15-Oscuridad

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—2:30— menciona Harry -—Justo a tiempo -—sonrió, como se había hecho costumbre a esta hora estábamos en ático, había ido a algunas clases y obviamente había ignorado el tema del almuerzo

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—2:30— menciona Harry -—Justo a tiempo -—sonrió, como se había hecho costumbre a esta hora estábamos en ático, había ido a algunas clases y obviamente había ignorado el tema del almuerzo.

—Ahora no me tengo que escapar de un hospital, es más fácil— digo sin importancia

—Mai invité a algunas personas, espero que no te importe

—No hay problema— escuché como la puerta fue abierta y me giré rápidamente encontrándome con Gimena, Amilia, Alessandra, Dani y Sam.

—Sam...

—Hola...

Miró a Harry lo agarró de la muñeca y le susurró en un oído —¿Él lo sabe?

—No —dice de igual manera, asiento y los miro

—¿Que saben?— preguntó dirigiéndome a los primos

—Sabemos.... que no sos una loba normal y que estás buscando algo con Harry —menciona Sam

—Tenemos que hablar, esta noche acá— miro a Harry— con toda la información, incluyendo las fotos—concluyó y me retiro de la habitación.

Llegue a mi habitación, me puse a procesar todo, mi tatuaje coincide con el clan lunar y el clan de los lobos, según Harry soy hija de Cristofer el padre de Sam y de Luna la antigua reina, eso me convierte es su hermana y la heredera al trono, tengo lo necesario para saber de dónde vengo pero hay algo que no me cierra y en todo esto ¿dónde quedarían mis padres?

Una idea surgió en mí enseguida, así que salí de mi habitación y me dirigí corriendo hacia la dirección.... Ya enfrente de esta me arreglé un poco y toqué la puerta dos veces, la puerta fue abierta y salió Jake

—Hola Maiara

—Hola Jake, ¿puedo utilizar una de mis llamadas?— pregunte, cuando llegue aquí me dijeron que tenía 5 llamadas al año para hablar con mis padres

—Claro pasa—dijo dándome paso.

Me adentré a la habitación, esta tenía paredes blancas con algunos libreros, trofeos y fotos colgando, en el centro de esta había un escritorio negro con dos sillas de un lado y una del otro, en este se encontraba el teléfono.

—Aquí tienes —exclamo y me indicó el teléfono —Yo voy a esperar afuera— asentí y el salió

Marqué el número de mi casa y puse el teléfono en mi oído, deseaba que me contestara mi madre.

—¿Hola?

—Mamá

—¡Hija! Mai ¿ya lo sabes verdad?

Eso me desconcertó, ella sabia todo, estaba segura, suspire.

— ¿te puedo hacer una pregunta?

Loba Blanca  •Saga Lunares•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora