Encuentro Oportuno

13.

Audrey barajeaba su celular entre las manos mientras una Lexa lo suficientemente descolocada caminaba de un lado a otro explicándole lo sucedido en el ensayo.

- O sea ¿me estás diciendo que no estás segura de si era ella pero que crees que sí? - Le respondió la chica de ojos color miel sin dejar de ver su celular.

- Pues, es que no estábamos tan cerca, y de pronto me bloqueé, intenté buscarla después y nada... ¿qué tanto miras al celular?

- Nada. - Respondió Audrey queriendo no darle importancia.

- ¿Nada? Antes ni siquiera querías tener un celular y ahora no lo sueltas. ¿Sigues hablando con Billie? - Preguntó la ojiverde acercándose a ella.

- Ehhh, si. Digo, no. - Contestó algo nerviosa Audrey.

Lexa se acercó lo suficiente a ella para darse cuenta en la mirada de su amiga que ocultaba algo, y en eso se abalanzó sobre ella para quitarle el celular.

- ¡Lexaaa déjame en paz!

- ¡Noooo, no me puedo creer que sigas hablando con e... - En eso Lexa logró quitarle el teléfono a Audrey y miró la pantalla. - ¿Quién es Raven? - Preguntó alzando la ceja sin tener ninguna idea de lo que veía.

- Es... nadie, no es, es una chica. - Respondió con dificultad.

- Oh vaya, gracias por aclararme el hecho de que es una chica. Era exactamente lo que quería saber. - Contesto Lexa sarcásticamente por supuesto.

- Bueno, pues es lo único que te voy a decir. Es algo sin importancia. - Respondió con toda la intención de quitarle todo el peso.

- No me mientas Audrey. - Agregó la ojiverde como si fuera una mamá pidiendo explicaciones.

- Es que de verdad no es nada. En la playa ésta chica Raven me dio su número de teléfono y ya está. No ha pasado nada. Eres tú la que debería de estar hablando más de lo que ha pasado, no lo evites más ni le quieras restar importancia. ¿Que vas a hacer si se trata de Clarke? - Y de está manera la platica dio el giro de 180° grados que era necesario.

Lexa se mordió el labio como símbolo de frustración y nerviosismo, y es que no podía ocultar que el hecho de haber creído ver a Clarke hace algunas horas, le generara cierta presión y culpa tras lo que había pasado hace unos meses, ¿qué podría estar haciendo Clarke en Los Ángeles y en el mismo lugar que ella? Es que tendría que ser mentira.

- Es que no puede ser ella. Seguro me he equivocado, seguro que ya ni recuerdo cómo es y la confundí. - Dijo tratando de convencer a nadie más que a ella misma.

- No tendrías ninguna duda si hubieras ido aquel día al aeropuerto.

- Por favor, no me lo recuerdes. - Respondió Lexa perdiendo fuerza en la voz mientras se volteaba.

- ¿Qué vas a hacer? Dices que la has visto en el ensayo del evento, ¿Y si es ella y la vuelves a ver?

- No... no lo sé. Pero estoy segura de que no querrá ni estar cerca.

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- ¡Es que voy ya mismo para allá! - Gritaba del otro lado del teléfono una Octavia muy molesta. - ¡¿Porqué carajo ibas sola, dónde se ha metido Raven?!

- Octavia tranquila, que no hace falta. Raven no podía acompañarme al ensayo y se ha quedado en el hotel. Ya estoy en camino, es solo que no me ha contestado los mensajes. - Contestó la rubia con más serenidad de la que ella misma podría imaginar.

- ¡¿Es que no puedo creer cómo puedes sonar tranquila Clarke?!

- Porqué sabía que había una posibilidad de que ella estuviera ahí, pasó y ya está. Ahora, yo vine a trabajar y eso es lo único que haré. Mi trabajo está en riesgo y no lo voy a seguir arriesgando.