En la cocina, Ralsei acababa de poner las galletas en el horno. El príncipe tarareaba una cancioncilla alegre mientras caminaba de un lado a otro, recogiendo los utensilios que había utilizado. Susie se mostró en la cocina caminando con enojó y maldiciendo en voz baja.
—Oh, Susie. Las galletas muy pronto estarán.—anunció el pequeño albino, pero ella hizo caso omiso y salió de la casa dando un fuerte portazo que hizo que uno o dos cuadros que colgaban de las paredes, se sacudieran.—Se ve enojada.—comentó con algo de miedo.
(…)
¡Es que en serio no lo podía creer! Aquel chico a veces la sacaba tan rápido de sus casillas. ¿¡Por qué demonios todo lo que giraba en torno a él era tan complicado!? Pateó una lata de refresco que había en su camino, esta golpeó en la puerta de uno de los coches parqueados cerca de la acera. Estaba hecha una furia. Los humanos le resultaban tan…difíciles de entender.
—Maldición.—se quejó entre dientes y siguió su camino. Por suerte había dejado de llover y en cambio una espesa ¿niebla? se había formado en los alrededores. Ella sin prestar mucha atención siguió caminando hasta que no consiguió ver nada. Antes de que se diera cuenta estaba rodeada por una cortina de niebla.—¿Pero qué?—se preguntó mirando a todos lados.
—¿Te sientes perdida nerd?—la chica púrpura volteó enojada para, literalmente, apalear al que había cometido la osadía de llamarla nerd. En cambio, tuvo que bajar su puño cerrado al ver de quién se trataba.
Una versión de ella con las ropas del mundo oscuro estaba parada justo delante de sus narices. Pero esta Susie farsante, tenía una mirada llena de odio y cinismo. Se veía hostil. La guerrera delta retrocedió unos pasos, poniéndose en posición para atacar ante cualquier movimiento por parte de su otra yo.
—¿Acaso eres una de esas anomalías que Ralsei mencionó?—preguntó Susie con agresividad, mostrando ligeramente sus afilados dientes. La versión del mundo oscuro rio a carcajadas de forma aterradora mientras se llevaba una garra al rostro. Sus ojos brillaban con un dorado opaco.
—Ya quisieras nerd.—respondió con una sonrisa burlona. Susie perdió los estribos y se abalanzó sobre ella para golpearla, pero la de cabellos magentas invocó un hacha parecida a la que ella usaba en el mundo de la oscuridad. La única diferencia era que está tenía una especie de aura negra a su alrededor.—Débil.—dijo y aprovechó el desconcierto de Susie para golpearla en el estómago con su puño cerrado.
—Agh.—la joven monstruo cayó al suelo con ambas manos sobre el abdomen. Alzó la vista para mirar a su otro yo con furia.—Tienes suerte de que no puedo invocar mi hacha aquí.—trató de propinarle otro puñetazo, pero el cuerpo frente a ella se deshizo en una especie de humo púrpura.
—Vamos Susie.—la voz de la Susie malévola resonaba como eco por los alrededores. Parecía que no provenía de un sitio en específico.—¿Por qué te estás conteniendo? No estás usando toda tu fuerza.—se burló.
—¡No me estoy conteniendo!—rugió la joven monstruo mirando a sus alrededores.—¡Muéstrate pedazo de basura!—seguía en una pose defensiva.
—Quizás algo o “alguien” está haciendo que te contengas.—escuchó las palabras entre carcajadas frenéticas. Susie gruñó bajo.—Tratar con un humano debe ser difícil para alguien como tú.—no le estaba gustando el camino que estaba tomando aquella charla.—Tienes una fuerza desmedida. Podrías quebrar todos los huesos de su cuerpo con un simple abrazo.—la voz se escuchó tras ella.
—¡Voy a destruirte!—giró furiosa y agarró de los brazos a su yo maligna. Pero para su sorpresa no se trataba de está. A quién sostenía con fuerza era a Kris.—¿Kris?—preguntó con duda.
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DELTARUNE: MISTAKE [CLOSED]
FanfictionRojo y púrpura. Los colores del anochecer. El ritual de unión que realizaban los monstruos y humanos en épocas pasadas y que fue olvidado. Su amistad y el ritual que vincula sus almas es lo que los acompañara en esta nueva aventura.