Capitulo 37

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— Aquí vamos.

 Harry me ayudó a entrar al auto después de que me cambié de ropa, para ponerme mi ropa normal. Tenía mi cabello mojado....

— ___tn, espero que te sientas mejor. — Me decía Lucy

— ¡Qué equipo tan salvaje! — Exclamó Jane.

— Así es el juego chicas. — Conteste, haciendo muecas de dolor.

— Espero que tu espalda se mejore. En verdad te necesitan para los goles.

— Claro que estaré bien, gracias.

Me abrazaron y se despedían mientras Harry se subía al auto para irnos.

Me llevó a mi, cuando estuvimos afuera, Harry se bajó del auto y me ayudó a salir. Pero no fue de mucha ayuda, me dolía demasiado. Harry me ayudó mientras me acompañaba hacia dentro de mi casa. Mis padres estaban ahí y me ayudaron cuando me vieron.

— ¡Oh Dios, ___tn! — Exclamó mi mamá.

— Gracias Harry. — Mi padre le dio las gracias, por haberme acompañado, supongo.

— No hay problema, espero que te sientas mejor ___tn. Te veo mañana. — Me sonrió y yo a él.

Salió y escuché irse en su auto. Mis papás me ayudaron a subir las escaleras mientras yo seguía pensando cómo diablos aguante el dolor durante veinte minutos sentada en esa banca, esperando para regresar a casa.

<<<NARRA NIALL>>>

En todo ese maldito día no había podido encontrar ninguna señal de Alex o sus hombres. No me podía ir, sabía que ellos podían llegar a ___tn más rápido que yo. La podían golpear y traerla aquí.

Golpee con el puño una fotografía colgada en la pared, sentí un nudo en el estomago. Era una de Alex y yo cuando éramos pequeños, cuando todo no era tan difícil. La tiré al suelo y la pisé hasta que el vidrio se quebró en pedazos y el marco estaba destruido. Grité, subí mis manos hacia mi cabeza, lleno de frustración.

Subí a mi armario buscando mis armas... no estaban. ¡Estúpido hijo de perra! Me dirigí hacia la habitación de alex, buscando en sus cajones vacíos y su armario sus armas... nada.

Caminé por toda la casa, revolviendo todo, causando un tornado terrible. Entre a la cocina, tenían que estar aquí, en alguna parte, ya que nosotros nunca cocinábamos. Me acerqué al horno y lo abrí... ¡¡BINGO!!.

Saqué una caja y la puse sobre la mesa. La abrí, habían algunas pistolas dentro de ella. Aún tenía mi navaja en un estuche amarrada a mi pantorrilla. Perdí a ''Sweet Rose'' hacia más de un mes, cuando supuestamente 'había muerto'.

Tomé una pistola y la guardé en el estuche que llevaba por la pantorrilla, y otra, la cual guardé en mi bolsa trasera del pantalón. Tomé una y la cargué, necesitaba balas. Apreté el gatillo y escuché aquel hermoso sonido que me hizo sonreír. Iba a guardar de nuevo la caja de las pistolas, pero me detuve. No.

Miré alrededor, no quería que Alex encontrara eso. La caja era grande y pesada, así que la tenía que cargar con ambas manos. Salí al patio, la casa de atrás de la mía estaba vacía ya que estaba en venta, salté la cerca y escondí la caja en el fondo de la terraza por la parte de atrás. Regresé corriendo, esperaba al fin poder usar esas magnificas pistolas y finalmente poder deshacerme de mi hermano. Lo único que me daba fuerzas era ___tn. Y eso era lo único que tenía que hacer, aunque podría hacer cualquier cosa por ella. Ella era mi única razón para seguir vivo.

<<<NARRA ___TN>>>

Abrí mis ojos de golpe, cuando sentí un dolor conocido en mi espalda. Grité. Si no me hubiera dolido tanto, habría explotado en el partido a golpear a la niña que me había dado ese horrible golpe. Lentamente me levanté, ya era tarde, eso quería decir que había descansado mucho.

Caminé despacio sintiendo que el dolor en mi espalda ya no era tanto comparado con el de el día anterior. Bajé las escaleras con cuidado, me dirigí hacia la cocina para ver una ya típica nota de mis padres como siempre en el refrigerador, de seguro se habían ido urgentemente por el trabajo o a ver a mi hermano. No me molesté en leerla.

Saqué algunos huevos y tocino del refrigerador. Desayuné sola, revisé mi teléfono, tenía tres llamadas pérdidas, dos de estas eran de Harry, y la otra era de un número desconocido. Decidí llamarle a Harry.

— ¿Hola? — Contestó él.

— ¡Hey, Hazza! Lo siento, estaba desayunando.

— No te preocupes, todos necesitamos estar en privado con nuestra comida. — Reí, haciendo que mi estomago doliera un poco por el esfuerzo. — ¿Cómo está tu espalda?

— Mejor que ayer, creo que me estoy recuperando.

— Te va a doler muchísimo, no podrás jugar futbol en un rato.

— No me lo recuerdes

— Espero no tardes en recuperarte, tu equipo no será lo mismo sin ti.

— Necesitaré solo una semana, creo. — Me asomé por la ventana, había un auto negro estacionado afuera. — Te marco luego, Harry.

— Bien, cuídate. — Y entonces, colgó.

Me dirigí hacia la puerta y me detuve frente a esta. No era el auto de Harry, era un viejo coche negro que no reconocía. Entre de nuevo en la cocina, miré hacia afuera por la ventana, habían hombres revisando mi jardín, y ésta vez no eran policías, como la vez anterior que estuvieron buscando en mi casa.

Hice lo que Niall había hecho hace tiempo; cerré las cortinas de todas las ventanas y eché un vistazo con precaución desde mi habitación. ¿Qué estaba pasando? Los estuve mirando un rato, luego desaparecieron en su auto. Dejé salir un suspiro.

Recuerdo cuando Niall me mantuvo a salvo cuando aquellos sujetos entraron en mi casa. Sacudí mi cabeza, no quería pensar en Niall. Bajé las escaleras de nuevo pero... algo no estaba bien. Mi perro Leo había estado ladrando afuera pero ahora, todo estaba en silencio. Leo no pudo dejar de ladrar tan rápido. Me asomé hacia afuera, y no vi a mi perro.

Caminé alrededor de mi casa buscándolo y también me asomé por las ventanas, no lo vi. Así que decidí salir a mi jardín trasero para buscarlo, lentamente abrí la puerta, tomé un viejo bate de metal que mi hermano usaba para jugar cuando estaba en el equipo de baseball. Caminé lentamente, Leo hubiera salido de la nada corriendo hacia mí para lamerme la cara, pero no había rastros de él. Di vuelta en una pared para escuchar a mi perro sollozar.

Lo vi echado sollozando como si alguien lo hubiera golpeado, corrí hacia él, me arrodille a su lado y extendí una mano para acariciarlo.

Leo miró detrás de mí, gruño. Tomé el bate, y ¡BAM! Golpeé algo solido, me di la vuelta, un chico vestido de negro trataba de mantenerse en pie, traía puesta una máscara obscura. Corrí hacia la casa, una vez dentro, cerré la puerta de entrada con seguro. Corrí hacia el teléfono más próximo que tenía y me dirigí hacia la cocina. - ¡¡Mmmmphmm!! - fue el sonido que emití de repente, alguien había cubierto mi boca y me cargó por detrás.

Sentí un dolor en mi espalda que apenas y pude controlar ya que la presionaron y me torcieron. Traté de patearlo y golpearlo, pero hasta se me hacía difícil respirar ya que me golpeó en el estomago, dolió. Lo vi sostener algo en sus manos, traía una aguja.

Forcejeaba más después de ver la aguja, lo golpeé en la cara, pero él siquiera hizo muecas de dolor. Rompí algunos platos y tazas cerca del estante enviándolos a volar por toda la cocina.

Segundos después, la aguja quedó clavada en mi cuello, en mi piel. Me dolió hasta el alma. Continuaba tratando de golpearlo hasta que mis ojos se cerraban fuera de mi voluntad y mi cuerpo dejó de responder. Sentí un hormigueo caliente en mi cuerpo, cerré los ojos....

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O.o

OMG!!!! No me lo puedo creer!!! NIALL!! Tienes que salir ya!! Para salvar a rayitaaaa!!!!!!

Ya me cayo súper mal!! Alex!!! ¬¬

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Enamorada de un criminal (Niall&Tu) ~~Terminada~~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora