La loser

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Me levante sobresaltada con la respiración entrecortada por el sonido del timbre de la entrada, salte corriendo de la cama para ir abrir y baje lo más rápido que pude las escaleras que casi choco con el florero del salón. Abrí la puerta y era Alaia, no parecía nada contenta me di cuenta por su ceño fruncido.

- ¿Qué te pasa? Llevo más de una hora llamando a tu móvil y no respondes, quedamos a la cinco y ya van hacer las seis... Me dice mientras entra a mi casa con una voz molesta y grave.

- perdón, me disculpo con toda la sinceridad del mundo. Enserio no pensaba dormir tanto, pero ya vez se me ha ido el tiempo.

-Ya mejor ni hables y sube a cambiarte que yo voy a colocar el helado en el congelador. Responde Alaia mientras entraba a la cocina.

Alaia ya conocía toda la casa así que no me preocupe y subí corriendo las escaleras para entrar a mi habitación y buscar en mi armario que me iba a poner, bueno... aunque no es que me guste cambiar de estilo, siempre llevo el mismo tipo de ropa. Tome unos pantalones vaqueros de color azul claro y una camiseta de color blanco y unas Vans de color negro que iban perfectas y entre con prisa a bañarme.

En menos de veinte minutos ya estaba lista, recogí mi cabello en una larga coleta y me puse una fragancia con olor a frutas que me había regalado mi madre hace años y aun parecía estar nueva porque no la uso. Alaia estaba sentada en mi cama mirándome de arriba abajo.

-Vamos a una misa o algún evento familiar, ¿Por qué? estas con esa ropa si es verano. Dice Alaia mientras me mira con ojos de intriga.

-Ay Alaia como que no me conoces, no soy de vestirme de otra manera. Miraba a mi amiga con cara de enojo sabiendo ella que soy complicada para todo.

-Pero un día no hace nada, por lo menos ponte algo más corto o no sé. Estaba con el ceño fruncido.

-No y ya vamos para el jardín, ojalá y no te de frío con esa ropa. Mi amiga llevaba una minifalda y un top de tirantes color beige con unas zapatillas del mismo color. Se veía fabulosa, bueno es la más linda de su salón y no es de extrañar de una hermosa rubia como es ella. Pero aun así la veo muy descubierta para mi gusto.

Salimos al jardín, y nos sentamos en los sofás que tenemos frente a la piscina, entiendo sé que estarán pensando que soy adinerada, es que mi padre es dueño de una constructora y ha intentado darnos buena en vida. Comenzamos a charlar y reír hasta que escuche unos pasos detrás de nosotras y me imagine que eran mis padres. En efecto eran papá y Kyle.

-Te estábamos esperando. Reclamé a mi hermano mientras miraba la hora.

-Disculpas a mí nadie me aviso que teníamos una reunión o lo que sea esto... respondió mi hermano mientras se acercaba a nosotras para saludar a Alaia que tenía una cara de asombro que no podía esconder.

-Hola Kyle, estas tan... Alaia respiraba entrecortada al decir las palabras. –Lindo y más alto por lo que veo y con ropa tan...

-Diferente. Interrumpe mi hermano, mientras se ríe y se sienta con nosotras.

Comenzamos a hablar sobre este año que había pasado mientras comíamos el helado que Alaia había traído, desde las grandes ocurrencias que hacia mi hermano con su compañero de departamento en nueva York y de nuestras aburridas historias del instituto que no variaban de bromas que se les hacían a los profesores o de las actividades deportivas que siempre se realizaban. Mi Hermano hizo una pequeña sugerencia.

- ¿Qué tal si vamos al cine? Tengo mucho que no veo una película y me gustaría Salir de la rutina un rato. Pregunto mi hermano esperando una respuesta positiva

Alaia fue la primera en contestar con desesperación. –Sí, claro que sí quiero ir... respondía mientras ponía un mechón de su cabello rubio por detrás de la oreja.

Esperaban mi respuesta y ya que no tenía otra opción acepte salir con ellos por dos razones, la primera mi hermano acababa de llegar tenía que atenderlo y la segunda no quería escuchar a Alaia gritándome que soy una aburrida y cuantas cosas se le ocurran. Mi hermano dijo que le diéramos unos minutos para bañarse y al cabo de unos veinte minutos ya estaba listo.

-Vamos chicas a pasarla bien en el cine. Respondía mi hermano mientras se adelantaba para tomar las llaves del coche que papá le había regalado y para pedir permiso a nuestros padres, parece que mamá también había llegado y con gusto le dijeron que estaba bien y que nos cuidáramos en la carretera.

El cine nos quedaba a unos veinte minutos y la función era a las nueve, así que teníamos tiempo para comprar palomitas y otros snacks para disfrutar.

Mientras estábamos en la fila para comprar los boletos pude divisar a lo lejos a Tyler y sus dos amigos West y O'Neal que andaban con unas chicas que parecían haberlas sacado de revistas, realmente eran hermosas. Ya era nuestro turno y compramos todo para ir directo a la sala de la película "The Equalizer" y por cosas del destino pasamos por sus lados y simplemente baje la cabeza acomodando mis lentes para no mirarlos y que comenzaran a burlarse.

-Las citas son de dos no de tres, nerd. Escuchamos decir a O'Neal que era el asiático. Al mismo tiempo los demás comenzaban a reír.

Mi hermano voltea a ver de quien era la voz y se dirige hacia el chico con ojos de furia e ira. - ¿Qué te pasa? ¿Por qué le llamas así a mi hermana? Dice mi hermano mientras se acerca cada vez más al chico.

- ¿qué quieres que le diga? si es una loser. Gritaba O'Neal mientras mi hermano estaba en su frente.

Mi hermano no espero nada más y dio un fuerte puñetazo en la cara del chico que de inmediato se comenzaba a tornar azul en una parte de su mejilla. Kyle quería seguir peleando hasta que dije. - basta no importa ya, solo déjalo y vayámonos. Mientras una pequeña lagrima rodaba por mi mentón.

Caminamos hasta la sala del cine todos en silencio, la tensión estaba por el aire, solo quería irme a casa, pero ya habíamos comprado los boletos y no teníamos otra opción más que quedarnos. Alaia y Kyle seguían algo incómodos y preocupados, pero no optaron por preguntarme se imaginarían que yo estaría sensible.

La película termino dos horas después y lo poco que preste atención es que era Denzel Washington el protagonista y era una clase de súper héroe callejero y podría decir que me gusto.

Ya íbamos a casa, me subí en el copiloto y mi hermano arranco el auto, todo era silencioso hasta que Kyle exploto lleno de intrigas y molestias.

- ¿Qué fue eso? ¿Por qué te dicen así? Gritaba mientras miraba la carretera

-Siempre me dicen así, no hay nada nuevo en eso. Solo tenías que ignorar y no lo hiciste. Respondí mientras miraba por la ventana

-Ignorar, Khalani estás loca. No sé qué te pasa para decir eso, pero Okay entiendo. Dijo con la mirada oscura y fría.

Llegamos a casa de Alaia primero para dejarla, me despedí rápido diciendo que hablaríamos luego y ella quedo más tranquila. Tardamos diez minutos para llegar a casa y fueron los más largos, nadie hablo y fue muy incómodo. Nuestros padres al llegar estaban en el salón viendo televisión y preguntaron que como nos fue y por suerte ninguno mencionamos el incidente.

Bese a mis padres, le lance una mirada a Kyle y me fui corriendo a mi habitación para ducharme y dormir. Termine de bañarme rápido y tome unos pantalones de pijama gris y una camiseta blanca y me tire a la cama para pensar. Ya estaba acostumbrada a los insultos, pero delante de otras personas duelen más y eso paso hoy. Era tarde y sin darme cuenta me quede dormida.

DesconocidosWhere stories live. Discover now