Capítulo 6

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"¿Un beso?, pregunté temblando, y él se aproximó a mí sin quitar sus ojos azules de los míos"

Cecily Beaufort

Me escabullí por el pasillo, y me mezcle un poco entre la gente y ese ambiente denso. Caminé hacia las mesas y tomé una copa de limonada, un bocadillo que metí a mi boca mientras con los ojos trataba de localizar a Eve, que para ese instante estaba rodeada de caballeros solicitando su turno para el baile. Me acerqué a ella aún nerviosa por lo que había vivido y confundida por lo que se había dicho en esa habitación. Me pegué al lado de mi hermana, al menos así podría buscar a Liam y a Peter con la mirada y estar atenta a su llegada.

—¿Cómo va ese carnet de baile? —me pregunto Eve casi en un susurro

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—¿Cómo va ese carnet de baile? —me pregunto Eve casi en un susurro. Lo levante delante de mis ojos y repetí:

—En blanco.

—¿Y quieres explicarme donde andas metida? Si te desapareces así, lo único que vas a casar es un bicho o un resfriado...—le sonreí irónicamente, pues detestaba su manera de decir las cosas.

—Señorita Evelyn, ¿Cómo ha estado?

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—Señorita Evelyn, ¿Cómo ha estado?

—Muy bien Lord Weeber, gracias por preguntar. —Miré a mi hermana y blanqueé los ojos.

—¿Será que tiene algún baile disponible para concederme semejante honor?

—Cuánto lo siento... ya he completado el carnet, pero no se aflija, le presento a mi hermana Cecily, que encantada bailará con usted. —Casi me ahogo con el trago de limonada, dibuje con mis ojos la mirada más asesina que me salió y se la clave cual puñal en los ojos de Eve. El caballero me miró un tanto incómodo y me extendió la mano, no pude negarme. Tomé su brazo y camine hacia la pista que bullía de gente. Comencé a sudar nuevamente y Lord Weeber tan incómodo como yo, se acomodó para bailar. No tenía el mínimo interés, pero ver y notar que él tampoco, me dolió en el interior. De reojo vi mi vestido y al pasar, mi reflejo en el cristal, trague saliva, y mi orgullo completamente por el suelo.

Cuando el baile terminó, aunque no nos dirigimos ni una miserable palabra, me acompaño al costado de la pista y volví a quedarme sola. Quisiera poder decir que de inmediato apareció otro joven a solicitarme una pieza, pero eso no sucedió; quisiera decir que vi a Liam acercarse a mí, pero eso tampoco sucedió. De pronto me sentí una porquería sin valor. Era mi noche, donde yo debía lucirme y deslumbrar a todos, y había sido un completo fracaso. Sentí mis ojos nublarse, clara señal de que estaba por llorar y los abrí más grandes, para evitar que se soltaran las lágrimas. Avancé hacia el fondo del salón para esconderme un poco y que mis padres no sintieran pena por mí. Tomé otra copa y me apoye en la pared a beberla.

Todo lo OCULTO saldrá a la LUZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora