Capítulo 38-Final-.

133 24 35
                                    

Cerrar la puerta de mi casa fue más duro de lo que pensaba,aunque por otro lado,era algo que ansiaba durante mucho tiempo, independizarme.

Mis padres se movieron nerviosos hasta el coche con mi maleta en mano, sonreí ante el hecho de ver como después de todo,estaban aquí conmigo en mi partida. Me senté atrás en el coche imaginando la cantidad de escenas parecidas que había visto en las películas;la típica chica suspira melancólica mirando a través de la ventanilla todo lo que deja atrás, pero lo cierto es que yo nunca he sido la típica chica por lo que mi visión se centró en la carretera,en lo que tenía delante, en el futuro.

De camino al aeropuerto me coloqué mis auriculares sin poder quitarme al chico de ojos verdes de la cabeza, lo cierto es que tenía un cierto ápice de odio dentro por no haber hecho las cosas bien, por no haberse despedido, por no haber tenido un mínimo de respeto en nuestra relación.

Me retiré una lágrima que amenazaba con salir; me prohibí volver a llorar en los próximos treinta minutos que me quedaban aquí. Al llegar sentí una tensión recorrer todo mi cuerpo, el calor que hacía no ayudaba demasiado a tranquilizarme porque yo y las temperaturas altas no solemos congeniar demasiado.

 Las personas se movían rápidamente de un lado a otro sin prestar atención a su alrededor, si algunos hubieran estado atentos se hubieran dado cuenta que mirar continuamente hacía un lado hace que puedas tropezar con la gente que tienes delante.

—¡Leire!—gritaron desde un rincón del aeropuerto.

Sara venía corriendo hacía mi dirección y aunque el gesto fue demasiado conmovedor me estaba muriendo de vergüenza al ver como la gente no quitaba sus ojos de encima nuestra.

Sus brazos me rodearon tan fuertemente que mi maleta cayó redonda al lado mía, pero no me importó, mi abrazo de vuelta fue más fuerte que el suyo.

—¿Te has descargado ya Skype?—pregunta.

—Lo haré en cuento llegue—sonreí emocionada

—¿Vendrás a menudo verdad?—esa pregunta me la había hecho ya cinco veces desde que sabía que me marchaba.

—Te prometo que vendré más de lo que piensas—fue lo que pude prometer.

—Dejadme hueco—el abrazo de Cristian nos sobresaltó pero ese gesto entre los tres fue el suficiente para que mi emoción no pudiera esconderse más.

—Como no me llames me enfadaré contigo—soltó Sara.

—Te llamaré en cuento pueda—dije separándonos—a ti también campeón—toqué el hombro de Cristian y asintió triste.

—Toma esto—Sara sacó un sobre blanco de su pequeño bolso

—¿Qué es?—alcé mis cejas.

—Alejandro me lo ha dado para ti.

Ahí mi ira estalló ¿Se pensaba que siempre se iba a despedir de mi por carta? ¿Una simple carta después de todo?

—No pienso cogerlo—dije convencida y con cierto odio en mi voz.

—Por favor, es importante—rogó.

—He dicho que no Sara ¿De verdad se piensa que por darme una cartita voy a perdonarlo?—pregunté enfadada.

—No lo perdones pero por lo menos lee lo que tiene que decirte, si no la lees te arrepentirás toda la vida—me dijo.

—El que él no se haya despedido es lo que hará que él se arrepienta durante toda su vida.—escupí.

—Estoy de acuerdo—me sonrió divertida— ahora cogelo y no lo pienses más.

Estiré mi brazo dubitativa pero al rozar el papel con mis dedos éstos lo agarraron fervientemente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 04, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Como conocer a una chica ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora