Habían pasado ya 4 meses desde que Loki de entero de la noticia, al principio fue duro para el procesar el echo de estar esperando un hijo de Thor, pero Angrboða le hizo razonar que aunque Thor no se hiciera cargo, ella jamás lo dejaría solo, ni un solo momento.
Por obvias razones nadie más que ellos dos lo sabían, y el echo de que a Loki no se le notará ni la más mínima señal en su delgado cuerpo. Ayudaba mucho.
Angrboða había salido pues necesitaba checar algunos asuntos con los hermanos de el.
Loki había decidió quedarse en su alcoba acostado, el echo de estar embarazado lo hacía cansar rápidamente. Él no sabía cuanto duraba exactamente un embarazo Jotun y Angrboða no era de mucha ayuda en eso. Ella decía que dependía de cada cuerpo.
Posó sus manos en su vientre y sintió como su hijo daba leves movimientos, casi imperceptibles.
El no quería admitirlo pero el echo de que ese bebé fuese de Thor le llenaba con mucha ilusión. Obviamente jamás le diría. Sería algo que guardaría con sigo hasta la muerte.
Se quedó un rato más dando pequeños masajes a su vientre hasta quedar dormido.
Durante su sueño podía verse a el mismo en el jardín junto a su madre la cual le enseñaba a manejar su magia. Podía verse de pequeño. Su madre le aplaudía mientras él intentaba hacer cambiar una manzana a una piedra. De la nada llega Thor y saluda a su madre para después abrazar a Loki. En ese sueño el tendría unos 500 años o poco menos, no recordaba con exactitud.
Decidió seguir divagando por lo que se supone, Era su sueño aunque a decir verdad se veía demasiado real.
Camino hasta donde se encontraba un bosque con frondosos árboles y al lo lejos lo que parecía ser un río, empezó a escuchar una leve voz que cantaba una canción de cuna que él conocía muy bien pues era la que su madre le cantaba a Thor y a el. Conforme se iba acercando la voz se hacía más dulce, al llegar a dónde provenía se percató de que se trataba de una pequeña niña de cabello dorado la cual estaba de espaldas acariciando un pequeño lobo. Al parecer aquella niña no se había dado cuenta de su presencia. De la nada la sensación de calor en el vientre se hizo presente, el posó sus manos en el para calmar a su hijo. Camino hacia la niña y antes de poder tocarla vio como todo de repente se formaba en un color oscuro, la niña y todo a su alrededor desaparecio dejándolo en la absoluta oscuridad. Caminaba sin rumbo fijo, escuchando murmullos de todas partes sin lograr reconocer ninguna voz. De pronto salió un rayo de luz que indicaba el final de su oscuro camino, camino lo más rápido que pudo pero nuevamente el cansancio se apoderaba de su cuerpo, el entro en una desesperación por querer llegar a la luz pues una sensación de peligro comenzaba a habitar aquel oscuro espacio. Cuando estaba a nada de llegar a dónde provenía la luz, escucho el grito de Angrboða. Una y otra vez, provenía de todas partes. El intentaba identificar de donde exactamente lo escuchaba. La sensación de peligro se hacía más intensa y al no ver por dónde escapar comenzó a llorar, se tiró en el suelo y tapo su rostro hasta que unas calidad manos lo tomaban. Se trataba de la niña del bosque, al verla quedo sin habla, aquella niña era la misma imagen de su madre solo que con ojos color verdes. La pequeña le tomo de la mano indicándole el camino. Él sin pensarlo la siguió, la niña caminaba mientras él seguía mirando cada uno de sus rasgos, si no fuera por los ojos el juraría que se trataba de su madre solo que en una versión más pequeña.
Cuando llegó al final del camino, la pequeña lo miro y sin despedirse se dió media vuelta, Loki al verla partir decidió hacer lo mismo.
Despertó y se encontró con el rostro preocupado de Angrboða.
-¿Qué ocurre?- pregunto mientras se enderezaba en la cama
-Cariño tienes que salir de aquí, Thor se ha enterado y viene a por ti.- Loki al escucharla se levantó apresurado
Angrboða lo llevaba por la parte baja del castillo, unos pasadizos por dónde se escondía en épocas de guerra. A medio camino empezaron a escuchar como las puertas eran abiertas a empujones, el inicio de confrontamientos y lo que más asusto a Loki. La voz de Thor pidiendo le fuese entregado.
Angrboða al notar el estado de Loki lo tomo del brazo para avanzar más rápido, de la nada un fuerte dolor comenzó en la parte baja de su vientre. Angrboða se asustó pues no sé significaba nada bueno.
Poco tiempo después escucharon como alguien entraba en los pasadizos y al ver lo mal que estaba Loki decidió quedarse y darle tiempo
-Es mejor que te vayas, yo me quedaré a esperarlos- Loki negó
-No se a donde ir, además creo que estoy a punto de aliviarme- Angrboða le entrego un mapa
-Es el mapa de todo el castillo, a unos metros más encontrarás una cueva la cual conecta con una falla a un portal, usalo y vete de aquí, te daré el tiempo que pueda.-
Loki le dió un beso en la mejilla y con el dolor en su vientre aumentando se dirigió a dónde Angrboða le había indicado. Al llegar se quedó mirando aquella cueva. Era bastante llamativa, de un color rubí iluminada por el típico color arco iris que caracteriza a los portales. El dolor en su vientre era a tal grado que no podía caminar. Y se quedó en rodillas
Tomo aire y como pudo intento caminar. De pronto la voz de Thor lo hizo reaccionar y poco antes de que su hermano apareciera en la entrada el se adentro en el portal.
El portal lo dejo en un lugar que parecía conocido, no pudo identificar bien de qué lugar se trataba pues una vez tocado el suelo entro en labor de parto.
Las venas de su rostro se marcaban tomaba puñados de tierra. Rompió sus pantalón para poder dejar libre la zona por dónde saldría el bebé. Hizo los ejercicios de respiración que ya había practicado con Angrboða. Estuvo al rededor de 3 horas en ese estado hasta que en el momento donde sentía que iba a morir, escucho el sonido más hermoso en el mundo. El llanto de un bebe. No le dió tiempo de revisar ni siquiera el sexo de su hijo, cuando una potente luz le apuntó para después el caer desmayado.