Capítulo 4: Koby

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-Una niña murió hace aproximadamente 100 años. En una tormenta un barranco se desprendió, por lo que una gran piedra cayó sobre ella cuando corría feliz bajo la lluvia. La niña tenía apenas 8 años y llevaba puesto un bonito vestido blanco y zapatos color negro. La autopsia indica, que ella se habría escapado de su casa y corrido al bosque para ver como crecía el arroyo. Luego de que su cuerpo haya sido llevado a la morgue (ya que nunca encontraron a sus padres), misteriosamente desapareció, lo que se creía que la niña había vuelto al bosque para seguir jugando en él- leía en voz alta el libro que había encontrado Rubius. El hacía gestos de que se quedaba dormido y fingía bostezar.

-No me digas que creer que esta piedra proviene de esa niña- lo miré fijo y revoleó los ojos- por favor, no seas tonta. Tu sabes que eso no es cierto. Tu misma lo dijiste, es pura basura que atrae a turistas.

-Rubius, lo de ayer no fue un niño travieso que quería molestar.

-¿Qué más podría ser?. No creo que la niña este tan interesada en venir a jodernos a nosotros. Nadie puede vencer a Ruben Doblas- no se lo estaba tomando en serio. 

-¿Y cómo explicas los ojos blancos?¿La sangre en la piedra y los golpes que sentiste en el baño?¿Tu escuchaste una risa aguda, o me equivoco?.

-Basta ______. Con esto no llegas a ningún lado. Solo te estás atormentando la cabeza con puras tonterías. No lo sé, has algo más productivo, lee otra cosa, mira por la ventana o dibuja, pero ya deja de hablar de eso.

-Rubius mira. Aquí dice que la niña, responde a nombre de Koby y que cada cierta cantidad de años intenta alejar a los turistas que llegan a su bosque.

-Uyyy si, Koby- se levantó- ¡Escucha Koby!- gritaba y agitaba los brazos- ¡Parece que alguien se está volviendo loca por tu causa, así que púdrete!.

-Rubius, no estoy loca. Esta casa no es nuestra y Koby está molesta.

-¡Deja de decir estupideces joder!- golpeó la silla- Entiende que te estás enloqueciendo por un asqueroso libro que lo ha escrito un imbécil. Solo déjame tranquilo para que pueda preparar la cena.

-Ruben cálmate. 

-¡No, no me calmo!- se acercó y me tomó por los hombros-Deja estos absurdos cuentos infantiles, ve a otro lado por favor. Me has cansado. Solo una persona infantil podría creerse esto.

-¡Entonces explica lo que ha ocurrido porque no lo entiendo!.

-¡Ha sido un maldito niño, con sus malditas bromas!. Por favor _______, a nadie le interesa esta basura- tomó el libro y lo tiró a la papelera- ¿lo ves?, nadie ha muerto.Deja de pensar en ti y deja vivir a los demás.

-¿Perdón?.

-Si tía. Ultimamente estás histérica y preocupada por vivir aquí. Ahora te interesa más este estúpido libro que yo.

-¿Yo pienso en mi?. 

-Deja de hacerte la gilipollas y déjame en paz. 

-Vale, me harté de que me trates así- me levanté de mi silla- te recuerdo que yo no pienso solo en mi. Me he mudado, he dejado todo en la ciudad, todo por ti. Pero claro, eres Ruben Doblas, me he olvidado de esa parte- me alejé sin mirar atrás. Salí por la puerta trasera y comencé a caminar por el bosque. 

Ya había pasado una hora, me había alejado mucho de la casa. Cada vez que me adentraba más al bosque, más oscuro se hacía.

-Es mejor que vuelva a casa- pero al voltear, me encontré perdida-Genial, solamente a mi se me ocurre entrar aquí- busqué mi móvil y no tenía señal- ¡Rubén!¡Ruben!- nadie respondió. Estaba molesta con él, pero ahora lo necesitaba.

-Vale _____, ten calma.Solo volvamos por donde vine y todo saldrá bien- respiré y volví a caminar. Pero la oscuridad se agrandaba. Los árboles cada vez eran más espesos, y los ruidos ya no eran de animales buenos. Corrí lo más rápido que pude. Necesitaba salir de allí, pero no sabía a donde.

Corrí más rápido, pero la raíz de un árbol se interpuso en mi camino, tropece y caí. Mi tobillo dolía demasiado. Intenté volver a pararme pero no pude.

-¡Rubeeeeen!¡Ayuda!¡Rubeeeen!- nada. Los ruidos aumentaban. Una risa en particular, aguda, como de.....una niña. Temblaba y a la vez intentaba sanar mi tobillo, pero el pánico me impedía hacer algo. Oía pasos detrás mio, pero me daba miedo voltear. La risa aumentaba, y mis lágrimas caían - ¡Rubeeen!Por favor, ayuda.

-Nadie te ayudará aqui- sentí una respiración en mi oído- Les advertí que se fueran. Ahora estamos solas.

*Rubius*

Habían pasado tres horas de mi pelea con ______. En ese tiempo había leído el libro que había encontrado. Había muchos datos sobre este supuesto "Koby" y las muertes que habían sucedido en esta casa no eran para nada agradables. Descuartizamientos, desollamientos, suicidios, y mas cosas terribles, todas provenientes de esta niña. Artículos con testimonios decían que los pocos sobrevivientes estaban internados en psiquiátricos. _______, tenía razón, esta casa era peligrosa.

Miré el reloj, marcaba las 19:00. Ya era tarde y comenzaba a oscurecer. Salí por la puerta trasera, pero no me encontré con ella.

-¡______!¿Dónde estás?- no respodió- Por favor vuelve. Sé que estuve mal. Lo lamento. Ya es tarde y refresca, además no está bueno que andes por allí sola- nadie respondía- Se que estás molesta, pero por favor vuelve, sabes que te amo ______.

El silencio prevalecía. Los pájaros volaban rápidamente en direción contraria al bosque. Tomé una linterna que estaba al costado de la puerta y alumbré hacia los árboles. Nada aparecía, solo se escuchaba una leve risa.

-¡¡¡________!!!. ¡¡¡_______!!!- ya no era normal. Me desesperé y me adentré un poco en el bosque. Volví a gritar pero nadie respondió- no, no puede ser verdad, no a ella- y comencé a correr.

El Bosque (Rubius Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora