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Cumplir un sueño suena lindo.

Sobre todo para alguien como Hyungwon quien a pesar de su basto conocimiento y capacitación en la biología molecular e ingeniería genética, nunca antes había tenido el suficiente apoyo para desarrollarse como el científico que él quería ser.

Su novio Hoseok o Wonho como le llamaba cariñosamente, había sido de mucha ayuda para él en todos los aspectos, pues aunque Hoseok no tuviera una posición económica extraordinaria, trabajaba mucho para ayudar a costear los gastos de su universidad ya que sus padres no podían hacerlo. Pero la tan esperada oportunidad de mejorar la situación llegó al igual que llegan las mejores cosas en la vida: por sorpresa.

Gracias a las referencias de parte de la universidad en la que se encontraba, sus altas calificaciones y sus varios reconocimientos que había ganado en alguna feria a nivel regional, fue buscado por una importante empresa internacional para un proyecto importantísimo que tenía que ver con el mejoramiento genético de los soldados.

Era una increíble oferta la de trabajar en una de las asociaciones más importantes a nivel mundial con una buena paga y como un científico profesional, pero su alegría se esfumó en el momento en que se anunció que debía abandonar no sólo la universidad en la que estaba, sino incluso su país, a sus padres y a su propio novio.

Lloró, lloró amargamente porque sabía que por mucho que ese fuera su sueño, para cumplirlo debía abandonar su felicidad y el mundo que conocía.

Sin embargo, gracias a que en realidad era alguien demasiado inteligente y la asociación quería tenerlo consigo a toda costa, también tuvieron que hacer algunos sacrificios por él.

Fue entonces cuando le ofrecieron a sus padres un techo digno, una pensión mensual deducida de su jugoso salario y lo más importante, podía llevarse a su novio consigo.

Eso sí, como un trabajador de limpieza nada más.

Y fue así como después de varios meses estaba allí, en un laboratorio cumpliendo con su trabajo soñado.

Movió el tubo de ensayo y se quedó observando el extraño líquido azul casi brillante que estaba dentro, mientras seguía pensando en lo afortunado que era de estar allí.

Sus pies dolían un poco debido a la poca costumbre de su nueva etapa, así que comenzó a caminar con el tubo en la mano por el enorme laboratorio que compartía con algunos científicos para ese proyecto en específico. Pero toda su atención fue desviada cuando a través de la enorme ventana hermética apareció la imagen de un cansado Wonho limpiando el pasillo con ímpetu.

Hyungwon sonrió con tristeza al verlo.

Amaba tenerlo cerca y dormir con él cada noche al salir de su trabajo, pero él tenía que hacer mucho sacrificio para quedarse a su lado, ya que corría el riesgo de ser despedido y ser mandado fuera de la isla.

Y ya que la isla en donde estaban era totalmente propiedad de la asociación y fue creada a muchas millas náuticas de distancia exclusivamente para ser zona experimental, entonces cabía la probabilidad que no se volvieran a ver por un largo tiempo, incluso años.

Suspiró y colocó el tubo de ensayo junto al otro que contenía el mismo líquido y se acercó a la ventana para dejar un par de golpecitos que llamaron la atención de Wonho al instante.

El mayor le sonrió y después de verificar que nadie lo estaba viendo, se acercó a la gruesa ventana para verificar el estado de su pareja.

Hyungwon a través de señas le comunicó que aún no estaba terminado su proyecto pero que todo iba bien, también señaló hacia su abdomen para indicarle que a pesar de que aún no era hora de salida, estaba ansiando cenar junto a él.

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