Pharmacy (bts jjk)

35. Children

-Cumple años uno de nuestros amigos.

Suelto un sonido afirmativo desde la garganta, indicándole que siga hablando. El humo desprendido por el cigarro entre mis labios llega hasta uno de mis ojos cuando me acuclillo a levantar el almohadón que se me había caído. Froto mi parpado, esperando a que pase el ardor. Oigo a Yoongi del otro lado del teléfono.

-Siempre nos juntamos en la plaza y nos quedamos hasta tarde- tose un poco, seguro como producto de la marihuana que estaba fumando. – ¿Quieres venir?

Despego mis dedos de la piel de mi ojo, ahora lloroso, y quito el cigarro de entre mis labios, aspirando una vez.

-Creí que les daba vergüenza mostrarme en público- bromeo mientras doy un vistazo general a la sala de estar.

-Sí, no voy a mentirte- me sigue el juego y lo puedo imaginar rodando los ojos, como parte de su típico acting de ‘aunque pasemos todo el día juntos no los soporto’ que tan bien conocemos Jungkook y yo. –Pero al final eres bastante agradable, ¿sabes?

Suelto una risa nasal. Dejo el cigarro sobre el cenicero y decido continuar con la mesa ratona.

-Jungkook sale del club a las dos. Dijo que iría apenas terminara- continua Yoongi.

Sostengo mi móvil en el espacio entre mi cabeza y mi hombro, mientras arrastro la pequeña mesita de un lado a otro.

-¿Qué llevo?- digo, claramente aceptando la propuesta.

-No te preocupes por eso- lo oigo carraspear una vez más. –Tengo que encontrarme con alguien cerca de tu casa antes de eso. Si quieres podemos ir juntos.

Usualmente me sorprendería que sea él quien me esté invitando, en lugar de Jungkook. Supongo que el menor debe estar aun durmiendo, a pesar de ser ya las cinco de la tarde. Sin embargo, desde la última vez que nos encontramos en la plaza he recibido recurrentes llamadas de su parte.

Las primeras veces ponía todo tipo de excusas para explicar el motivo de la llamada, pero luego de unas pocas conversaciones en las que me encargue de interrogarlo, me había confesado- casi tímido- que simplemente quería hablar conmigo. Por supuesto que lo había dicho de una manera mucho más brusca y superficial que la que la gente emplea para decir ese tipo de cosas. Pero, al fin y al cabo, es Yoongi. Una de las personas más controversiales e impredecibles que había conocido.

Espera mi respuesta por unos largos segundos. Llevo la mesa hasta el lugar que había elegido y tomo el cigarro nuevamente entre mis dedos, llevándolo a mis labios y contemplando el renovado ambiente que estaba creando.

-Claro- digo.

Hago movimientos circulares con el hombro con el que sostenía hasta recién el móvil.

-Paso por ti… a las once- concluye, después de calcularlo unos instantes.

Asiento con la cabeza hasta que me doy cuenta que no puede verme.

-Bien- hablo sentándome sobre el sofá para recobrar las energías. –Voy a continuar aquí- le digo.

No puedo evitar sonreír cuando oigo, muy por lo bajo, un ‘ah’ cargado de decepción. Sé que intenta esconderlo cuando se despide de mí con la voz fuerte y clara.

Dejo mi móvil sobre la mesa y observo el lugar.

Mi madre y yo habíamos decidido mover todos los muebles de lugar en la sala de estar. Según ella había que cambiar las energías o algo así. A mi simplemente me pareció que podríamos aprovechar mejor el espacio. Había salido a hacer las compras hace unos veinte minutos, justo antes de que el pelinegro me llamara, y estuve haciendo todo el trabajo duro por mi cuenta. Me gusta cómo está quedando todo. Poco a poco, comienza a verse muy diferente a lo que era antes.