El Bosque (Rubius Y Tu)

Capítulo 5: separados

*sigue Rubius*

Corrí y caminé por dos horas. Estaba completamente inmerso en oscuridad y soledad. Nunca me había pasado algo parecido. Solo podía vivirlo en gameplays y juegos que subía a mi canal. Era como una película de terror.

-¡_______________!- grité lo más fuerte que pude, pero fue en vano. Nada podría contestarme en ese tenebroso bosque, salvo aquella espantosa risa. Una risa aguda, como de niño pequeño. Se burlaba de mí y a la vez buscaba venganza.

-¡Rubeeen!-un grito desgarrador provenía de más adentro. Era ella, estaba seguro. Volví a correr. Pasó media hora y no encontré nada. Volví a sentir el grito, pero esta vez provenía de mucho más lejos. Seguí corriendo.....y nada.

-¡Rubeeeen!¡Rubeeeeen!- muchos gritos iguales a la vez. Detrás mio, al frente, por todo mi alrededor. Pero cada vez más cerca.

-¡Ya deja de jugar conmigo y déjala ir!- le gritaba a la nada. Mi voz retumbó y el silencio se desvaneció. La tierra temblaba y un terrible sonido agudo rodeaba mi cabeza. Pero esta vez no era la risa, era un horrible chirrido, como si unas garras arañaran una pizarra. 

Me tomé la cabeza con ambas manos y grité para intentar aplacar el sonido, pero éste aumentó. Me arrojé al piso, me rebentaban los tímpanos. Grité con más fuerza y el silencio apareció.

-Mira a tu alrededor- un susurro recorría mi rostro. Le hice caso, allí estaba ella tirada en el piso.

*Fin de Rubius*.

-¡________!- alguien gritaba a mi lado y me sacudía. De a poco fui recobrando la vista y sentí un dolor agudo en mi pierna.

-¿Rubius?¿Qué haces aquí?

-Salí a buscarte. Leí el libro, esa cosa....me...me está siguiendo- le temblaban las manos. Su cara demostraba todo su pánico y cansancio.

-Lo sé. Debemos irnos de aquí- intenté incorporarme, pero no pude. Dirigí la vista a donde provenía el dolor. Un enorme rasguño en mi pantalón dejaba ver parte de mi pierna. La sangre brotaba como un río, prácticamente casi ni sentía el resto de la pierna.

-Por Dios, descuida- me ayudó a pararme- nos iremos.

-Nadie se va de aquí- el susurro volvió a oirse- ¡Nadie!- Rubius cayó de bruces. Algo lo tomó por la pierna, pero no se podía ver nada. Intenté cogerlo de la mano, pero la cosa que lo arrastraba estaba totalmente aferrado a él. Rubius gritaba del dolor.

-¡_________, suéltame!.¡Corre!- gritaba desesperado.

-¡No te dejaré!- pero la mirada de Rubius no era la de querer cambiar su opinión. Lentamente fue soltándose de mi mano-¡Ruben, no!- pero no conseguí sostenerlo. Fue arrastrado un largo tramo y luego algo se lo llevó a lo más alto de los árboles.

Con pocas fuerzas, caminé al lugar donde lo había visto desaparecer, pero no logré ver nada. Si pude oír un grito.Era él. El grito duro apenas un minuto.

-¡Noooo!¡Rubeen!.¿Dónde estás?¡Contesta!¡Ruben!.

-Ruben ya no está- una voz temblorosa venía de detras de un árbol- Ya nunca volverá.

-¡No!-corrí hacia el árbol, pero estaba yo sola en el lugar-¡Te mataré Koby!¡Te juro que te mataré!-apoyé mi espalda contra el árbol y me senté- El no está muerto, no. Rubius no está muerto- y comencé a llorar.