el costado, permitiendo que la brisa de mediados de junio ingrese a la sala a compartir el desayuno con nosotros.

Vuelvo a sentarme y tomo entre mis dedos el cigarro que había dejado a medio fumar sobre el cenicero.

Una de mis piernas se mueve rápidamente de arriba a abajo.

Jungkook lo nota y suelta una pequeña risa nasal.

-Te va a ir bien- dice, observándome con ternura.

Muerdo mi labio inferior, nerviosa.

Le sonrío con cariño.

-¿A qué hora crees que termines?- pregunta, dándole el último sorbo a su café.

Aspiro del cigarro y me dedico a beber el mío.

-A las dos, como mucho- contesto.

Asiente con la cabeza. Se queda un minuto en silencio.

-Tendríamos que estar allí como a las cinco- dice.

Pestañeo despacio. Hoy tenía dos cosas por las que sentirme ansiosa.

-Si- hablo.

 



















7:36.

Pharmacy (bts jjk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora