Capítulo 12 "¡Que comience la guerra!"

191 14 18
                                    

Capítulo 12 “¡Que comience la guerra!”

Venecia

¿Mi vida podía seguir empeorando? Era una pregunta retórica que me hacía cada día, pero al parecer el destino se lo había tomado como un verdadero reto. Primero encontrándome con alguien que odio, luego un viaje a Bora Bora con él y con su hermana que parece sacada de una novela cliché en la cual siempre hay una rubia chillona. Teniendo que aparecer con la persona que odio –Luke- en una cena con mis padres la cual había sido del asco. Sin contar que mis dos mejores amigos tenían algo extraño, más o menos yo me lo imaginaba pero rezaba cada noche para no estar en lo cierto. Y luego resulta que la mama de Luke –aborto de simio- quería conocernos a nosotros también. Qué maravilla de la vida, pero ahora sí. ¿Mi vida podía seguir empeorando? No, no lo creo.

Perdida en mi mente, cuando me di cuenta ya habíamos llegado. Y estaba en lo cierto, había carros lujosos estacionados por todos lados. Y esta señores, era la mansión Corleone. Ahora entiendan porque le dije a Mario que se viniera en traje. Ya estaba acostumbrada a este tipo de fiestas. Las pocas veces que había ido de nuevo con mis papas, siempre quería que asistiera a este tipo de fiestas con ello.

Había tres tipos de personas en estas fiestas. Las primeras que eran personas sumamente millonarias, que creían que por tener varios –muchos- ceros en sus cuentas bancarias podrían tener el mundo lamiendo sus pies. Y en cierta parte, era cierto. El dinero compraba muchas cosas, menos el amor. Pero a estos idiotas es lo menos que les importa. Siempre estaban rodeados de personas, sí. Pero eran completamente falsas. Chicas, que solamente le importaba su dinero y que harían cualquier cosa por vestir de marca. Y con cualquier cosa, me refiero a cualquier cosa. Y amigos, que a estos solo le importabas cuantas chicas te habrías llevado a la cama, mientras más, más adorado serás y que carro conducías. 

Me baje del carro, Mario y Caroline iban detrás de mí, llevábamos los regalos en la mano. Cuando íbamos a entrar escuchamos un horrible sonido que parecía explosión, enseguida nos volteamos, y vimos a un chico con un casco en una moto haciendo un espectáculo. O como diría yo, llamando la atención a nivel 100.

Este hacia sonidos extravagantes con la moto y daba vueltas alrededor, hasta que se estaciono al lado de un Mercedes. Quito el casco de su cabeza, dejando a la vista una perfecta cabellera color castaño oscuro, muy similar a la de Luke, excepto que el de este era más oscuro. Estaba vestido con una cazadora negra, una chaqueta de cuero del mismo color y pantalones negros con unos converses. ¿Qué diablos?

Al bajarse dejo el casco encima de la moto y choco fuertemente su puño con el Mercedes, haciendo que la alarma de este se activara y produjera un horrible sonido escandaloso. Luego, siguió caminando hacia la entrada. Su espalda era ancha y se podía decir media como 1.70m y algo. Tenía un caminar que lo hacía ver como un auténtico modelo de Gucci o Armani.

Al pasar a nuestro lado, paro un segundo y le guiño un ojo a Caroline y lo sorprendente fue que esta no se sonrojo ni nada por estilo, al contrario, le sonrió coquetamente. El chico siguió adelante, cuando los encargados de seguridad que estaban en la entrada le iban a pedir el nombre y su identificación, este se adelantó y dijo groseramente “¿En serio necesitas mi maldito nombre?” el chico bufó y siguió adelante como si nada. Los de seguridad se quedaron en silencio y las personas alrededor que estaban también en la entrada cuchicheaban con respecto a lo ocurrido. Como dije, llamar la atención a nivel 100.

 Lo siguiente que paso fue que un hombre de alrededor de unos 50 años de edad salió corriendo gritando “¡Mi auto, mi auto!” junto a una jovencita de tal vez unos 20 en un diminuto vestido rojo. ¿Se supone que esto era la fiesta de un niño de 10 años o un Pub?

ANDROFOBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora