Cap 8 - "Necesito de ti..."

6.8K 622 443
                                    

" Te noto como un extraño que vive contigo, ya no siento nada, soy tú peor enemigo ya voy esquivando tus falsas palabras. Voy adivinando tus ideas, y tus ideas no me gustan nada, porque nada es lo que te queda en el alma... me doy cuenta que nos falta el aire porque agotamos todo nuestro airequitandonos la vida sucia y lentamente..."

[...] Hans [...]

-Apretó los puños al escuchar a aquel guardia. Cerró los ojos con fuerza, respiró y se levantó de aquella cama para caminar hasta la puerta, tomar la majilla y apretarla un poco. La giró y salió, fue escoltado hasta el despacho de la reina, en donde el guardia se marchó y por último se vio a solas con la de cabellos casi blancos- ¿Me mandó a llamar su alteza?... -dijo este con semblante preocupado, rogando porque su suerte no fuese tan miserable como su existencia actualmente, pero ni con todos los ruegos del mundo se la quitaría de encima-

Príncipe Hans, le haré una pregunta de forma seria y no espero otra que no sea la verdad... ¿En dónde pasó la noche ayer? -inquirió con un rostro tan serio como el tema de conversación. 

-El pelirrojo pasó saliva, un buen mentiroso tenía cuartada para todo, pero él...ya no tenía nada, es decir, la costumbre y por inercia le hacía defenderse, pero..¿valía la pena ahora hacerlo?, prefería ser fucilado que ver la boda y porterior feliz vida del rubio junto a la princesa de Arendelle- Planeaba como destruír Arendelle su alteza...¿porqué lo pregunta?...

-La reina frunció el ceño ligeramente, respiró profundamente y continuó con un diálogo- Necesito que lo diga, pues justo ahora estoy en el derecho de darlo como una alarma y acabar con su estadía aquí y en el mundo...¿entiende eso?.

Adelante -respondió de forma apresurada este- Si piensa que por una simple amenaza como esa hablaré o me mantendré con el rostro agachado, está muy equivocada reina Elsa, anoche fui a las montañas a arreglar un asunto pendiente que ya no tiene importancia. Como ve, he vuelto sin hacer escándalos, y me presento ante usted con el rostro en alto, usted júsgueme. He pensado mucho esta mañana y parte de la noche de ayer, y no pienso vivir como un conejillo de indias en sus tierras, preferiría estar confinado en una celda en mi reino, o sencillamente acabasen conmigo...-respondió sin algún miedo el príncipe de las islas del sur- 

Es una pena que lo diga de esa forma, ¿a las montañas?. ¿Puede ser que su amorío con el Joven Kristoff sea la razón más...específica? -Inquirió esta mientras se acercaba al contrario.- Dígame Hans, ¿Tanto desea que le maten?...

Lo que deseo no es morir exactamente, su majestad, todos cometemos errores, pero a diferencia de algunos, yo no me arrepiento de estos, y si llegase a arrepentirme de estos...es por la única razón de que he perdido oportunidades, nada más que eso. -¿Cómo demonios lo sabía Elsa también?. Primero sus hermanos, luego la Reina, ¿acaso todo arendelle lo sabía también?, era una jodida y asquerosa situación- 

Entonces te rechazó...¿no es verdad?. Tengo entendido de tu romance con Kristoff, el novio y prometido de mi hermana, la princesa de Arendelle, puedo acusarle por ello, puedo hacer de su vida miserable, incluso más miserable que la tuya...¿entiendes eso verdad?. 

¿Cuál es el punto de esta conversación? -inquirió frunciendo el ceño con molestia y fastidio- 

Necesito de ti -dijo para dejar espectante al pelirrojo- Pronto se cumplirá mi plazo para casarme, una reina necesita un Rey a su lado, te conozco y aunque eres la peor elección que podría hacer, mis poderes intimidan a muchos de los candidatos, pero no a ti, eres...codicioso, maligno y probablemente el bastardo más engreído que conozca...pero conoces de estos, en un principio querías Arendelle bajo tu poder, ¿no es así?, lo tendrás, pero no solo bajo tu control, solo serás una imagen masculina a mi lado, si te atreves a decir algo sobre esto, o tomar lo que no te corresponde...diré que te atrevista a dañarme y te mataré. 

¿Cree que esto será normal?, entiende bien la imagen que he dejado desde mi última visita..

no todos en Arendelle saben lo que pasó, algunos de mis sirvientes más fieles estaban allí, Anna, Kristoff, Olaf y probablemente Sven, pero dudo de que este último hable respecto a eso. Seremos herméticos respecto a esto. Dejaste una muy buena imagen en el pueblo, debo admitir que eres un buen mentiroso después de todo... pero conmigo no funciona así...

-El pelirrojo, notablemente incómodo, realmente ¿tenía otra opción que esta?. Solo guardó silencio- 

Además, estarías cerca de Kritoff...

Eso ya no tiene sentido alguno, es por lo mismo que deseo regresar o morir.

Sabes de planes, pero no te has puesto a pensar que al vernos juntos...probablemente le cause algo?...-inquirió con una sonrisa mientras se acercaba al pelirrojo, colocándose en su cuello, rodeando este con sus brazos y acariciando los cabellos de su nuca- Hans... No tienes otra opción...

-...-

Puedes retirarte, la boda será pronto, anunciaré tu arrepentido estado y tu deseo por saldar todo el daño, además, mi amor y tu amor por mi. ¿entendido?

-Jamás se hubiera imaginado que la reina Elsa tuviese esas carácteristicas. Al parecer estaba muy decidida con lo que decía y él no era nada más que un peón en todo el asunto, de todas formas ya nada importaba, aunque cuando le dijo que probablemente esto le causara algo a Kristoff...la idea no le pareció tan lejana, pero su corazón decía que el precio que pagaría por todo esto sería aún mayor que el placer de ver al rubio celoso o molesto por ello- Bien...-dijo para luego retirarse del despacho con un aire distante, se volvió a meter en su cuarto, buscándole el sentido a toda esta locura-

[...] Kristoff [...]

No Sven! no puedo hacer nada con esto ¿entiendes?, si se fue una vez podría irse ahora, no le costará nada...conociéndolo...-desvió la mirada- creo que ni siquiera le importo, así que...deja de fastidiarme ¿bien?, No volveré a caer ante Hans... el muy bastardo no vale la pena...-dijo lo último un tanto desganado mientras Sven bajaba las orejas como si le hubiesen reprendido y lo que escuchó fuese lo más injusto que podía hablar el rubio, al final, el reno sabía que se dañaba a si mismo con las palabras que pronunciaba con tanto enfado- 

Un amor tan cálido como el hielo - Hansoff - FrozenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora