Un amor tan cálido como el hielo - Hansoff - Frozen

Capítulo 13 (Penúltimo) - Cuentas claras, mentes no...

"Hace tiempo que estoy solo y que perdí la cabeza, hace tiempo que estoy loco no me lo tengas en cuenta. Soy una especie de bicho raro que se conserva en soledad y aunque apunto nunca disparo siempre me suelo perdonar y es que nadie me puede ayudar..."

[] Ana y Kristoff...[]

Un silencio sepulcral estaba ahora flotando por el ambiente, con duda la joven pelirroja se tomaba el antebrazo con su mano libre y miraba el piso mordiéndose de forma nerviosa el labio inferior, en ese momento apenas tenía cabeza alguna para pensar exactamente como partir una conversación, en este punto se vio acorralada por la culpa y el deseo de acabar pronto con esa mentira que debía defender, ese amor que hace ya mucho estaba oculto entre jugueteos incestuosos de parte de ella y Elsa.

Kristoff por su parte parecía no procesar nada de lo ocurrido, de cierta forma estaba aún expectante a lo que su, más que novia, prometida debía darle, aunque no tenía cara para exigirla, sentía que en cualquier momento Ana le gritaba a la cara su amorío con Hans, estaba seguro que lo sabía, ahora los rompecabezas comenzaban a unirse y un plan "Supuesto" por Elsa comenzaba a tomar arte y parte en la mente de Kristoff.

Aún así fue él quien comenzó a hablar...

" Y si no vuelve, y si no llama y si ya no quiere, si no te extraña y si la pierdes sin entender lo que pasó. Si tú dejas que ella se vaya, y si se aleja, si algo falla. Si no regresa que hacemos luego corazón, si le diste lo mejor de mi todo lo que te di sin autorización, me dejaste desnudo en sus manos y sin protección, ten consideración..."

- Ana ¿Por qué lo ocultaste? Creí que podíamos confiar en nosotros algo tan importante...- Mencionó casi receloso de sonar demasiado descarado diciendo eso, pero aún así no pudo evitarlo, se sentía culpable pero si había que aclarar todo no había mejor momento que ese.

A: - Tenía miedo de que pensaras que era tu culpa o algo, además, me sentía demasiado culpable por mantenerte a mi lado sabiendo lo que sientes por Hans, tuve miedo de que su llegada te alejara de mí y por ende envié las invitaciones a la boda apresurada, sin consultarte, quería dejar de sentir lo que sentía por Elsa y quedarme contigo, se sentía bien, me sentía protegida y querida después de todo, además... era normal pero... Lo siento Kristoff, no es como si pudiese fingir no estar enamorada de mi hermana...- Y en ese momento el llanto llegó a los ojos de la chica, era casi como una tormenta de sentimientos en su garganta, mente, corazón y cuerpo, todo de la nada era una triste sinfonía de la que ambos, el rubio y la pelirroja, eran protagonistas y villanos. Una historia que sólo ellos convirtieron en un drama al no ser sinceros desde el principio consigo mismos.

"Sé que está en algún lugar mejor, donde no hay abuso, fuera de este mundo. Quiero encontrar el medio para yo poder hablar con ella, poder decirle a ella que aquí todo está peor, que al igual que ella mi voluntad también murió, le quiero platicar que todo sale mal, que yo le alcanzaría teniendo la oportunidad..."

Y allí estaba toda la sinceridad que Ana podía tener hacia él, al menos ella había dado el paso más importante que era reconocer lo que sucedía con Elsa y que ella estaba enamorada de ella como su hermana también lo estaba de Ana ¿Qué debía hacer exactamente ahora? Se supone que él no está enamorado de Hans, que sólo se disculpó para superarle y que a la larga quiere vivir sin él, que no quiere sucumbir de nuevo a él pero, ahora, precisamente ahora a minutos de obtener una libertad ya quiere correr a sus brazos, a su cuerpo, a tomarlo esta vez demostrarle que puede ser menos bestia y que juntos pueden tal vez aspirar a algo más que a matarse con sexo, pero no, se supone que él no ama a Hans y ya no lo hará jamás, aún así no puede castigar a Ana por lo que sucede, él fue mucho más injusto con ella.