Once: Dejar ir
Por primera vez en muchos años Yoongi parecía haberse dado el valor de ir a ver las tumbas de sus amigos.
Y no fue por el valor propio que tuvo, si no más bien fue el deseo de Taehyung.
El chico castaño se encontraba con sus manos juntas mientras rezaba, a su lado Yoongi le miraba con cierta nostalgia mientras el chico dejaba sus flores en la primera tumba del día.
Jeon Jungkook
Murió a sus 18 por un golpe en la cabeza, fue rápido y no sintió dolor.
Ahora estaba en un mundo mejor, Yoongi sabía eso, él sabía que su hermano estaba en un mundo donde podía seguir siendo feliz. Y eso era todo lo que él merecía.
Completa felicidad y una interminable euforia.
Cuando fueron donde Namjoon, Yoongi se mantuvo fuerte mientras sentía como el castaño se rompía en sus brazos.
Sus lágrimas eran fuertes y pesadas, Yoongi sabía que él chico no estaba bien, pero también sabía que Taehyung era lo suficientemente maduro como para dejarlo ir.
Y estaba bien, porque Yoongi sabía que tanto Namjoon como Taehyung se amaron como nada en este mundo. Que Taehyung, siendo tan único como siempre, le enseñó a su mejor amigo algo que él no pudo hacer.
Le enseñó a amar y a amarse.
— Necesito un tiempo con él... Si quieres puedes ir con Hobi por mientras.
Yoongi asintió mientras tomaba los girasoles con fuerza.
Mientras caminaba, sintió un frío apoderarse en su pecho.
Jung Hoseok estaba recostado en el frío pavimento, dándole una de sus más brillantes sonrisas cuando lo vio aparecer.
— Hyung, es bueno verlo.