Pharmacy (bts jjk)

Belcebú

Belcebú, principe de la gula, pecado capital.

-¿Asi que eres algo así como su... asistente sexy?

Un pequeño almohadon vuela hasta mi cabeza y me da justo en la cara.

-Tiene como setenta, tonta- me recuerda entre risas.

Encojo los hombros aunque Dahye no este mirandome.

-Crei que te gustaban los hombres grandes.

Rueda los ojos y resopla, cansada tanto de mis burlas como de revolver entre sus cosas.

-¿Y si te callas y me ayudas?

Apago el cigarro en el cenicero a mi costado y doy un saltito para bajar de la enorme caja sobre la que me habia acomodado.

-¿Qué buscas?- indago.

-No sé... supongo que todo lo que sea mio.

Va a ser extraño no ver sus cosas por aqui. Mas raro va a ser no verla a ella. Nos ha dicho que vendra a visitarnos pero estoy segura que al menos pasara un mes hasta que decida venir. No puedo culparla. Si yo fuera a vivir sola definitivamente disfrutaria de mi libertad al menos durante unas semanas.

Ademas, se lo merece.

Ha trabajado duro toda su vida. Y sabiendo hablar cinco idiomas era solo cuestion de tiempo que la aceptaran en un lugar tan importante.

-Podrias dejarme algunas de las blusas que me gustan, ¿no?

-No- responde alargando la palabra. -Puedes ir a buscarlas cuando quieras.

Su nuevo apartamento esta a unas diez calles de mi casa y solo a una de su trabajo. Solamente he visto el lugar en fotos pero se ve amplio y luminoso. Es modesto pero bonito.

-Puedes venir a verme cuando quieras- dice ahora, rearmando la oración anterior.

La veo sonreir con algo de melancolia en su mirada, aunque se que esta intentando no demostrarlo. Hemos sido muy unidas toda la vida, incluso con casi seis años de diferencia entre nosotras.

-De hecho, la semana que viene tengo un viaje. Pensaba que podrias quedarte en mi apartamento por esos dias.

Bajo las comisuras de mis labios, sorprendida.

-¿No es muy pronto para tener viajes de negocios y esas mierdas?

-En realidad es una capacitacion, vamos todos los nuevos- revuelve entre sus cosas. -Pero es en Busán.

Asiento. La noto emocionada por lo que me cuenta.

-Te... felicito, por todo esto- digo entre avergonzada e incomoda. Por algun motivo siempre me ha costado decir cosas por el estilo pero se que es lo que le gusta oír.

-Bueno, no por nada soy la idea numero uno- se jacta.

Rio con ella y agradezco internamente que no haya hecho de este escenario algo aun mas emocional. Ella tambien sabe perfectamente qué decir cuando esta conmigo.

-Sabes... lamento decirte esto, pero estoy casi segura que alguna vez mamá me ha dicho que ni siquiera fuiste una idea.

Dahye arroja otro almohadon que ahora no se de donde ha sacado y esta vez impacta en mi pecho.

-Calla, tonta. Que si yo no hubiera pedido un hermano no estarias aqui.

-Si tu lo dices- la provoco una vez mas.

Dahye camina en direccion al cuarto de baño y yo me quedo en la sala de estar, admirando el desastre que ha hecho mi hermana con sus pertenencias, esparcidas por todos lados.