Cinco: Jimin.
La forma en que ese chico se metió en su vida fue impresionante.
Al igual que sus otros amigos, Jimin pareció entrar para nunca irse.
Su risa era encantadora y era divertido ver que cerraba sus ojos cuando reía demasiado, y a pesar de verse tranquilo en realidad era todo lo contrario, siempre iba de un lado a otro tratando de hacer cualquier cosa.
Al parecer Jimin siempre era así para todos, era ruidoso, divertido y atento con todos.
Se hubiese llevado de maravilla con Taehyung.
Además de también tiene un instinto protector con quienes quería... A Kookie le hubiese encantado, le gustaba ser mimando.
Siendo inteligente y meditando todo... Dios, le hubiese encantado conversar con Namjoon.
Y su forma de bailar, Hobi hubiese amado bailar y conocer a Jimin.
Jimin se hubiese llevado de maravilla con todos los chicos si los hubiese conocido... Pero... Ellos si lo conocieron, los chicos conocieron a Jimin... Sólo que él no podía verlos, sólo que él no podía hablar directamente con ellos.
— ¿De verdad están aquí? — Jimin le miró asombrado su rostro buscando a alguien en el lugar.
Ahora los dos chicos estaban sentado en el césped, mirando el atardecer en un parque cualquiera.
— Ahora sólo está Kookie.
Y Yoongi sabía, creía que ellos eran reales, debían serlos.
— Entonces... ¿Puedes ver sus fantasmas? Eso da un poco de miedo— Jimin se abrazó a sí mismo. — Y... ¿Cómo era Kookie?
Yoongi sonrió un poco, mirando a su hermano al lado suyo, quien miraba el cielo entretenido.
— Era un chico increíble, amable y atento... Aunque un poco orgulloso— Dejó escapar una pequeña risa ante la mirada molesta de su hermano— Nos llevábamos por cinco años, y aún así ese mocoso parecía tener mi edad, o yo la suya, nunca lo supe bien. — Volvió a reír— De todas formas, él era mi pequeño hermano, siempre siguiéndome, siempre buscando mi atención.
Yoongi pensó unos momentos en todas las cosas que vivió junto al menor, y una sonrisa triste apareció en sus labios.
Quizás...
— Desde pequeño — Continuó Yoongi — lo tenía que llevar a todas partes, se había vuelto costumbre para mí, y cuando él dijo que quería ser cantante, lo apoyé en todo, gracias a él descubrí que me gustaba componer, gracias a él me inspiré a crear los primeros ritmos, por él tocaba el piano y-
Kookie vivió su sueño, fue corto y breve, pero lo vivió.
— Y cuando se fue, dejé de tocar, dejé de componer, ahora sólo edito porque...— Por un segundo, su voz se rompió— Lo necesito...
¿De verdad?
— Lo necesitaba.
Yoongi alzó su vista mientras sentía sus lágrimas caer, Jimin lo abrazó y siguió llorando, cada vez más fuerte.
Alzó su vista hacia Kookie, quien le miraba con tristeza.
— Me gustaría tener una cámara, el cielo está hermoso hoy— Kookie volvió a alzar su mirada al cielo, lágrimas, verdaderas lágrimas, cayendo de sus ojos. Yoongi dejó escapar un suspiro.
— A él le encantaban las fotos también.— Yoongi sonrió mientras veía la imagen de Jungkook desaparecer frente suyo. — El las amaba.
Y nuevamente, rompió en llanto.
Desde ese día, nunca volvió a ver a Jungkook.
