Sabes que no soy bueno para tu salud y que con los demás sí puedes contar.
Ahora no era Fred el que se encontraba en un lamentable estado de ebriedad... Sino Freddy.
Freddy se encontraba en un bar cualquiera. La verdad lo que menos le importa era el nombre de ese lugar, él sólo deseaba ahogar sus penas y su depresión sin sentido en alcohol, tal y como alguna vez hizo su padre.
—Deme otro.— dijo Freddy mientras le daba su vaso al bar man, el cual solo se limitó a asentir, y una vez que tuvo el vaso del joven, soltó un suspiro de pesadez. — Ya sabe, con lo más fuerte que tenga.— recordó el castaño mirando al infinito, estaba perdido en sus pensamientos.
El chico tardó un poco, pero al rato le trajo a Freddy otro vaso con alcohol. No preguntó qué era, sólo lo acercó a sus labios y bebió de él tan normal como si de agua se tratase.
El castaño iba por su tercera ronda de tragos, pero en unas horas dejó de contar.
Más y más vasos iban acabando con una rapidez impresionante, Freddy seguía bebiendo hasta que un sonrojo se apoderó de sus mejillas y sus lágrimas salían cómo si no hubiese un mañana.
[Unas horas después...]
El de tez morena estaba recargando su cabeza entre sus brazos mientras seguía llorando y bebiendo.
—Deme otra... Por favor...— hablaba el ojiazul en un susurro que se llegaba a entender. La música del bar se había terminado y los meseros comenzaban a guardar todo en su lugar: El bar ya estaba cerrando.
—Lo siento... Joven, ha bebido demasiado. En este momento mi compañero le está pidiendo un taxi para que no maneje en este estado.
—¿Un taxi? No, no...— negó el castaño todavía con la cabeza entre sus brazos— Yo... tengo mi maldito carro... que por cierto, mi pareja chocó una vez... ¿Gracioso, no?— decía este levantando la cabeza para mirar al bar man y darle una sonrisa triste.
El barman tenía experiencia de sobra para saber que no debías de seguirle la plática a un ebrio, menos a un ebrio despechado y con problemas de amor, porque jamás iban a dejar de hablar. —De acuerdo, el taxi ya está aquí...
—No, no, no...— la terquedad del contrario comenzó a fastidiar al barman, pero nada podía hacer, ya estaba medianamente acostumbrado a lidiar con tipos así.— No puedo subir a ese taxi.
—¿Y por qué no?
—Porque...— Se quedó un momento callado con la misma sonrisa triste para luego cambiarla a una cara de sorpresa y asco, se levantó rápidamente del asiento, en donde estaba sentado, cubriendo su boca; el barman supo qué quería decir y salió de su lugar de trabajo para seguir a Freddy, el cual corriendo torpemente llegó al baño, entró a un cubículo libre, se agachó en un escusado y lo hizo. Vomitó.
El bar man puso cara de asco mientras sostenía el cabello de Freddy, ya que no estaba atado en su coletilla porque anteriormente se la había desatado. Una vez Freddy terminó, el bar man lo ayudó a levantarse.
—Joven, mire el estado en el que está. Debe de subir al taxi...— decía en tono de súplica el bar man al ver que Freddy solamente negaba con la cabeza.
—No, no, y no. Mire, no se meterá el problemas, ¿ok? Yo les d-diré que usted... me insistió pero que yo le dije... que no.— rió levemente.
—No puedo dejar que maneje en estas condiciones, por favor, hágame caso.
—¿Hacerle caso como yo le hago caso a mi pareja? T-Todo mundo, dice... que yo... soy su perra.
—Joven...— estuvo a punto de pedir nuevamente que subiera al taxi, pero el castaño lo interrumpió.
ESTÁS LEYENDO
𝓑𝓪𝓭 𝓑𝓸𝔂𝓯𝓻𝓲𝓮𝓷𝓭 [Freddedy]
Fanfic❝ Soy uno en un millón, ¡no! Soy uno en miles de millones... O al menos eso crees tú, estás enamorado de mi pero yo no de ti...❞