Uno: Despertar.
Su cuerpo entero se sacudió antes de que se levantara de su cama, su respiración se sentía agitada al igual que su corazón y sus ojos se sentían pesados mientras su mente trataba de recordar dónde estaba y que ocurría.
Pequeños recuerdos comenzaron a aparecer en su cabeza mezclados con sus sueños, lo cual le hacía difícil recordar lo que era real.
Pero luego vio una máquina al lado suyo, vio las paredes blancas y vio la bata sobre sí mismo. Y los recuerdos parecieron hacerse sólo un poco más claros.
Como si los viera por una cortina de humo, comenzó a recordar.
Recordaba el ruido de las llantas contra el pavimento.
Recordaba el ruido de la lluvia al caer contra los vidrios.
Recordaba las bocinas de los autos y...
Y podía recordar que había agua. Mucha agua... Demasiada.
— ¿Yoongi Hyung?
Él nombrado alza su vista asustado y después calmado, una pequeña sonrisa aparece en sus labios al ver al chico frente suyo.
— Kookie — Yoongi mantiene la sonrisa en sus labios mientras se acomoda en la cama, algo adolorido por heridas que no había notado. — Demonios, Kookie ¿cuánto tiempo llevo dormido? ¿Estuviste muy preocupado? ¿Papá y mamá saben que estoy aquí?
Al sentir un fuerte dolor en su vientre Yoongi volvió a recostarse, su mirada fija en el menor, esperando por una respuesta.
Jungkook simplemente baja la mirada y se rasca la cabeza, Yoongi nota que el chico pareciera querer llorar.
— ... ¿Todo está bien? ¿A ti no te duele nada? ¿Tienes alguna herida? — Yoongi volvió a tratar de ponerse de pie, pero falló.
Jungkook se movió en su lugar, dispuesto a ir a ayudarle, cuando la puerta de la habitación fue abierta de golpe, sorprendiólos y dejando a Yoongi con la boca abierta.
— ¿Se encuentra bien muchacho? ¿Hace cuánto despertó? ¿Recuerda que-
Yoongi dejó de escuchar al médico y mantuvo su mirada fija en Jungkook, quien volvía a mirar al suelo y parecía aguantar las ganas de llorar.
El rubio comenzó a sentir su respiración pesada y su corazón había vuelto a acelerarse lleno de pánico y ansiedad.
Sin pensarlo mucho se levantó de su cama. Sintiéndose mareado al estar de pie y su cuerpo doliendo como los infiernos.
Pero debía llegar donde Jungkook.
Incluso si su vista se volvió borrosa, incluso si el médico lo agarró mientras pedía ayuda del personal, él debía estar con Kookie.
— Tú... Tú eres real. — Afirmó Yoongi, apuntando con el dedo a su hermano — ¡Eres real! ¿Oíste? ¡REAL! ¡Tú existes! ¡Existes!
— ¡Enfermera! ¡Necesito ayuda!– El doctor agarró a Yoongi de los hombros mientras él seguía gritando improperios una y otra vez, finalmente, sintió un leve dolor en su brazo, para después volver a sentir su cuerpo pedazo.
— Kookie — Yoongi sintió sus ojos lagrimear— Por favor... No te vayas... Eres real...
Yoongi finalmente cayó dormido, su mirada fijándose por última vez en Jungkook. Quien se mantenía de pie al lado de la puerta, y quién se volvía humo cada vez que la abrían.