Ocho: Familia.
Era raro para Yoongi definir el concepto de familia, su padre siempre fue una figura ausente y su madre era bastante indiferente con él, y eso aumentó durante la pérdida de su hijo menor.
Ver que los dos lo culparan a él por la muerte de su hermano para luego no volver a contactarlo fue una sorpresa y a la vez un estallido de rabia.
La culpa no la tenía él, nadie sabía que eso iba a pasar.
Pero en fin, sus padres no fueron ni son las mejores personas del mundo, y se sintió aliviado de que desaparecieran de su vida.
Por otro lado, existía Ddaeng, un bar un poco alejado de la ciudad donde iban los "chicos problemas" como él.
Y aunque ya no era un chico, él llegó a ese lugar a sus dieciséis, y diez años después la gente seguía saludándolo y alabándolo como un viejo amigo, como un hermano al que no veían en mucho tiempo.
Si, Yoongi era recordado con mucho cariño en ese lugar, y se sentía tan cómodo, que hasta lo podía considerar un segundo hogar.
Sirviéndose su bebida favorita en sentó en la barra, esperando que los concursos empezarán para finalmente patearle el trasero a Zico.
A su lado Hoseok le daba palabras de aliento mientras besaba su mejilla. Namjoon estaba a su otro lado disfrutando del show, se le hizo raro que el moreno no estuviera acompañado esta vez de Taehyung.
— No quiere aparecer aquí — Dijo Nam cuando le preguntó. Sorprendiendo a Yoongi.
Finalmente las competencias llegaron, y tomando un último sorbo a su bebida. Yoongi se subió al escenario para dejar a todos con la boca abierta.
A medida que avanzaba la noche las batallas se iban haciendo cada vez más intentas. Cuando llegó la batalla final, Yoongi se relamió los labios al ver a Zico frente suyo.
Finalmente. Lo iba a derrotar.
Y como lo pensó lo hizo, sus palabras fueron rápidas, certeras y fuertes. Lanzadas como pequeñas dagas a su oponente donde lo dejó mudo una vez acabó con todo con su lengua tecnológica.
Cuando se anunció el ganador, las luces iluminaron a Yoongi y el público comenzó a aplaudir.
Finalmente la gente gritaba de euforia y alegría por él, a pesar que fueron enemigos en el escenario una vez terminando todo Zico le dio un fuerte abrazo y lo felicitó por mejorar su técnica.
Cuando el micrófono pasó en sus manos para dar un discurso, sus ojos se fijaron en Namjoon, quien estaba adelante entre la multitud, y ya sabía lo que debía decir.
— Un año atrás, le había prometido a Namjoon que íbamos a hacer un grupo de rap llamado Bangtan, y que íbamos a derrotar a medio mundo con nuestra habilidad— Yoongi se relamió los labios nervioso— Namjoon era menor que yo, y aún así me enseñó más de lo que esperaba, fue mi mejor amigo y mano derecha por muchos años y me ayudó a ser mejor persona. Él fue y es el chico más inteligente y genial que conocí en mi vida, con un rap casi tan bueno como el mío — Dejó escapar una risa— Lo hicimos Namjoon, ambos trabajamos en la empresa de nuestros sueños y escribimos canciones increíbles, callamos a los críticos y le mostramos las estrellas al mundo— Sintió sus labios temblar— Es... Estás en tú derecho de ser libre, hermano. Estás en tú derecho de descansar porque hiciste lo que querías y mucho más— Sintió sus ojos arder— Este premio no es sólo para mí, este premio es para Namjoon, este premio es para Bangtan.
Yoongi apretó sus labios mientras se agachaba y reposaba su rostro en la madera del escenario, una pequeña sonrisa apareció en sus labios al escuchar al público corear.
¡Bangtan! ¡Bangtan! ¡Bangtan!
Este premio era de ambos, y esta pequeña familia, su familia, lo sabía y lo respetaba.
Alzó su vista, viendo a Namjoon reír entre el público, antes de mirarlo a él y sonreírle.
El moreno le dio la espalda, comenzando a caminar entre el público, y comenzando a desaparecer también.
Sin darse cuenta, Yoongi comenzó a llorar, y sintió como Zico le abrazaba para hacerlo sentir mejor. Y sentir unos brazos tan cálidos a su alrededor lo hizo sentir bien.
Está haciendo lo correcto, Yoongi. Pensó
Debes dejarlos ir.
