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Antes de que la monstruo llegara a la habitación de su amigo humano, escuchó un brusco portazo proveniente de escaleras abajo. Algo preocupada volvió a la sala de estar, solo para encontrarse a Ralsei arrodillado en el suelo, hecho un manojo de nervios y murmurando cosas inentendibles mientras hojeaba un enorme libro verde.

—¿Ralsei?—lo llamó, pero no obtuvo respuesta. Entonces vio a Kris con la misma expresión de confusión que ella tenía.—¿Qué pasa con Ralsei, Kris?—se acercó al humano y tocó el hombro de este. El chico se tambaleó y cayó al suelo. Rápidamente Susie trató de ayudarlo, pero un fuerte dolor se extendió por todo su cuerpo, haciéndola caer también.

—¡Chicos!—Ralsei dejó el libro para acercarse a auxiliar a sus amigos.—Oh no, tengo que apresurarme.—el príncipe volvió para tomar el libro y arrastrarlo hasta donde estaban los chicos. La escritura de la portada comenzó a brillar con un tono de luz negra.

—Ralsei…—Susie golpeó el suelo con enojo y con la poco fuerza que le quedaba.—¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ SUCEDIENDO?—exclamó casi en un rugido bestial que le heló los huesos al albino.

—Yo… e-es el ritual que us-ustedes dos realizaron inconscientemente cu-cuando unieron su-sus almas. Pe-pensé que era inofensivo, pe-pero al parecer no fue terminado y e-eso es lo que está afectando sus cuerpos…de alguna manera—balbuceó nervioso Ralsei mientras seguía buscando entre las páginas del libro una respuesta. Susie observó al humano que estaba tumbado a su lado. Respiraba agitado y en su pecho la luz roja que emanaba su alma comenzó a parpadear, amenazando con traspasarlo. Ella acercó su garra y la dejó sobre el pecho del chico, justo donde el brillo rojo era más notable.

—¡Ralsei, el alma de Kris está…!—exclamó la chica púrpura con enojo.—¡HAZ ALGO!—le gruñó al albino agarrándolo de la camiseta y atrayéndolo hacia ella, dejándolo ver sus afilados colmillos. Lo soltó al sentir como su propia alma de monstruo amenazaba con escapar de su pecho.

—¡E-eso intento!—respondió el príncipe de la oscuridad asustado ante la actitud agresiva de Susie—D-debe estar e-en algún s-sitio—pasó su garra nuevamente por las desgastadas hojas. Intentaba concentrarse, pero ver a sus amigos, técnicamente muriendo ante él no le traía mucha paz que digamos.

El humano escuchó un ligero crujir, como cuando un vaso de cristal se quiebra. Pudo ver como el alma de su amiga comenzaba a quebrarse en los bordes.

—Susie, tu alma está quebrándose—Kris trató de alcanzar el hombro de la mencionada, pero una extraña presión no se lo permitía. La piel de la joven comenzó a tornarse grisácea. Ella apretó los dientes con fuerza.

—¡CÁLLATE!—rugió haciendo más presión en el pecho del muchacho.—¡RALSEI, SOLO ENCUENTRA LA MALDITA RESPUESTA!—volvió a gritarle al albino.

—¡La tengo!—exclamó el príncipe de la oscuridad señalando una línea en la hoja.—Chicos tienen que ponerse en pie y recitar estas palabras y… y… ¡No puedo!—comenzó a explicar y al seguir leyendo su voz se fue agudizando al igual que sus mejillas se sonrojaban.

—¿¡Cómo que no puedes!?—a pesar de que su estado no era el mejor, Susie aún tenía fuerzas para gritarle a Ralsei. El enojo le daba esas energías sobradas, era, por así decirlo, su combustible.—¡Solo explícanos lo que tenemos que hacer!—trató de levantarse, pero no pudo y cayó arrodillada.

—Ralsei, por favor…—pidió el humano con un tono suplicante. El príncipe se acercó a ellos después de un largo suspiro.

—Lean esto—pidió aun sonrojado, ambos chicos asintieron débilmente. Como pudieron se pararon uno frente al otro y Ralsei sosteniendo el libro frente a ellos.

DELTARUNE: MISTAKE [CLOSED]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora