Capítulo 3: el libro

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-¿Rubius, has sentido eso?- un gran estremecimiento había venido del piso de abajo. Rubius se levantó, y se puso un boxer- no creo que impongas mucho con un boxer rosado.

-Bien que te encanto así- gruño y bajó- me levanté y me puse la camiseta de Rubius. No quería quedarme sola allí con el techo descubierto. Bajé por las escaleras y lentamente me dirigí al salón.

-¡BUUU!-Rubius saltó de detrás de la escalera. Me llevé un gran susto y grité. Rubius moría de risa y yo le pegaba en el hombro- vale, calma mujer. Solo ha sido una broma.

-Te odio, te odio, te odio, te odio.

-Solo se ha caído esto- me mostró un libro-estaba en ese estante. Debe haber sido el viento.

-Si, luego veré de que se trata-era un libro viejo y olía mal. No se veía nada interesante, pero más tarde lo investigaría.

-Te ves super sexy con mi camiseta.¿Tienes algo debajo de ella?- negué con la cabeza- mujeeeerrr- se tomó la cara- Tendré que dejarte y abandonarte por exceso de sensualidad. Me estoy haciendo adicto a ti.

-Lástima que no haya rehabilitación para eso- le dí un beso en la nariz y comencé a subir las escaleras.

-¡No te vayas!-gritó- no me dejes con las ganas.

-Lástima- le saqué la lengua y corrí hacia arriba con el libro en la mano.

-Luego no me pidas- y se fue a la cocina.

Me arrojé en la cama y comencé a leer el libro. Puras tonterías. Hablaba de una supuesta maldición del bosque. Supuestamente, una niña había muerto hacía cien años a causa del derrumbe de un barranco, la niña había muerto aplastada y nunca se había encontrado su cuerpo. Su nombre era Koby, eso explicaba el nombre del bosque. Se decía que cada 20 años, la niña aparecía y mataba y descuartizada a toda alma viviente que habitaba el bosque, incluyendo animales.

-¿Estás leyendo esa porquería?-Rubius subía con una bandeja y comida- se ve aburrido.

-Es solo una novela barata. Una maldición del bosque, una niña y puro bla bla. Ese tipo de basura publicitaria que sirve para atraer turistas- arrojé el libro fuera de la cama.

-Yo generaré una maldición si no me dejas quitarte mi camiseta.

-¿Y por qué debería quitármela?- corrió la bandeja y se subió encima mio.

-¿Debo explicarlo?- lo empujé hacia un lado y salí de la cama.

-Ten cuidado, la niña te atrapará- corrí al baño y me encerré allí. Debía ducharme.

-Seré yo el que te atrapará- gritó. Amaba mi nueva casa y sus "maldiciones".

*Rubius*.

La vi alejarse al baño.

-Rubius- me decía- que chica sexy que tienes- ella era perfecta. Pelo largo y oscuro, curvas prominentes, de mi altura y sus ojos color café. Siempre había tenido la idea de tener hijos con ella, pero temía que fuese muy pronto. Eran cinco años de relación, pero dejaría pasar un poco de tiempo más para pedírselo. Ella era la indicada para eso.

Me dieron ganas de ir al baño.

-¡Amor, saldré al baño!- gritó un "¡Si!", desde la ducha y bajé. Me pusé un pantalón y dejé mi pecho al descubierto. Salí por la puerta trasera. Era tarde, estaba anocheciendo, no estaba completamente oscuro, pero la cantidad de árboles impedía que entre mucha luz. Caminé derecho. Algunos árboles indicaban con flechas hacia donde quedaba el cuarto de baño. A los minutos llegué.

-Uff, creí que no llegaría más- la verdad que no estaba tan lejos de la casa, pero yo era vago para caminar, tanto que parecía un gordo horrible como "Papadopoulos McMenú". El cuarto era horrible, se parecía al de la película "Shrek", pero en vez de la luna en la puerta tenía una especie de garra como la de "Skrillex"- ¡BANGARANG!- grité y el eco retumbó por todo el bosque.

Mientras hacía mis cosas, comencé a escuchar sonidos extraños. Eran como gritos agudos, no se si eran animales o que, pero que eran terroríficos, eran terroríficos. Unos golpes provenían de la puerta.

-Ehhh no he terminado tía- pero nadie respondió del otro lado- los golpes seguían, y daban la vuelta a todo el cuarto. Era como si alguien estuviese jugando una broma conmigo. Se escuchaba una pequeña risa aguda- _______, no es gracioso. Déjame tranquilo- pero nada respondió- la risa aumentó. Presioné el botón del inodoro y estaba dispuesto a salir. El corazón me latía a mil por hora. Abrí la puerta y me encontré con una gran oscuridad.

Caminé alrededor del pequeño cuarto y no me encontré con nada. Solo me encontraba yo, y nadie más. El silencio era enorme- ¿Hola?- el eco se hizo presente- Ruben, deja de ser paranoico, debía ser un animal- caminé tranquilo hacia la casa, hasta que escuché un grito. Era ______.

Corrí desesperado, pensando en que podría ser lo que me había molestado a mi. Abrí de golpe la puerta- __________,¿dónde estás?.

-¡¡¡¡Ruben!!!!- gritaba desesperada. El grito venía de arriba. Corrí por las escaleras y me la encontré tirada en el piso. Estaba en ropa interior y con una toalla en la cabeza, sentada contra la pared y señalando hacia afuera- ¡Allí, mira!- me acerqué hacia el otro extremo de la habitación donde había un montón de vidrios rotos de una ventana y miré por ella. Afuera en el bosque unos pequeños ojos completamente blancos, miraban desde abajo.

-¿Qué rayos?- pero cuando volví a pestañar, los ojos habían desaparecido.

_______ lloraba, estaba temblando. Me acerqué e intenté consolarla.

-Salía del baño, cuando sentí la ventana romperse. Creí que era una rama, pero esa cosa, había arrojado una roca. Luego comenzó a reírse y grité- recordé la risa que sentí en el baño. La abracé y la levanté del suelo.

-Tranquila. Debió haber sido algún niño haciendo bromas. Es solo eso. Ya no llores, no me gusta verte triste- le sequé las lágrimas de la cara y se tranquilizó- vamos abajo y preparemos la cena.

-¿Cómo pudo haber sido un niño, si estamos en el medio del bosque?.

-No lo sé. ______ solo olvídalo. Toma- tomé una de mis camisetas largas y se la puse- ve abajo y toma un poco de agua- me hizo caso. De mientras junté todos los vidrios. _______ estaba descalza y no quería que se lastimara así que los corrí a un costado. Tomé la roca y noté que tenía un mensaje en una especie de tinta roja. El mensaje decía "Dejen la casa, ahora"- Estúpidos niños- arrojé los vidrios y la roca a la basura y bajé. 

El Bosque (Rubius Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora