43. Pharmacy

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Otro día en el que despierto y él no está. Otro día en el que no me ha pedido que lo acompañe. Otro día en el que Yoongi no quiere verme.

Y el último día antes de su encierro. Sin la posibilidad de visitarlo, por mucho que yo quiera. Incluso si él quisiera, si llegara a querer hablar conmigo. No podría.

Siento que en parte será un alivio para él. Ya no tendrá que decirle a Jungkook, como cada día, que deje de insistir con el asunto.

Me duele tanto pensar de esa manera. Pensar que la prohibición de verme le haría bien.

Más allá de eso, no puedo imaginarme lo que debe estar pasando por su cabeza.

Yo no podré verlo. Pero podré estar con Jungkook. Podré ir a mi casa, a la comodidad de mi hogar. Podré hacer lo que quiera. Nadie puede privarme de nada.

Pero a él sí. Porque a nosotros se nos había ocurrido llevarlo a ese puto hospital.

¿Pero qué otra cosa podríamos haber hecho?

¿Quedarnos ahí?

¿Verlo convulsionar?

En el momento fue la mejor solución. Pero incluso ahora creo que fue la decisión más acertada.

No teníamos idea de lo que vendría después. No podríamos haberlo imaginado.

¿Nos culpara por aquello?

Incluso si solo quería olvidarse de todo por un rato. Sentir la electricidad en su cuerpo. La euforia. La adrenalina.

¿Por qué había llegado tan lejos?

¿Acaso no le importa nada?

¿Nadie?

¿Ni siquiera Jungkook?

No quiero, sé que no debo culparlo. Hizo lo que había sentido.

Me gusta creer que tenía intenciones de ir al parque esa noche. Que no me había mentido. Que quería vernos. Olvidarse de toda la mierda, pero a nuestro lado.

Pero la jeringa estaba ahí, y le había parecido una mejor idea. Más fácil.

Quizá no había querido cargarnos su peso.

¿Era eso?

¿No me dejaba entrar en su vida para no compartirme su dolor?

No. No hubiera sido una carga. No para mí.

Lo consolaría las veces que hicieran falta.

Pero él no lo sabía.

Y yo ya no podría decírselo.

No sé cuánto tiempo vaya a tardar Jungkook. Pero la soledad es la peor compañera esta tarde.

Me siento a esperarlo, como si no pudiera hacer nada por mi cuenta.

Las horas son más largas que nunca. Inaguantables. Molestas. Pesadas. Frustrantes.

Me levanto. Camino en círculos. Me siento otra vez. Fumo un cigarro. Enciendo la televisión. La apago. Camino. Me siento.

 Nada de lo que se me ocurra hacer me contiene. Nada me ayuda a calmarme. Nada consigue que deje de pensar, por al menos un minuto, en la situación que se había desencadenado.

Nada consigue hacer pasar el tiempo con mayor velocidad.

Nada consigue hacerme sentir mejor. 

Me pierdo en la incertidumbre de la espera. En el circulo vicioso de suponer, de conjeturar, de desear, de querer.

Pharmacy (bts jjk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora