Loba Blanca •Saga Lunares•

29-Luna Máxima

Hoy es el día, el día en que la vida de todos cambiará, el día en el que bosque volverá a ser único y hermoso, el día que la magia va a volver al planeta tierra, el día en que la profecía se cumple.

Si vuelvo a unos meses atrás me doy cuenta que logré lo que quería, yo quería salir de mi casa vivir, ser libre, independiente, luchar por lo que me conviene y no por lo que los demás quieran...

Y si me preguntan si tengo miedo la respuesta es sí, si lo tengo, no sé lo que va a pasar después de hoy y eso es lo que me da miedo ¿Tendré mi felicidad para siempre? Como en los cuentos de hadas ¿o viviré perseguida por algo? Me da miedo no saber qué pasará dentro de 5, 2 o 1 año, tengo miedo de echar a perder todo lo que construí, tengo miedo de perder a los que amo...

—Nunca dejes que el miedo sea tan grande que te impida seguir adelante— escuché de pronto

—¿Cómo lo sabías?— pregunté mirando a Luna

—Por dos razones, la primera se te nota en la cara y la segunda soy tu madre— exclamó a lo cual yo me reí

—No tengo mi amuleto no sé cómo voy a proteger a los demás— exclame

—No necesitas un amuleto para ser una lunar, ese poder corre por tus venas— dijo

—Entonces ¿por qué no logre salvar a Aless?

—Tu poder te dio para salvarte a ti— declaró y yo bajé la mirada arrepentida, ella me acarició el cabello—Escúchame cuando la luna salga tú y los demás caminaran al castillo no saldrán de allí sin una victoria— dijo y sonrió a lo cual yo asentí

"No saldrán de allí sin una victoria" ¿y si no salimos de allí con vida?

La luna roja como la sangre ya estaba en su punto más alto, yo me dirigía muy lentamente al camino de tierra que conectaba a S.M.M con el castillo, me paré en la puerta mirando como los chicos me esperaban, el dia de la luna máxima, todos los clanes y los jefes de estos estarían allí.

Sam la agarraba la mano a Gime, Dani y Ami se reían de estos, Cristofer y Luna se abrazaban como si fuera por última vez y Harry me miraba con esa sonrisa que cambiaba mi mundo...

—¿Están listos?— pregunte, todos excepto Luna y Cristofer me miraban con miedo.

—¿Mai alguno va a morir?—pregunto Dani

—Antes de que se mueran ustedes voy a caer yo—exclamé

—Hoy peleamos como uno— Dijo Harry

—No— exclamé— Hoy peleamos como muchos defendiendo a uno— terminé.

—A Aless— dijo Ami y yo asentí

—Que comience esto— exaltó Sam y se transformó volviéndose un enojado lobo gris.

Después le siguió Dani volviéndose un hambriento lobo rojo, continuo Harry volviéndose uno con la noche, un hermoso lobo negro, siguió Cristofer quedando como un viejo lobo gris y blanco, y por ultimo fui yo quedando como una loba blanca, comencé a correr por el camino de tierra hacia el castillo, todos iban atrás mío, era la hora la profecía se iba a cumplir.

(...)

Nos des transformamos en la puerta del castillo, yo fui la primera en ingresar en este y allí estaban Erik y Erice, todos los chicos de la secundaria y los jefes de los distintos clanes estaban sentados, pero eso no fue lo que llamo mi atención si no que fue una persona sentada al lado de los tronos con las manos esposadas.

—Vaya vaya pero miren quienes llegaron— exclamó Erik

—Hermano, si son mi hijo el traidor, tu hijastro el otro traidor y como si fuera poco el mayor de los traidores con sus hijos, pensar que era nuestro hermano— continuo Erice, note como Cristofer se sentía tocado

—Después de todo no queremos pelear—exclamó Erice

—Saben que perderán— atacó Cristofer

—No, en verdad todos vamos a perder algo hoy— anunció Erik

—A sí, ¿cómo qué?— atacó Harry

—Como tu amada madre— dijo indicando a la mujer sentada al lado de sus tronos, ella lloraba y negaba con la cabeza

—Suéltala— gruñí

—No— exclamo Erice y al momento que dijo esto me tire sobre este transformándome en una loba.

Erice me intento quitar de arriba pero no pudo en este instante tenía mucha más fuerza que él y eso se debía a una sola cosa, mi amuleto estaba muy cerca, todo el mundo miraba, todos se estaban enterando de la verdad.

—Basta—gritó Erik— ¿o no quieres tu amuleto devuelta?— pregunto sacándolo de su bolsillo, me aleje lentamente de Erice y me des transforme.

—No queremos pelear Maiara— declaró nuevamente Erice, yo bufe en si yo tampoco quería pelear pero sabía que algo muy malo tenía planeado.

—Te tenemos una propuesta Maiara-—dijo Erik, sentí como Luna se acercaba

—Cuidado con lo que te pidan-—susurro esta en mi oído, yo asentí

—¿Qué propuesta?—pregunté, ellos empujaron a Aleila la cual calló rodando por las escaleras

—Tómenla, a nosotros ya no nos sirve—dijo Erice riéndose, Harry me miro y yo asentí, el salió corriendo al lado de su madre para poder ayudarla

—Quieres tu amuleto y el trono ¿cierto?— pregunto Erik y yo asentí

—Bien te lo damos pero con una condición— exclamó Erice, esto me daba mucha mala espina

—¡Di que no!— grito Aleila, la cual ya en estaba poniendo de pie, las personas a nuestro alrededor susurraban, fue en ese instante que me di cuenta que estaban atrapados por magia.

—Díganme ¿cuál?—pregunté alzando una ceja

—Harry, tiene mala reputación, sus verdaderos padres traicionaron la corona sería muy malo para una reina estar con él, es simple lo que te pediremos que él se vaya y no vuelva —declaró Erik

Sentí como mi corazón se partía, mire a Harry y negué con la cabeza, note como una lagrima se le escapaba, eso provoco que a mí también se me escapara una, las personas de nuestro alrededor nos miraban impacientes, ellos veían lo que hacían los Tyler.

—Luego de la coronación me voy—Dijo Harry con voz apenas audible

—-¡No! ¿Por qué debería obedecerlos? es mi trono, yo soy la reina —grite, antes de salir corriendo hacia Erik y Erice, Sam y Dani me agarraron

— Ah claro, debes obedecernos porque los brujos son muy poderosos y claro está que tenemos a alguien de nuestro lado, por cierto muy buena decisión Harry Clous- escupió Erik, luego me lanzo mi amuleto

—Disfruta de tu reinado sola—dijo Erice, luego estos dos solo se sentaron en el trono para seguir con la ceremonia

—Habla con el—me susurro Sam, él y los demás se fueron del castillo

—¿Por qué lo hiciste?— dije llorando el solo me miro y mostró una media sonrisa

—Tu destino es más importante

—¡Tu estas en mi destino!—le grite y el solo negó

—Yo estuve en tu destino— dijo, salió como si fuera la primera vez que nos cruzamos, sin importancia y sin amor...

"Es la belleza de un Eclipse y el peligro de mirarlo"