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Ya eran los últimos días del año escolar, estábamos en un diciembre maravilloso, aunque con las peores temperaturas, pero se acerca el tiempo de familia, amigos y personas que amas.

Amaba esta época, me hacía sentir en paz conmigo misma y disfrutaba cada una de las tradiciones.

Para nuestro último día de clases siempre se hace una cena, con todos los estudiantes para compartir en familia, era algo formal y muy elegante.

Me puse un vestido color rojo vino largo, unas zapatillas plateadas y en el pelo una coleta ondulada.

Estaba muy decorado el ambiente, más hermosa que los años anteriores. Las mesas estaban organizadas con nombres. Me toco al lado de Alaia y West, al frente Tyler.

No sé si era el destino, pero no quería tenerlo ahí, se me iba a dañar la noche y no era exactamente mi plan.

La cena fue deliciosa, todos gozábamos, sonreíamos, pero sobre todo nos sentíamos en familia. Aunque no a todos se puede incluir en ese espacio.

Llego el momento del baile, cada quien tomaba sus parejas, Alaia bailaba con West, yo no me pensaba parar, hasta que el extendió su mano para invitarme.

Tyler era tan descarado, pero no me podía negar delante de tantas personas. Mientras bailábamos me estaba hablando como si nada hubiese pasado, dijo que nunca me había visto tan hermosa, que era luz para sus ojos. No creía nada de lo que decía porque eran falsas palabras.

Su perfume me hizo recordar muchos momentos y era una tortura tenerlo tan cerca y no poder tenerlo.

Cada una de las cosas que vivimos quedaban grabadas en mi mente y se repetían una y otra vez, pensé haberlo superado, pero él seguía estando presente en mi mente.

Termino la fiesta y yo estaba agradecida, porque si seguía con esa cercanía volvería a caer una y otra vez en el mismo abismo de donde he intentado escapar.

...

Era noche buena la sorpresa de la casa fue Kyle, llego para pasar navidad con nosotros, mamá junto a Susan habían preparado la mejor de las cenas. Era un menú muy variado y lo importante estábamos todos.

Yo había invitado a Alaia, ella vendría luego de cenar con su familia y más que Kyle estaba aquí y eso era más que suficiente motivo.

Cenamos, hablamos, tomamos y disfrutamos como toda una familia. Los adultos de la casa salieron al jardín a compartir y a tomar. Kyle y Alaia querían ir a dar una vuelta en la ciudad. No quería ir con ellos porque hacia un mal tercio y sé que ellos debían de hablar.

Al final me convencieron y fuimos al Coffee Cup, un mini bar para jóvenes. El ambiente estaba bueno hasta que divise a Tyler en una de las mesas del fondo.

Él se dio cuenta de mi presencia, y fue directo a nosotros, Kyle lo miro mal recordando el incidente del cine. Tyler lo saludo de manera educada.

Le pidió a mi hermano que, si podía caminar un rato conmigo que teníamos que hablar, Kyle me miro y asentí de que estaba bien y nos fuimos.

Deje a mi mejor amiga y a mi hermano, ella con el sobre en la mano ambos impacientes por hablar.

Salimos Tyler y yo, en una noche fría al estacionamiento a discutir sobre un tema ya pensaba yo olvidado. Me comenzó a pedir disculpas, pero sabía que eran cuchillos cada uno a mi espalda.

No creía en sus palabras ni en su excusa, de que el si me quería, solo que no estaba preparado. Entonces yo si podía estar preparada para él y él nunca dando de sí mismo para hacerme sentir bien.

Entramos a su auto porque el frío nos estaba consumiendo, y seguíamos hablando del tema, no sé, pero notaba el espacio personal cada vez más pequeño y la tensión en cada uno de nosotros.

Sentía la necesidad de abrazarlo, besarlo y sentir sus caricias, pero no podía seguir en un círculo vicioso cada vez lastimándome sola.

Él tomo la iniciativa de hacerlo, me tomo la cara y me beso, fue un beso pasional, esperado por ambos, el me gustaba, sé que yo a él también, pero él no quería relación seria.

Y yo no podía tenerlo lejos pero tampoco cerca, era bueno y malo, dulce y agrio eso era su amor para mí.

El momento ameritaba más que besos, pero no era apropiado, mi hermano mataría a Tyler.

Volvimos al bar, mi hermano y Alaia estaban abrazados, creo saber que había pasado entre ellos, era lo que hace mucho esperaba entre los dos.

La noche fue divertida, compartimos todos como buenos amigos, y tomamos hasta tarde, luego nos fuimos a casa pasado las 3 de la mañana.

En ese momento entendí que hay amores que no son para ti, pero aun así lo quieres, que hay personas que creen conocerse y son unos completos extraños, que nadie te conoce mejor que tú mismo, que lo lindo de ser es entender tú propia esencia, que el amor cuando eres joven es pasajero y que cosas mejores llegan a tu vida.

Siempre ten presente que no todo tiene un final feliz, la felicidad se la das tú cuando te dejan de importar las cosas, que si te hace feliz tener un amor prohibido pero que ambos disfrutan no importa lo que piensen.

Ahora nos hemos convertido en dos desconocidos de personalidad pero que se conocen bien cuando están juntos. Dos amores pasionales que cuando se ven se transforman.

Que no se fijan de los defectos que ambos tienen pero que se complementan el uno al otro.

Que buscarán nuevos horizontes, pero volverán a su origen, porque la llama de la pasión que hay entre los dos sobrepasa los límites.

Que existen errores que terminan siendo las mejores cosas de tu vida.

Que no debe de importante arriesgarte y fallar mil y una vez si eso te hace feliz.

Que alguien cubra tú cuerpo de besos y caricias, que deje marcas en tú vida es mejor prueba que decir un te amo.

Que amar con locura es la única forma sensata de amar.

Que siempre existe ese alguien que no se cuenta, ni se admite, pero que nunca se olvida.

Que hay amores que serán como el día y la noche, siempre cerca y nunca juntos.

Ser desconocidos para el mundo y ser uno a la vez siempre será la mejor opción.

By: Nayelys Mata Rosario

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⏰ Last updated: Mar 06, 2019 ⏰

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