32 (capítulo final)

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Stan, eminem

   Coel abrió bruscamente la puerta de la habitación de Nadine, que se sobresalto en su silla de cuero blanco, volteando para ver quien había entrado. Se sorprendió cuando vio a su nieta desmayada en brazos de el chico, y más aún al ver una humana al lado de él.

- Coel, ¿Qué pasó? ¿Porqué trajiste a una humana? - preguntó levantándose, mientras el chico dejaba a Keira en la cama.

- Eh... Hola - Sarah se encojió en su sitio.

- Ella es la amiga de Keira, lo sabe todo, es de la que te habló - le dijo Coel, a lo que Nadine asintió.

- Bienvenida - saludó a Sarah con una sonrisa - ahora, ¿¡Qué pasó!?

- Bueno, la encontré en el bosque a punto de matar a Celine, y decidí desmayarla antes de que actúe - explicó mientras ponía una mano en la frente tiernamente. Si alguien tenía dudas sobre el amor de Coel hacia Keira, con sólo ver cómo la mirada se le iban las dudas - la necesitamos viva, creo que ella va a ser la que más se acerque a nosotros para buscar información o confrontaciones, y necesitamos información, no la podemos matar porque ya no sabríamos nada sobre su ubicación, ni... ¡Ni siquiera sabemos cuantos son!

- Cálmate Coel - le dijo la reina, poniendo una mano en su hombro.

- ¡Pero es que no sabemos una mierda, no sabemos que quieren, porqué, desde cuando, ni donde están! - el pelinegro empezó a gritar, haciendo sobresaltar a ambas mujeres. Coel nunca perdía la cordura.

- Coel - dijo una adormilada voz. Él inmediatamente se callo, para ver a Keira abriendo los ojos.

- Kei, ¿estás bien? ¿Esa perra te hizo algo?*

- Si - dijo, confusa. Miro al rededor está darse cuenta de donde estaba
- ¿qué me hiciste?

- Te dormí antes de que mates a Celine.

- ¿¡Porqué!? - grito molesta, abriendo los ojos.

- Porque la necesitamos Keira, necesitamos su ubicación y sacarle información - le explicó el chico, acariciandole el cabello.

- Sarah - dijo Nadine, tocándole el brazo - Vamos a darles espacio.

   Ambas salieron de la habitación, y se quedaron en el pasillo totalmente vacío. Sarah estaba muy incomoda y nerviosa, y se mordia el labio como siemñre hace.

- Me alegra que Keira tenga alguien en quien confiar como tú - dijo de repente la anciana, sorprendiendo a Sarah - yo pensé que ella estaba sola, siempre tuve miedo de ver como iba con su vida en la Tierra, creia que la estaba pasando de lo peor.

- Tan alejada no estabas - comentó Sarah, con una sonrisa triste - digamos que la vida de Keira no es una envidiable.

- Lo se - respondió Nadine bajando la vista - pero su madre me lo pidió, sus últimas palabras de echo, por lo que no tuve otra opción.

- Está bien - le dijo, algo apenada - me tuvo a mi - se dio levemente - y a Coel, claro.

- Me caes bien muchacha - dijo, dándole unas palmaditas en la cabeza, cual perro - Espero que sigan así.

- No creo que sea posible separarnos a está altura, somos como hermanas - comentó con una sonrisa.

[...]

   Daría abrió su puerta después de estar tocando dos minutos enteros.

- ¡Chicos! ¿qué los trae a aquí? ¿Ella es humana? Oh por dios, pasen - dijo rápidamente. Esta mujer no respira, pensó Keira mientras entraba a la refinada habitación.

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